Francisco González Lodeiro comienza el año académico 2014/2015 como rector de la Universidad de Granada aunque no lo terminará así porque antes de que finalice el curso habrá elecciones para elegir al nuevo rector y él habrá culminado sus ocho años de mandato.

–¿Cuál es su balance ahora que encara la recta final de su etapa como rector?

–Creo que ha sido una gestión complicada dada la situación económica del país pero también los cambios que ha habido normativos, como la adaptación de los títulos antiguos de licenciados, diplomados e ingenieros a los nuevos grados o todo el cambio de normativa en el posgrado y en el doctorado. A eso hay que añadirle la gran cantidad de temas vinculados con las infraestructuras que ha habido que ir resolviendo. El balance final yo creo que es positivo: me encontré una universidad en buen estado y creo que la voy a dejar en mejor estado. Espero que quien me suceda (que la encuentra en buen estado) la deje también en mejor estado. Hay satisfacción por parte del equipo de Gobierno.

–Muchos proyectos fueron heredados. ¿Cuál cree que es el sello de su gestión?

-Bueno, había unos heredados, los que procedían del Campus de la Salud, pero el resto de los proyectos se han elaborado durante este periodo. Por ejemplo, los pabellones de Empresariales y Económicas; la hemeroteca y la adecuación de la Facultad de Educación; el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento; la biblioteca de la calle Duquesa... Mis proyectos tienen el sello de ir a los problemas más acuciantes y resolverlos porque hay que tener en cuenta la austeridad de los medios económicos y financieros.

–¿Cree que ha sido el rector al que le ha tocado lidiar con la crisis o al siguiente también?

–Yo no sé como va a seguir, lo que sé es que a mi sí me ha tocado. Yo creo que este año seguirá siendo de crisis, no parece que sean las cosas mucho más halagüeñas. Quizás tengan menos problemas desde el punto de vista de los cambios normativos. A nosotros nos tocó la ley de reforma que se aprobó en abril de 2007 y entramos a finales de ese año. La persona que venga no tendrá esta carga y podrá dedicarse más al desarrollo de lo que es la propia Universidad .

–¿Qué se le queda en el tintero?

–Me hubiese gustado culminar el Campus de la Salud: las facultades de Farmacia y Odontología y haber dejado ya cerrado ese tema. Las circunstancias económicas no lo han permitido. También algunas ofertas que nos hicieron para firmar unos preacuerdos -que espero que no se desechen- para que el Convento de la Merced, donde está el Gobierno Militar, pueda formar parte del Hospital Real, algo que estaba en el Plan Director del Hospital Real y se queda pendiente. Algunas actuaciones en Motril y una instalación, las Minas del Conjuro, en Cástaras.

–¿Y en cuanto al ámbito académico?

–Hemos cumplido los pronósticos, los propósitos y las previsiones, e incluso en algunos aspectos los hemos superado. Era importante la creación de una escuela internacional de posgrado y de las escuelas de doctorado, así como la adecuación de los antiguos planes de estudio a los modernos. Desde el punto de vista de la investigación, también ha habido avances visibles en todo lo que se refiere a transferencia. Me hubiese gustado que hubiese más medios económicos para dotar a los institutos y centros de investigación mejor, sobre todo desde el punto de vista de los recursos humanos. Esperamos que tras el anuncio que hizo la presidenta en la inauguración del curso académico en Granada sea una realidad la llegada de gente joven a la universidad.

–Públicamente se comprometió a saldar al deuda con las universidades andaluzas en dos años y medio. ¿Cómo ve a la nueva presidenta en relación con el mundo académico?

–Muy cercana y con un gran interés. La sensibilidad a la Universidad es grande porque nos convocó en cuanto tomó posesión y este año en el mes de septiembre también nos reunió para explicarnos las ideas generales que tenía de las líneas de actuación sobre la universidad. Eso es de agradecer, así como ese compromiso que realizó en el acto ante la comunidad universitaria y que ya nos había anunciado en Sevilla, pero ahora no sólo ante los rectores.

–Sobre las elecciones de este año, ¿los miembros de su equipo de Gobierno le han manifestado la intención de apoyar algunos de los nombres que se barajan para sucederle?

–De conocimiento directo tengo dos nombres, que son Pilar Aranda e Indalecio Sánchez Montesinos, que me han manifestado su deseo de presentarse como candidatos a rector. A los dos los considero totalmente capacitados y con una gran preparación para ello. No me han comentado nada más. Imagino que tendrán sus grupos de apoyo, que no sé exactamente quienes son. No sé cómo tienen pensado hacer el equipo de Gobierno, ni su estructura... Es aún un poco precipitado. Ahora se abre un debate entre las distintas candidaturas, las actuaciones a realizar, el establecimiento de prioridades... Si cada cuatro años se analiza eso yo creo que es bueno para la comunidad universitaria.

–A propósito de la necesidad del debate sobre el modelo universitario, una de las cosas que más se ha criticado últimamente es la proliferación de centros y la multiplicidad de títulos.

–Ese es otro debate: el del modelo de sistema universitario. Es verdad que se está discutiendo si hay un número excesivo de universidades , y si son excesivamente generalistas, y creo que es un debate importantísimo. Hemos pasado en los últimos 30 años de tener un número relativamente bajo de universidades (en el 84 había unas 20 universidades públicas, o quizás menos) a ahora, que hay 50 universidades públicas y 32 privadas. En ese desarrollo han intervenido muchas cosas: primero que hace unos años la creación de una universidad dependía directamente del Gobierno de España y con la aparición de las autonomías esa competencia ha pasado a ellas. Es cierto que existe un Consejo de Coordinación Universitaria, pero sus informes no son vinculantes y la creación de una universidad en una autonomía depende del parlamento regional. Eso ha podido producir una cierta desarmonía en la creación de centros, más en el tema de las universidades privadas, aunque no es el caso de Andalucía. Son los políticos que ahora dicen que existen muchas universidades los que las han creado. No las hemos creados los universitarios, han sido las fuerzas locales -ayuntamientos, diputaciones o instituciones autónómicas- los que han impulsado sus creaciones, y curiosamente por unanimidad de todos los partidos políticos. Pues mire, usted, igual que lo creó, proceda, que nosotros como funcionarios actuaremos con total lealtad con los poderes públicos. A mi me gustaría que los parlamentos autonómicos hicieran ese debate y tomaran decisiones y que no parezca que somos nosotros los causantes de ese aparente desorden y de exceso de universidades .

–¿Cree que hay que suprimir centros?

–En un país como Francia, que es bastante más grande que España, el numero de públicas es casi el doble que aquí. En Alemania estamos en cifras parecidas, como en Gran Bretaña.

–Las universidades más valoradas son las anglosajonas y las americanas. ¿Tiene algo que ver la presencia de las universidades privadas?

–El modelo anglosajón, que es el inglés, el alemán, escandinavo, danés... es público y hay centros de excelencia. En Estados Unidos sí es verdad que el sistema privado es muy potente. Es verdad que cuando uno va a los ranking de Shanghai, EEUU copa las primeras posiciones. Es cierto y no hay duda pero hay que tener en cuenta que en esos ranking figura mucho la parte de investigación. Los centros del Sur de Europa se apartan de ese modelo porque la investigación no ha sido históricamente tan importante en la universidad , aunque se está corrigiendo. La prueba es que a pesar de la crisis económica que estamos teniendo, España va ganando posiciones. La de Barcelona ya está entre las primeras 200 del mundo. Y entre las 500 primeras hay una docena de universidades , entre las que está Granada. Y todas son públicas.

–¿Qué ocurre con los apoyos del mecenazgo? ¿Se ha conseguido aumentar este año en Granada?

–Lo primero que ocurre es que la ley de mecenazgo no está muy desarrollada y en segundo lugar que tampoco en España ha habido ese concepto de apoyo a la universidad, aunque ahora sí empieza a haber más. Quizás tampoco en Europa salvo en Gran Bretaña. Este año ha aumentado pero no en la cantidad que nosotros queríamos. De todas formas hemos puesto una persona dedicada a ello y creo que vamos a terminar el año con mejores resultados.

–En cuanto a la renovación del profesorado. ¿Hay alguna notificación nueva sobre las 59 plazas de profesor titular y catedrático paralizadas por hacienda?

–No hay ninguna comunicación por parte de la Audiencia, no tenemos noticias ni emplazamiento para nada. Siguen recurridas por la administración. En cualquier caso cuando se notifique habrá posiblemente un recurso al Supremo, en cualquiera de los sentidos. Sí hay una petición de plazas a la Junta de Andalucía para ocuparlas inmediatamente con sustitutos interinos, en torno a 40 plazas. Estamos pendientes de autorización. También estamos pidiendo ayudantías, en torno a 70 u 80 plazas. La petición formal, que se tiene que aprobar por el Consejo de Gobierno, la llevaremos el 17 a Sevilla.

–En cuanto al tema de infraestructuras, Ciencias de la Salud acaba de estrenar edificio, pero no será tan inmediato el traslado a Medicina.

–La fecha de entrega del edificio es antes para finales de noviembre. Luego queda todo el proceso de equipamiento, así que yo creo que el traslado se tendrá que hacer ya para el curso que viene.

–Sí está previsto para este curso el traslado de la Escuela de Arquitectura.

–Sí, se nos entrega ya y yo espero que en el mes de enero se inicien las clases ya en el Realejo.

–También abrirá en breve la Biblioteca de la Calle Duquesa, ¿no?

–Está terminada prácticamente. Nos la entregan la semana que viene. Hay que equiparla primero y se iniciará el traslado de los libros, lo que tardará un mes o mes y medio y luego imagino que abrirá al público.

–¿Se han visto afectadas las clases por el incendio?

–El incendio no ha afectado a aulas, sólo a la antigua biblioteca, que estaba desmontada en ese momento. No tengo el informe de los bomberos ni de la policía científica, pero según nos comunicaron ha sido posiblemente una radial y acumulación de gases en alguna zona de la obra la causa del incendio. El arreglo de esa parte se está acometiendo ya, aunque la cuantía del incendio lo cubre la aseguradora.

–¿Se han solucionado las quejas de la LAC?

–Estamos en contacto con el Ayuntamiento para que se pongan más líneas en la zona de Cartuja, que es donde se acumulan más problemas. Esta semana han entrado en funcionamiento más vehículos.