Solidaridad

La Universidad de Málaga ofrece residencia y matrícula a refugiados

  • La institución académica articula con siete ONG un plan de apoyo a demandantes de asilo que han tenido que huir de sus países de origen

La Universidad de Málaga promueve en alianza con siete organizaciones no gubernamentales (ONG) un programa de apoyo y acogida a refugiados que arranca con cinco plazas reservadas para solicitantes de asilo en la residencia universitaria, ayudas de emergencia para abordar el pago de las tasas académicas, apoyo en la gestión de la matrícula, clases de español y una bolsa de 300 voluntarios conformada por estudiantes dispuestos a ejercer de guías y acompañar a los recién llegados durante la fase de llegada. Por el momento únicamente hay un solicitante de asilo, de nacionalidad siria, alojado en la residencia Jiménez Fraud.

El vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Málaga, Francisco Murillo, ha informado que la institución académica y siete ONG (ACCEM, Cruz Roja, CEAR, Al-Quds, Amnistía Internacional,Prodiversa, Movimiento contar la Intolerancia) han constituido una mesa mixta de trabajo para la atención a personas refugiadas para articular las diferentes iniciativas dirigidas a facilitar la instalación de quienes han tenido que abandonar sus países y han solicitado asilo.

Francisco Murillo ha subrayado la necesidad de que la universidad se comprometa de manera “radical con el conocimiento humanizador, los principios democráticos y la justicia social”. Argumenta que la academia debe estar junto a las decenas de miles de familias que abandonan los lugares en los que viven y tiene que hacer frente a “una situación atroz” en la que es cada día más frecuente “el desprecio atroz de los derechos humanos”.

En este sentido, Ruth Frutos, de Amnistía Internacional ha recordado que 60 millones de personas han salido de sus domicilios y se han desplazado, cifra a la que se suman los migrantes económicos. La crisis siria, la más importante del mundo en la actualidad no es, sin embargo, la única. Desde Amnistía Internacional se ha recordado las salidas masivas que se están registrando desde Sudán, Sudán del Sur, Etiopía, República Centroafricana, Congo o Somalia. “Solo en el África subsahariana hay más de tres millones de refugiados”, precisó Ruth Frutos, “y Kenia acoge uno de los campos de refugiados más grandes de los que existen, con 350.000 personas”. Las ONGhan precisado, además, cómo en este contexto extremo son las mujeres y niñas las más expuestas. “Sufren la violencia y el acoso sexual en todas las etapas de su recorrido, incluso en Europa”.

Desde este punto de vista, han puesto de relieve además que el fracaso del plan europeo de acogida de refugiados que preveía la llegada de 16.000 personas a España y que sin embargo no se ha cumplido no ha impedido que la llegada sea continua. “Cada día llegan a Málaga”, puntualizaban.

Una comisión de trabajo prepara en la actualidad un plan de apoyo a las personas refugiadas que deberá analizar la mesa constituida por la Universidad de Málaga y las organizaciones no gubernamentales, a través de la que se articularán las medidas que se adopten. De forma paralela el profesorado que participa en el Proyecto de Innovación Educativa de la Universidad de Málaga también se ha involucrado en esta iniciativa con el propósito de analizar no solo “las causas coyunturales que provocan estas situaciones, sino también las estructurales, así como la pérdida de derechos fundamentales en los países de acogida”, en palabras de la profesora Ana Jorge.

La docente, por otra parte, ha lamentado que las entidades que tienen atribuida la evaluación y reconocimiento de la docencia “castiguen” el trabajo en el ámbito de los derechos humanos”. Ana Jorge señaló la contradicción de que por una parte la universidad esté llamada a formar ciudadanía y, sin embargo, el trabajo que se realiza en esta línea desde las diferentes agencias evaluadoras “se penalice”. 

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