INNOVACIÓN

El escapismo llega a las aulas de Enfermería

  • Un profesor de la Universidad de Granada motiva a sus alumnos de Grado con técnicas de juego.

Algunos de los estudiantes participantes en esta actividad.

Algunos de los estudiantes participantes en esta actividad.

La motivación es parte del proceso de aprendizaje: un alumno motivado aprende más y mejor, según dicen los expertos. Es lo que ha sucedido en las aulas de Enfermería del Adulto, donde José Luis Gómez, profesor de esta asignatura en el Grado de Enfermería de la Universidad de Granada (UGR), ha introducido un proyecto de gamificación en la docencia, en el que se aplican técnicas de juegos a la enseñanza.

Como en la película La habitación de Fermat, los conocimientos aprendidos, las habilidades y destrezas de cada alumno se ponen a prueba cuando encerrados en una sala, tienen que conseguir resolver una serie de situaciones para poder escapar y salir de ese espacio, bien resolviendo puzzles, conectado pistas o abriendo candados con claves ocultas. Y eso es parte del guión, del juego de las habitaciones de escapismo al que se han enfrentado un centenar de alumnos del Grado de Enfermería.

El precursor de esta original iniciativa, José Luis Gómez Urquiza, profesor de Enfermería de la UGR en el campus de Ceuta, asegura que “las habitaciones de escapismo consisten en que un grupo de entre dos y cinco personas entran en una habitación en la que se les encierra, y tienen que conseguir escapar de ella en un tiempo determinado (en este caso, 30 minutos)”.

Así, los alumnos de esta asignatura entran en la llamada Consulta del doctor Urquiza, situada en la propia facultad, en la que los alumnos necesitan, además de aplicar la lógica, resolver acertijos, encontrar objetos... En definitiva, controlar los conocimientos relacionados con la asignatura para poder ir avanzando en la prueba y conseguir la llave de salida.

Algunas de las pruebas que los estudiantes de la UGR tienen que superar para escapar de esta habitación son realizar una reanimación cardiopulmonar, hacer una cesárea a un muñeco (encontrando antes la bata quirúrgica y guantes estériles), extraer sangre del brazo de un maniquí o colocar unos electrodos a un maniquí como si fueran a realizar un electrocardiograma para obtener una clave.

La iniciativa está teniendo un enorme éxito entre los alumnos de la facultad, que obtienen como recompensa tres preguntas del examen si logran salir de la consulta del doctor Urquiza. Y es que, como explica el autor de esta actividad, “todo son ventajas, ya que gracias a las habitación de escapismo hemos conseguido motivar a los alumnos, que se involucren mucho más en la asignatura y, de paso, se diviertan mientras estudian”.

 

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