UNIVERSIDAD DE MÁLAGA

Plan de estudios a la carta para las promesas del golf

  • La Facultad de Económicas es la primera que incorpora un programa personalizado de estudios para golfistas que se extenderá al resto de las titulaciones.

Si una joven promesa del golf quiere compaginar su vocación deportiva con los estudios universitarios solo tiene dos opciones: irse a una universidad norteamericana, como ha tenido que hacer, por ejemplo, el hijo de Miguel Ángel Jiménez, o a la de St. Andrews en Escocia. Desde septiembre también se podrá hacer en Málaga tras el acuerdo alcanzado entre la empresa privada University Golf Program Málaga (UGPM), la Universidad de Málaga y el Parador de Golf.

El objetivo, siguiendo el más puro estilo norteamericano, es permitir que aquellos golfistas que tengan un alto nivel no tengan que elegir entre jugar o estudiar, sino combinar ambas cosas. Para conseguirlo, la Universidad de Málaga, que será pionera en Europa junto a la mencionada de St. Andrews, dará facilidades para que los deportistas puedan compaginar sin problemas la práctica deportiva y la formación. No quiere decir que se les regale el título, ni mucho menos, pero sí se les facilitará la ayuda de un tutor académico; tendrán flexibilidad en la asistencia presencial a las clases, cambios de grupo, turnos de docencia y fechas de exámenes; derecho a utilizar las instalaciones deportivas; les convalidarán horas dedicadas a entrenamientos, concentraciones o competiciones por créditos aplicables a la carga lectiva de los grados; y tendrán atención médica y fisioterapéutica.

Hasta ahora, la Universidad de Málaga ya ofrecía estos beneficios a los deportistas de élite que fueran acreditados por la propia universidad a través de unos requisitos que están regulados en el Estatuto del Deportista Universitario. Entre esas exigencias, el deportista, para ser considerado de alto nivel, tenía que formar parte de la selección nacional de algún equipo, del Programa de la Asociación de Deportes Olímpicos (ADO) o Paralímpicos (ADOP), o haber quedado entre los tres primeros en campeonatos universitarios españoles, europeos o mundiales. Sin embargo, al no ser el golf un deporte olímpico ni tener una práctica generalizada, no se incluía a estos deportistas.

Los promotores de la idea, UGPM, ya han suscrito un acuerdo con la facultad de Economía y Empresa para reconocer a los golfistas que realicen el programa como deportistas universitarios y se prevé que en las próximas semanas se haga extensivo al resto de las facultades. “Hemos firmado primero el convenio con Económicas porque vemos que es el tipo de estudios que más puede pegar con el perfil de los golfistas, porque tiene buenas salidas profesionales para cuando se deje el golf, aunque también será aplicable al resto en breve”, explica a este diario Javier Martín-Montalvo, director de UGPM.

El programa arrancará en el próximo curso lectivo, en septiembre. Los jugadores tendrán, por una parte, que matricularse en la facultad que deseen si hay plazas y, por otra, ser admitidos en este programa de deportistas de élite. El proceso de selección se está llevando a cabo ahora–el sábado 14 habrá una presentación en el Parador de Golf– y, según señala Martín-Montalvo, ya se han recibido una veintena de solicitudes. No obstante, el director refleja que “queremos empezar con un máximo de 8 alumnos porque lo estamos iniciando y queremos que todo salga bien”. Valoran el handicap, los logros deportivos en competiciones y la trayectoria académica de los aspirantes.

Van a iniciar el programa solo con jugadores españoles –han recibido peticiones de Málaga, el resto de Andalucía y de Baleares, Madrid o Barcelona–, aunque a corto y medio plazo la intención es captar a jóvenes promesas del golf europeas gracias, entre otras cosas, a que la Universidad de Malaga pertenece al Sistema Europeo de Convalidación de Créditos, de forma que todos los créditos aprobados serán transferibles a cualquier otra universidad del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Por ahora ya han recibido cinco candidaturas de italianos.

Los golfistas universitarios entrenarán durante una serie de horas al día, asistirán a varios seminarios impartidos por profesionales y competirán en numerosos torneos a lo largo del año, aunque tendrán que sacar también tiempo para estudiar. De hecho, Martín-Montalvo subraya que “exigiremos más obligaciones académicas que deportivas para poder continuar en el programa, como un mínimo de créditos aprobados”.

El programa está dirigido a jóvenes que destaquen en el golf y no es barato. Cuesta 11.900 euros al año, sin incluir la matrícula en la facultad, el alojamiento –hay acuerdos con el Parador de Golf o la residencia universitaria Alfil –, el material deportivo o la manutención. No obstante, en este primer año se becará el 40% del importe, por lo que los alumnos deberán abonar 7.500 euros.

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