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Bichos listos para la guerra

  • El equipo del catedrático Tomás Cabello investiga para Agrobío el uso de una variedad de chinches y avispas en el control de las plagas de la polilla del tomate

El 80% de las plagas que atacan los cultivos de tomate y la casi totalidad de las que afectan a los pimientos en el sector de la agricultura intensiva de Almería se combaten sin química. Solo con bichos. El asunto no es menor. La producción de tomate alcanzó en la última campaña las 930.000 toneladas y la facturación se elevó hasta los 560 millones de euros y la superficie destinada al pimiento se aproxima a las 7.000 hectáreas.

Ese es el terreno natural en el que se mueve la empresa Agrobío, fundada en La Mojonera (Almería), pionera en España en la cría y comercialización de abejorros destinados a la polinización de cultivos bajo plástico y puntera en el control biológico de plagas. Y este es también el terreno del grupo de investigación Protección Vegetal de Cultivos en Invernadero que dirige en la Universidad de Almería el catedrático Tomás Cabello.

Agrobío y los investigadores de Tomás Cabello tienen ahora un objetivo común: la Tuta Absoluta, una polilla que ataca los cultivos de tomate (desde los tallos y hojas hata el fruto en todos sus grados de maduración). Este lepidóptero llegó a España en 2006 y desde 2009 campa a sus anchas por todo el mediterráneo gracias a su fabulosa fertilidad, que permite alcanzar hasta 12 generaciones en un año. La fórmula que ahora ensayan es atacar las plagas de Tuta con una chinche denominada Nesidiocoris y el Trichogramma, una avispa sin aguijón de uso frecuente en estas guerras biológicas.

El proyecto consiste en primer lugar en hallar el equilibrio entre ambos insectos para combatir la Tuta porque el Nesidiocoris tiene probada ya su eficacia contra la mosca blanca pero por sí solo no es capaz de controlar las explosiones de la polilla del tomate, por lo que también es preciso aplicar el Trichogramma.

El equipo en la actualidad trata de ver si la reacción es igual o no en cada tipo de tomate. “Estudiamos cómo se comportan el Nesidiocoris y el Trichogramma con distintas variedades de tomate. Las empresas de semillas ahora están muy interesadas en ver cómo responde cada al control biológico”, apunta Tomás Cabello, porque de la respuesta de cada variedad a estos depredadores dependerá su éxito comercial.

Las precipitaciones del invierno con el consiguiente crecimiento de la vegetación espontánea hacen temer en el sector del tomate que aumenten las plagas de Tuta en la campaña actual.

El catedrático, que antes ha colaborado con otras compañías como Koppert en el control biológico de las plagas que afectan al pimiento, subraya la inmediatez que la cooperación con las empresas proporciona a los investigadores. “Es fundamental para la aplicación y transferencia del conocimiento. No hay que esperar a que acabe el proyecto y luego buscar empresas que lo apliquen sino que se hace en el transcurso mismo de la investigación. La traslación es inmediata”.

 

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