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Informática, la carrera con más empleo pierde alumnos

  • Las titulaciones de este área tienen una tasa de empleabilidad del 80%, la mayor de toda la universidad, pero han perdido el 54% de los alumnos en España y el 23% en Andalucía desde 2000 · La falta de nivel en Matemáticas y Física en el bachillerato, las expectativas salariales que no se creen proporcionadas para el esfuerzo que exigen estos estudios y el efecto llamada para los mejores estudiantes que tienen los grados que exigen más nota figuran entre los motivos que explican el retroceso global de la cifra de matrículas.

Alumnos en la Escuela de Informática de la Universidad de Granada. / 

Las carreras del ámbito de la informática son las que tienen más éxito en el mercado laboral. El 78% de los alumnos que terminó los estudios en 2010 en España tenía trabajo en marzo de 2014 y cotizaba a la Seguridad Social. Ninguna otra titulación alcanza una tasa de empleabilidad tan alta.

Detrás aparecen Matemáticas y Estadística (72,2%), y los grados ciencias de la salud (71,7) como aquellos con mejores salidas laborales, seguidos muy de cerca por el resto de las ingenierías (71,5%), según un estudio del Ministerio de Educación sobre la absorción laboral de los egresados en España. En este apartado hay que tener en cuenta las particularidades de Medicina porque en los cuatro años que siguen a la carrera los alumnos deben prepararse el MIR y realizar la especialidad.

El director de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones de Granada, Joaquín Fernández Valdivia, matiza el dato general porque 90% de sus titulados halla trabajo. “Nuestros ingenieros TIC están rifados. Encuentran trabajo en España y fuera de España. El índice de empleabilidad está cercano al pleno empleo, incluyendo el autoempleo, porque son muchos los que optan por crear una empresa”.

El éxito laboral de las diferentes titulaciones de informática contrasta, sin embargo, con el creciente desinterés de los estudiantes por esta disciplina. En 2000 había en las universidades españolas 91.000 alumnos en el ámbito de la computación y las TIC. Una década después eran 42.000. Es decir, se habían perdido por el camino cerca del 54%, una proporción que no hay razón demográfica que la sostenga. En Andalucía en 2002 había 12.459 alumnos y en 2010 la cifra había caído a 9.539 (-23%). La tendencia no parece ir a mejor en los cursos siguientes, si bien el servicio de estadística de la Junta de Andalucía no tiene aún disponibles datos consolidados de los últimos cursos.

Ernesto Pimentel director de la Escuela de Informática de la Universidad de Málaga alude a la combinación de sueldos y prestigio social para explicar por qué estas titulaciones no tienen una gran demanda. “Las posibilidades de inserción laboral son altas, pero las expectativas salariales no lo son tanto” al menos en el entorno inmediato, resume. Desde su punto de vista le falta prestigio social a una profesión en la que hay mucho empleo pero no todo en puestos de responsabilidad “como se espera para una carrera dura”. No cree, sin embargo, que sea la dificultad de estos estudios lo que disuade a los jóvenes. También es dura Medicina y los jóvenes se disputan una silla en sus aulas. En su opinión, la clave está en la desproporción que se percibe en la sociedad entre el esfuerzo que se realiza y el resultado salarial que se obtiene.

“El éxito salarial depende del perfil de cada alumno”, matiza Joaquín Fernández Valdivia. “Tenemos antiguos alumnos trabajando en Google en Zurich, o en grandes compañías de Alemania, Francia, el Reino Unido o los Estados Unidos con sueldos que ya quisiera yo”. “Depende del talento, la capacidad y la inquietud, porque también los hay que prefieren quedarse tranquilos en casa con un suelo de 800 euros al mes”.

El director de la Escuela de Informática de Sevilla, José Luis Sevillano, insiste en la perspectiva global cuando recuerda que cuatro de los 10 mejores empleos en ingenierías están relacionados con la informática ( ingeniería de software, analista de sistemas, administrador de sistemas y desarrollador web), según el informe de 2014 de la empresa estadounidense CareerCast.

Fernández Valdivia sugiere buscar el origen de la falta de interés de los jóvenes en las ingenierías en los institutos porque cada vez son menos los estudiantes que siguen el bachillerato técnico-científico. “A este hecho se une que se trata de una carrera que necesita buenos fundamentos matemáticos en las materias básicas y muchos estudiantes adolecen de ellos”, por lo que “prefieren hacer carreras donde las Matemáticas o la Física no tengan tanta importancia”.  Esta rémora, en su opinión, no es atribuible a los profesores de secundaria “que hacen lo que pueden y lo hacen bien”, sino que es “el sistema completo el que debe cambiar” de modo que se primen las Matemáticas y la cultura del esfuerzo. 

Estudiantes de primero de la Escuela de Informática de Málaga durante un curso cero de Matemáticas. 

El director de la Escuela de Informática de la Universidad de Sevilla apunta otra circunstancia significativa que se alía con el menor interés o nivel académico de los alumnos: el efecto llamada de las carreras que exigen calificaciones muy altas para entrar. “Los mejores estudiantes se ven más atraídos por estudios en el campo de la salud que tienen prestigio social y mayor nota de corte”. Afirma que un alumno con un buen expediente “no quiere desperdiciar esa nota accediendo a un título que solo exige un 6, por ejemplo”.

Pimentel ha podido comprobar en la Escuela de Málaga cómo existe una relación directa entre el nivel con el que llegan los nuevos alumnos y su éxito académico posterior. De los nuevos títulos implantados con el plan Bolonia el más demandado es Ingeniería del Software. Los estudiantes que ingresan en esta titulación son vocacionales. Eligen esta carrera en primera opción y su nota media supera el ocho . Su rendimiento académico en el primer curso es sensiblemente mayor que en otros grados a los que se puede acceder simplemente con un cinco.

Sevillano pone el acento, además, en la escasez de mujeres en las aulas de Informática y, en general, de todas las ingenierías. A duras penas representan el 25% del alumnado. “Perdemos un elevado porcentaje de talento. Son cuestiones sobre las que habría que hacer un esfuerzo a nivel nacional porque las carreras científico técnicas constituyen la columna vertebral de la economía en el siglo XXI”, afirma.

El director de la Escuela Informática y Telecomunicaciones de Granada puntualiza también que la generalización de los grados de cuatro años y la eliminación de las antiguas ingenierías técnicas explica en parte por qué retrocede número de matrículas, aunque en cualquier caso advierte queel centro granadino cubre cada año sin dificultades 350 plazas para nuevo ingreso de los títulos de informática, incluidas las 50 de la doble titulación con Matemáticas.

Recuerda, además, el prestigio de un centro que en el ranking de la Universidad de Shanghai ocupa el puesto número 43, un hecho insólito en un país como España que no tiene ninguna universidad entre las 100 primeras del mundo en esta clasificación. El éxito es aún más relevante si se tiene en cuenta que ningún sector científico español, salvo la informática en Granada, se encuentra entre las 50 primeras en la clasificación que elabora la Universidad de Shanghai. “Un auténtico hito, sobre todo si uno mira las universidades que hay por delante y los presupuestos que manejan”. 

José Luis Sevillano defiende en la misma línea la calidad de las enseñanzas técnicas en España. El ranking de la Universidad de Taiwan sitúa ocho escuelas de informática españolas entre las 200 primeras del mundo. La de Sevilla ocupa el puesto 182 tras haber escalado 46 puestos en un año “a pesar de los recortes y las dificultades económicas”.

 

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