EL TEMA DE MAYO

Conocimiento científico, riguroso... y digitalizado

  • Las editoriales de las universidades públicas avanzan en su transformación digital y ya el 33% de los libros se publican en este formato

  • Crecen las versiones electrónicas de los textos académicos y se multiplica por siete la facturación de ebooks

Nuevas ediciones académicas en el mes de libro.

Nuevas ediciones académicas en el mes de libro. / Archivo

Están fuera del circuito comercial y tienen el cometido de publicar textos para un público minoritario y extremadamente erudito. Son las editoriales universitarias, instituciones necesarias para avanzar en la Ciencia y el conocimiento, y que en España suponen el primer grupo de edición académica, con 4.681 títulos publicados en 2016, por delante de otros como Hachette o Planeta, según un informe de la UNE (Unión de Editoriales Universitarias Españolas). Estas instituciones (que en un lustro han incrementado un 5,10% su producción) tienen ante sí el reto de implementar plena y eficazmente su transformación digital y adaptarse a las nuevas exigencias de calidad, austeridad y competitividad editoriales.

Un vistazo al informe Las editoriales universitarias en cifras 2016, de la UNE, nos proporciona una visión aproximada de la situación que hoy día ocupan este tipo de organismos en la conquista de la producción digital.

El 33% de la edición académica procedente de estas entidades fue en formato electrónico. De los 4.681 títulos publicados, 1.540 lo fueron en soporte digital, replicados también en papel. Solo un 11,9% de los títulos se editan únicamente en formato digital.

Asimismo, la facturación por libros digitales se ha multiplicado por siete e incrementado notablemente su venta en plataformas comerciales y en librerías online. Según el informe de la UNE, si en 2010 las ventas por la edición digital era del 1,6% sobre el total, en 2015 pasó a ser del 17,6%.

Universidad de Huelva en la Feria del Libro. Universidad de Huelva en la Feria del Libro.

Universidad de Huelva en la Feria del Libro. / Josue Correa (Huelva)

Las universidades son muy conscientes de la necesidad de adaptarse al entorno digital. De hecho, las propias editoriales andaluzas consultadas coinciden en la importancia que supone adecuar sus respectivos servicios de publicaciones a las nuevas tecnologías de edición.

Así, por ejemplo, de esta inquietud han nacido los distintos portales de revistas científicas, entre los más recientes los de las universidades de Jaén, Málaga y de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla.

También este proceso supone para la Dirección General de Universidades de la Junta de Andalucía uno de los asuntos de mayor importancia para poder avanzar con visión de futuro. De hecho, Dolores Ferre, responsable de este ente público, asegura que “durante la puesta en común de los criterios del Plan de Excelencia de la Dirección General de Universidades de la Junta de Andalucía, el desarrollo digital fue uno de los puntos marcados como de mayor trascendencia”.

Aunque esta transformación ha comenzado, Dolores Ferre considera que hay que trabajar para fortalecerla. “En el ámbito de las revistas, por ejemplo, nuestras editoriales han avanzado mucho; el reto, por lo tanto, está en las monografías”, un formato editorial cuya prosperidad “dependerá del aspecto técnico de una buena edición digital”.

En este sentido, Isabel Cabrera, responsable de la Editorial Universidad de Granada (EUG) y miembro de la UNE, señala que “se está haciendo un enorme esfuerzo por avanzar y cada vez hay mayor cantidad de libros en edición impresa y digital”. Sin embargo, reconoce que “el reto es lograr que la edición en papel venga acompañada de libros electrónicos y que textos antiguos se recuperen en formato electrónico, con idea de alcanzar una mayor difusión, sobre todo pensando también en el mercado hispano hablante, teniendo en cuenta que el principal destino en el extranjero de estas ediciones es Latinoamérica, donde se factura el 9% de las ventas al exterior, frente al 2,7% de la Unión Europea”.

Por otro lado, en el marco digital también se encuentra la necesidad de resolver interferencias en lo referente a los derechos de autor y encontrar las fórmulas optimizadas de venta que se pueden implementar para este tipo de editoriales. “Algunas universidades, por ejemplo, permiten realizar una descarga temporal, una especie de “alquiler” que pasado el periodo acotado desaparece del ordenador, o adquirirlo de manera permanente”, explica Dolores Ferre.

La optimización del posicionamiento de las publicaciones en los buscadores de internet, principalmente en Google, es otro de los aspectos que Ferre recomienda revisar, “lo que nos lleva a pensar en la oportunidad de sumar esfuerzos en plataformas comunes”, recomienda Ferre.

En este sentido, Isabel Cabrera recuerda la existencia de la plataforma Unebook, apuesta de la Unión de Editoriales Universitarias Españolas, que reúne 65.000 publicaciones académicas de universidades y grupos de investigación y que la sociedad tiene al alcance de un clic.

La calidad, donde anida el futuro

De vuelta al mundo analógico, el futuro exige establecer estrategias que maximicen la calidad de las ediciones y de los contenidos. En este sentido, el informe recoge que el 31,4% de las editoriales universitarias dispone de algún tipo de certificado.

Sellos como el SPI (Scholarly Publishers Indicators) del CSIC, o el que la Fecyt contempla para colecciones de editoriales universitarias, han sido creados para ayudar a los investigadores, sobre todo de los ámbitos de Humanidades y Ciencias Sociales, en la labor de poder acreditar la calidad de su publicaciones. Sin embargo, el sistema arroja luces y sombras. En el caso del SPI, Dolores Ferre asegura que “es imposible valorar todas las editoriales nacionales o internacionales donde los investigadores publican, de modo que posiblemente sí son todas los que están, pero no están todas las que son”. “En el caso de la Fecyt, a mi juicio, tiene la ventaja de que sea un organismo público el que haga la evaluación. Veremos los resultados de la primera convocatoria que se ha lanzado a comienzos de año y si finalmente se consolida”, tal y como espera Dolores Ferre.

Fiesta del Libro en la Universidad de Jaén. Fiesta del Libro en la Universidad de Jaén.

Fiesta del Libro en la Universidad de Jaén. / Archivo (Jaén)

Efectivamente, Isabel Cabrera recuerda que la Unión de Editoriales Universitarias Españolas (UNE), la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) acaban de cerrar la primera convocatoria del sello de Calidad en Edición Académica-Academic Publishing Quality (CEA-APQ) para colecciones publicadas por editoriales universitarias y científicas españolas, tanto públicas como privadas.

En este escenario, por ejemplo, se situó en 2016 el nacimiento del nuevo sello UMA Editorial, con la “firme apuesta por la creación de nuevas colecciones y la renovación de otras históricas para cumplir su compromiso con la calidad”, asegura Rosario Moreno-Torres, responsable del Servicio, que en una línea similar al resto de editoriales universitarias andaluzas, inicia una nueva estrategia orientada a conseguir la excelencia en sus títulos y colecciones, y la certificación de calidad de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, y la Unión de Editoriales Universitarias Españolas.

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