La Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad de Córdoba (UCO) celebra en noviembre su primer cuarto de siglo de vida. El centro ha programado una serie de actividades como una exposición conmemorativa, que se inaugurará el 19 de este mes. Ubicado ahora en las inmediaciones de la Torre de la Malmuerta de Córdoba, el centro “comenzó como Escuela Universitaria de Graduados Sociales sin instalaciones ni estructura propia y con una plantilla muy reducida de profesores y personal de administración y servicios”, recuerda la ahora decana, Julia Muñoz, quien destaca que pasados estos primeros 25 años la facultad cuenta además de con una nueva ubicación, “con un profesorado cualificado y estable, así como con una excelente plantilla de personal”. “La oferta de formación se ha ampliado, tanto en los estudios de grado como en los de postgrado y en formación complementaria”, describe.

La llegada de esta facultad a Córdoba amplió las posibilidades de los alumnos, especialmente de aquellos cuyo perfil no se correspondía con los estudios hasta entonces existentes, que eran Ingeniería Técnica, Enfermería y Magisterio”. “Se dotó a los estudios de Graduado Social de rango universitario, que hasta entonces eran de carácter profesional tutelados por el Ministerio de Trabajo y también se garantizó una formación de mayor solvencia académica y a un menor coste para aquellos que querían cursarla”, detalla. Muñoz, que también es doctora y profesora titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en Córdoba, recuerda que hasta entonces “estos estudios se impartía por seminarios de titularidad privada y no por profesores universitarios”. Por ello, subraya que la implantación de los estudios en la “universidad pública provocó la desaparición de los seminarios privados”.

Otro de los beneficios que trajo la puesta en marcha de la Facultad de Ciencias del Trabajo, según su decana, fue “la ampliación de la puesta a disposición de la sociedad, empresarios y trabajadores, titulados universitarios con una formación especializada y actualizada en el ámbito de las relaciones laborales y la Seguridad Social”. A su juicio, la mejor prueba del impacto que tuvo en su momento la implantación de los estudios “es el alto número de alumnos matriculados en los primeros años, en los que los estudiantes de nuevo ingreso estaban entre los 400 y 500”.

Muñoz subraya que actualmente se forman en la facultad más de 1.200 alumnos en los grados que se imparten y destaca que hay más de 70 profesores que imparten docencia procedentes de distintos departamentos de la UCO. El centro, además, oferta programas de formación de posgrado y actividades de extensión universitaria y formación complementaria de profesionales. La oferta académica de la Facultad de Ciencias del Trabajo incluye dos grados: el de Turismo y el de Relaciones Laborales y Recursos Humanos. A ellos se suman dos programas de posgrado: el máster interuniversitario en Políticas Territoriales de Empleo y el máster en Dirección Estratégica de Recursos Humanos. La decana avanza que ahora trabajan en el diseño de un itinerario conjunto del grado en Turismo con el Traducción e Interpretación y reconoce que “queremos poner en marcha el grado en Trabajo Social”.

Una de las principales demandas de Muñoz es “ampliar nuestras instalaciones, fundamentalmente el número de aulas para evitar que parte de los alumnos tengan que desplazarse al Campus de Rabanales para recibir sus clases”. “Queremos seguir avanzando en la internacionalización de las enseñanzas que impartimos y el plurilingüismo en los grados y también ampliar la oferta de prácticas y dotarlas de un mayor nivel de especialización y un mayor acercamiento a la realidad de las empresas”, indica. Otro de sus retos al frente del decanato es “ampliar la formación complementaria y la formación en técnicas de estudio”, así como el de “mejorar la empleabilidad de nuestros egresados en un entorno difícil con una tasa muy alta de paro entre los más jóvenes”.