Mostrar a los estudiantes cuáles son las oportunidades que les brinda su formación y abrir la cantera para que despachos y compañías puedan “cazar” a los mejores. Estos son dos de los objetivos que maneja la primera Feria Jurídica que organiza la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga para los días 12 y 13 de marzo.

John Brebner, director de la feria y promotor de los estudios en derecho inglés en el centro, defiende la necesidad de derribar los muros que separan el aula “de la sociedad” y fiel a ese espíritu este británico, colaborador de la Universidad de Málaga desde que arribó en Torremolinos tras dirigir un despacho internacional en el Reino Unido, ha organizado la feria con la complicidad de los estudiantes. Una treintena de alumnos están involucrados en el proyecto. “Muchos estudiantes pasan cuatro años en el centro sin saber qué existe fuera y al terminar se quedan en la acera sin saber a dónde dirigirse”, subraya. El encuentro se pretende que proporcione a los estudiantes herramientas para enfocar su trayectoria académica, elegir las asignaturas optativas, posgrados, doctorados o las oposiciones más apropiadas a sus intereses. Al tiempo bufetes y asesorías jurídicas de entidades públicas y privadas podrán ojear la cantera. “Igual que el Madrid o el Barcelona también necesitan encontrar a sus Messi y Ronaldo”.

Estos objetivos inmediatos se suman a la pretensión de mejorar la autoestima. “El alumno que ve cómo la empresa le busca y tiene interés en él se siente valorado y motivado”. Este es un beneficio que también alcanza a la empresa vía reputación corporativa porque abre cauces de colaboración con la universidad y con el talento joven.

La primera feria jurídica está preparada para que participen 15 despachos y empresas. “Una pretensión modesta porque queremos que esta primera experiencia sea manejable”. No obstante, un mes antes de la fecha ya estaban reservadas algo más de la mitad de las plazas y entre los expositores figuraba una gran compañía internacional.

La cita ha sido coordinada por el centro pero ejecutada por los propios alumnos. “Nosotros hemos hecho los primeros contactos, hemos tocado a las puertas, pero los estudiantes son los que se han ocupado de ir a vender el concepto a las empresas. Es importante también que sean ellos los que se pongan en valor, que expliquen que son buenos estudiantes y que se lo merecen”, enfatiza John Brebner.

La iniciativa surge con vocación de continuidad y el interés por captar también a los antiguos estudiantes de la facultad. De hecho, en esta primera edición se les reserva un espacio a los alumni. Será el inicio de un registro que en la actualidad no existe “y una universidad que solo tiene datos de sus estudiantes del último curso tiene un año de historia”.