EMILIO GONZÁLEZ FERRÍN, PROFESOR DE PENSAMIENTO ISLÁMICO

"El islamismo más radical es europeo"

  • “El verdadero y genuino problema de la universidad española es la casta”, afirma Emilio González Ferrín para reivindicar a renglón seguido el antiacademicismo como necesidad. De naturaleza provocadora, la incoherencia no es precisamente un reproche que se le pueda hacer a este profesor de Pensamiento islámico e Historia del Islam en la Universidad de Sevilla · Dijo, y sostiene, que ETA tiene los derechos de autor sobre los atentados del 11-M, levantó un fabuloso revuelo cuando afirmó que en el 711 no pudo haber una invasión musulmana en la península y ahora sostiene que Al Qaeda y el Estado Islámico son creaciones de occidente para frenar a Irán.

Emilio González Ferrín, durante la entrevista. / YHASMINA GARCÍA

-¿Se deben publicar viñetas de Mahoma por mucho que moleste a musulmanes?

-Radicalmente sí. La libertad de expresión es un logro de la civilización,al margen de que el sentido del humor aplicado al mundo me parece que es esencial. El humor y la educación son lo único necesario para convivir. Lo demás es pura formalidad

-¿Nos aguardan otros 2.000 años de desentendimiento en las relaciones entre oriente y occidente?

-Creo que nos aguardan una gran sorpresa porque oriente no mira tanto a occidente como pensamos. Acabo de volver de Teherán (Irán), con escala para un congreso en Estambul (Turquía) y te das cuenta del mundo que empieza ahí que es islámico. Pensamos que el mundo islámico es el mediterráneo y que mira a occidente pero no, mira a oriente y lo hace desde Irán, Turquia o Indonesia... Creo que la balanza económica se va a acercar tantísimo a oriente que ni vamos a comprender lo que va a ir ocurrir. No en términos terroristas, milateres o simplemente de meter miedo, sino en términos de fortaleza económica. Irán y Turquía son dos potencias regionales de un calibre que hasta la incorporación de Turquía a la Unión Europea va a dejar de interesarle.

-¿Tan ocupados estamos con los riesgos o supuestos riesgos de oriente?

-Uno de los principales problemas de lo que ocurre es que manejamos el euroislam como algo oriental y es absurdo. Es islam europeo es un producto europeo. La principal definición de lo que ocurrió en Francia es que unos franceses mataron a otros. En la medida en que Europa siga pensando que el mal viene de fuera está desenfocada y alimentando conflictos de civilizaciones que no existen.

-Después de cada atentando el planteamiento ha sido reagrupémonos y defendámonos.

- Esa es una posición ideológica. Nada une más que una buena amenaza externa. Si occidente sigue la tónica interpretativa de Estados Unidos el mensaje es agrupémonos, pero, en cambio, Francia no ha actuado así, ha tratado esto como un problema de terrorismo, no de choque de civilizaciones. Es absurdo pensar que un policia musulmán muerto y un terrorista muerto es un problema de oriente y occidente. Es un problema francés.

-Si en el corazón de París hay una reivindicación de Al Qaeda de Yemen o del Estado Islámico, ¿no hay también otros componentes?

-Pensar que el núcleo ideológico proviene del extranjero es el gran timo de la interpretación del yihadismo. En los 70, con el terrorismo atroz de los grupos palestinos y latinoamericanos, había que demostrar la preparación de un atentado para atribuírselo a un grupo. Ahora hay barra libre. El que lo reivindica se lo queda. Recuerdo que estaba traduciendo para algunos organismos oficiales españoles en el 11-M y hubo como cuatro o cinco grupos que reivindicaron los atentados. Nosotros dijimos que fue uno y ya está, lo que decía, barra libre de interpretación. Si occidente plantea que el malo está fuera así nos seguirá yendo.

-¿Entonces no hay más que un problema doméstico?

-Absolutamente. Es un problema nacional y por la suma de los estados nación que componen la Unión Europea es un problema europeo. Cualquier islamólogo serio sabe que el islam más radical ahora mismo está en Europa, porque es un islam que ha incorporado el discurso de lucha de clases de determinados grupos de hace 30 años y le ha llamado islámico de un modo estético, pero en absoluto proviene de raíces tradicionales islámicas.

-¿Y no entronca con los postulados por ejemplo de Al Qaeda o del Estado Islámico?

-Una de las cosas que más me ha llamado la atención en Teherán es que en un congreso sobre problemas regionales nadie aludió a Estados Unidos, sino EI y Al Qaeda. Ese es un discurso que no llega a Europa porque pensamos que el islam radical tiene un núcleo. Ojalá. No habría más que bombardearlo para acabar con él, pero no. Si organismos occidentales crearon organizaciones como Al Qaeda y el Estado Islámico para parar a Irán, lo que no podemos decir ahora es que el enemigo de esas organizaciones es Europa. Es absurdo. El islamismo paramilitar fue un invento que empezó en Bosnia y Afganistán. Decir ahora que surgió de la tradición islámica contra occidente es mentir a la historia.

-¿Teherán, colocado como epicentro del eje del mal, cómo se ve desde la acera?

-No se ve un pobre, no se oye un pitido en un atasco en una ciudad de 20 millones de personas, no se ve un papel en el suelo y no se le ve el pelo a ninguna mujer y esto último es lo que menos me explico en un país completamente desarrollado. Tienen obsesión por que la mujer no participe físicamente en la vida pública. Es un problema religioso. Ahora la verdadera sensación que se tiene cuando se estudia lo que ocurre es que hay una guerra civil en el islam entre el wahabbismo radical de Arabia Saudí y el islam chií de Irán. Al Qaeda y Estado Islámico son wahabbíes, los grupos paramilitares de África son wahabbíes, por lo tanto esos son los enemigos del chiísmo, los enemigos de Irán, por cierto creados por occidente.

-¿La situación actual, por tanto, es tributaria de las alianzas con Arabia Saudí?

-De momento invadir Iraq ha servido para que Irán lo invada demográficamente. O sea, Iraq ya depende de Irán, Siria dependerá de Irán si se mantiene el Gobierno actual, Líbano también... Por lo tanto, en oriente medio la guerra la está ganando el chiísmo y en Europa un grupo wahabbista radical, que nosotros pensamos que viene de fuera pero no, es el euroislam. Comprendo que es más fácil decir moros contra cristianos, pero la realidad es mucho más compleja.

-¿Por qué se cocina una explicación simplificada?

-Se ha simplificado a propósito porque es mucho más fácil una agenda ideológica occidentocentrista. Decir que vienen los moros permite aplicar medidas arancelarias específicas, medidas demográficas o subir las vallas pensando que estás defendiendo la esencia europea...

-¿Se corre el riesgo de destruir el espacio europeo con fronteras y controles...?

Ese es el verdadero problema. Cuando he visto los términos del acuerdo entre PP y PSOE para la lucha antiyihadista me parece que es una excusa para cerrar fronteras. Si estamos diciendo que el enemigo está dentro y la medida es cerrar fronteras me parece que estamos desenfocando. El enemigo sigue dentro. La solución es lucha policial contra el terrorismo y reconocimiento de que la sociedad europea es una sociedad compleja con religiones y razas diferentes por lo tanto huyamos de plantear que hay una sola forma de ser europeos.

-Desde que el Frente de Liberación Nacional ganó unas elecciones pero no pudo gobernar en 1990 hasta ilegalización y confiscación de bienes de los Hermanos Musulmanes ahora en Egipto, ¿cuánto se ha hecho por la radicalización islamista?

-Occidente se ha empeñado en acabar con determinadas primaveras árabes, especialmente la de Egipto. La mentalidad islámica internacional, es decir, cualquier musulmán del mundo, puede percibir que sí hay un occidente que intenta acabar con el islam, y eso sí que es peligroso. Plantear que en 1991 y actualmente en Egipto no se haya permitido gobernar a un partido democrático islámico que ha ganado unas elecciones me parece uno de los grandes problema que tenemos no en Europa, sino en occidente en general, que es el desequilibrio que hay entre los derechos nacionales y el derecho internacional. Es evidente que en un país como Túnez después de la Primavera Árabe ganara las elecciones un partido islámico, pero las segunda elecciones las ha ganado un partido laico. No hay nada que desgaste más a una ideología que un determinado tiempo en el poder. De hecho, la clave de la alternancia occidental está ahí. La alternancia de partidos es casi natural porque la gente se cansa de desterminadas políticas. Pues bien, la gente se habría cansado de partidos islámicos democráticos en Argelia y se habría cansado en Egipto, pero como no se les ha permitido cansarse porque se han provocado golpes de estado se contribuye a su radicalización y lo que era un partido político se convierte en ocasiones en guerrillas paramilitares, como ocurrió en Argelia y esperemos que no ocurra en Egipto.

Ferrín, minutos antes de la entrevista realizada en febrero en Málaga. / YHASMINA GARCÍA

-¿Cómo está ahora Egipto, un país que usted conoce tan bien?

-Hay una percepción casi esquizofrénica de la realidad porque gente que no quería un gobierno islámico se ha dado cuenta que lo que les llevó a la calle para exigir derechos, lo que llamamos la Primavera Árabe, se acaba de traducir en que a Mubarak y los suyos del régimen anterior los han liberado y, sin embargo, han metido en la cárcel a caricaturistas. Ahora mismo ese país es un polvorín en la medida que ha habido un golpe de estado que ha acabado con el principal partido y con el de la oposición porque los dos eran islamistas. La radicalización islámica de este país es de pizarra.

-¿Por qué el resultado de las primaveras árabes ha tenido resultados tan diferentes en Túnez o Libia?

-Libia, igual que Iraq ha dejado de existir, son estados fallidos. Echar a un dictador ha tenido traducciones diferentes en sitios diferentes. Libia ha dejado de funcionar y es muy peligroso que un estado tan megacefálico, con una sola capital controlando un sur absolutamente libre, bereber y tuareg, deje de funcionar. Las revueltas tuareg en el Sahel pueden afectar a Argelia y Marruecos. Túnez, sin embargo, es el experimento más exitoso de las primaveras árabes. Primero gobernó un partido islámico, como no podía ser de otra manera, porque los partidos políticos islámicos son los que verdaderamente vertebran la sociedad, por lo tanto es lógico, y ahora ha habido elecciones y ha ganado un partido laico, por lo tanto Túnez se acaba de consolidar como la genuina democracia árabe. También es cierto que occidente ha ejercido menos presión porque geoestratégicamente cuenta menos que Egipto. Ahí está la clave de cómo sin injerencias externas un país puede alcanzar un régimen de libertades adecuado.

-También el punto de partida era diferente.

-Pero no muy diferente del egipcio.

-¿Las turbulencias que vive Egipto son efecto de su papel ante Israel?

-Es un país muy peligroso. La estabilidad se mantiene desde fuera a costa de los propios egipcios. Está la cercanía a Israel, pero tambié también porque todo el comercio europeo y occidental pasa a través del Canal de Suez.

-¿Era necesario el pacto antiyihadista del PP y el PSOE?

-Es necesario que en España haya políticas de consenso nacional, pero pensar que puede haber un recorte mayor de libertadessimplemente porque el terrorismo es un genuino problema europeo me parece que va a ser contraproducente y me refiero a los siguiente: los terroristas en todos los casos en los que ha habido un claro seguimiento tanto en Francia como en Madrid e Inglaterra tenían antecedentes penales. Entendería algunos pactos para hacer un seguimiento o controlar a gente que ya tiene antecedentes, como ocurre con la violencia de género. Eso podría entenderlo. Pero que ahora a todos nosotros nos den una vuelta de tuerca cada vez que salgamos por un aeropuerto, que suban un poquito más las verjas de Melilla con estas excusas me parece contraproducente. También hay una lectura política indudable y es que la realidad de vertebración política en España ha cambiado muchísimo y ahora mismo los dos principales partidos tienen más deseo o necesidad de unirse .

-O sea una reacción a Podemos

-Estoy completamente convencido. Es una forma de marcar un partido que tiene seriedad de Estado frente al resto que es aventurero. Creo que tiene una lectura ideológica clara.

-¿No hubiera sido más conveniente un pacto en educación?

-Y Mucho más útil. Hubiera sido verdadera gestión de Estado pero no habría tenido tanta utilidad ideológica. También hubiera sido más útil en la lucha contra la corrupción.

-¿Una sociedad es corrupta o hay corrupción porque se puede, porque de alguna manera se permite?

-Me temo que por que puede, porque hay una amnistía mental circundante. Todo el mundo piensa que si fulanito tiene un carguito favorecerá a los suyos. Esa es una de las grandes lacras de nuestra evolución democrática. Y todavía nos queda un tiempecito porque esto no ocurre en todo el mundo y sin embargo, ocurre en todas partes en España. Es un problema ético que por multiplicación se convierte en sociológico. En España hay un verdadero problema de corrupción.

-¿Cómo está la universidad?

-Es un reflejo de la sociedad española.

-Pero parece que es la institución más respetada o de las más respetadas

El problema de las universidades españolas que se ocupan más de problemas patrimoniales e inmobiliarios, de tener un determinado patrimonio, de tener unas determinadas instalaciones y se han metido en el mismo terreno de las inmobiliarias españolas. Eso por una parte. Y por otra parte si en los determinados discursos políticos se habla de castas el verdadero y genuino problema de la universidad española es la casta.

-¿Se puede ser universitario y criticar las castas?

Se debe. Ser universitario y antiacademicista es como ser religioso y anticlerical. La persona que es universitaria tiene que ser antiacademicista, porque el academicismo es una casta, igual que el que realmente es religioso tiene que ser anticlerical, porque los clérigos son una casta. El verdadero espíritu universitario siempre es ir en contra de la casta.

-Esto debe dar mucho dolor de cabeza

-Mucho dolor de cabeza y mucho incentivo porque te das cuenta que cuando una casta se ocupa de ti es porque algo interesante tendrás que decir.

-¿Cómo están las humanidades?

-El mayor problema que tenemos es que se ha puesto de moda la aplicación de la casta a todos los niveles. Ahora para publicar en cualquier revista se ha inventado una cosa que se llaman los pares ciegos y es que el mismo grupo de personas están en las mismas comisiones de sexenios, de cátedra y editoriales. El sentido de casta es abrumador. Por esa parte resulta que la universidad está peor que hace unos años, sin embargo, puesto que la crisis económica ha hecho que ya no haya ninguna carrera con una salida profesional directa, las humanidades han ganado muchísimo en vocación. Por los alumnos por el modo en que los profesores abordan el contenido de las materias sin una urgencia laboral determinada me parece que las humanidades han ganado muchísimo en reflexión.

-¿Han vuelto a su origen?

-Nosotros en Filología Árabe estamos teniendo una primera elección de carrera que no habíamos tenido nunca. Y hasta lista de espera, algo que no había ocurrido nunca. La gente ha decidido que, puesto que con la crisis no le da trabajo directamente ninguna carrera, estudia lo que le gusta y eso incentiva muchísimo a los profesores. Esto se notará en unos años y será el verdadero logro universitario, el resto son problemas laborales y sindicales.

-Después del 11-M dijo que los atentados fueron una cuestión de ETA en alianza con determinados inmigrantes marroquíes

-Y lo mantengo absolutamente. Palabra por palabra. Los atentados del 11-M fueron un atentado nacional y si uno definía entonces, que era la clave del artículo, un atentado del terrorismo islámico como un tipo que se volaba a sí mismo intentando llegar al paraíso, aquello no fue el asunto. Si uno defiende la funcionalidad de un atentado para acabar con un gobierno determinado siguiendo las pautas que siguió ETA un año antes en Chamartín, yo tendería a pensar que si hubiera derechos de autor del terrorismo, los del 11-M los ganaría ETA.

-¿Le dio el PP las gracias por esta lectura?

-No. El PP y el PSOE se pusieron de acuerdo en el 11-M para decir que estaban de acuerdo en que era terrorismo islámico con tal de que fuese muy lejano. De tal manera que uno ganaba las elecciones y otro defendía la gestión de ayudar a EEUU en Iraq, con lo cual todos ganan. Hay otra cuestión ahí más compleja todavía. En el 11-M hay un componente claro de relaciones con Marruecos. Hay una relación directa entre los atentados de Casablanca, el 11-M y Perejil.

-Confieso que me cuesta verlo.

-Perejil fue un intento de golpe de Estado en Marruecos y la prueba es que en cuanto el rey volvió del viaje de novios y solucionó el problema empezó a destituir a gente en el ejército. Hizo una purga. España se portó muy bien con Marruecos en la crisis de Perejil porque solucionó el asunto sin demasiadas alaracas tratándolo prácticamente como inmigración ilegal.

-Bueno, fueron gendarmes marroquíes, o sea una fuerza policial, los que ocuparon el islote y España respondió con el Ejército...

-Sí, pero España los devolvió como inmigrantes ilegales. Cuando notas que no ha habido una orden directa desde arriba para lo de Perejil percibes que es un intento de 23-F marroquí y si reconocerlo debilita la jefatura del estado de marruecos pues no se habla mucho, pero es evidente que las relaciones entre España y Marruecos tienen mucho que decir. Lo que intento comentar es que si el terrorista islámico internacional de Israel es siempre palestino, el de Rusia siempre checheno, el de la India siempre pakistaní y el español es marroquí o el francés es argelino, creo que esto es la suma de terrorismos nacionales. Como lo fue el 11-S en Estados Unidos, porque el verdadero problema era el wahabbismo de gente que ya estaba en Estados Unidos. Son problemas internos.

-¿Por qué nunca se pone el acento en esta corriente rigorista del islam en Arabia Saudí que tanto ha alimentado el radicalismo?

-Porque Europa hace una lectura de oriente medio que pasa por los órganos de interpretación norteamericanos y el wahabbismo es una creación norteamericana hecha hace siglo y medio contra Europa, principalmente contra Gran Bretaña. En la segunda Guerra Mundial Gran Bretaña apoyaba a los hachemíes y Estados Unidos creó el wahabbismo para contrarrestarla y quedarse con el petróleo de Arabia Saudí. El wahabbismo es una ideología antigua, de 1700, que tiene repercusión política internacional desde que Estados Unidos firmó a principios del siglo XX con Arabia Saudí la empresa Aramco (Arabian American Oil Company) y ahí aparece el wahabbismo que conocemos.

-¿Nos han colocado muchas bacalás en las clases de Historia?

-Todas. Para nosotros como estado nación nuestra definición tiene que ser nacional católica basada en la reconquista por lo tanto todo lo que venga antes y después participa de la idea de lucha contra el moro. Es imposible hacer comprender a un español hoy día que el moro está dentro. El juego es vinieron y le echamos y por fin volvimos a ser nosotros mismos. El islam en Europa no está asimilado, pero en España menos que en ninguna parte, en España está atragantado.

-¡Armó un buen revuelo hace unos años negando la invasión musulmana en el 711!

-Es imposible plantear un islam que llegue a la península ibérica en el 711 cuando todavía ni siquiera había Corán, ni creo que hubiera posibilidad de hablar árabe a ese nivel y, lo más importante, cuando no tenemos ninguna prueba. Cuando mis contrarios, que son una casta, me presentan como prueba las monedas en árabe siempre les digo que las mismas monedas en árabe se acuñaron en Inglaterra porque el patrón oro del mediterráneo eran las monedas árabes porque representaban la única estabilidad económica que había. A partir de ahí que ninguna crónica de la época cuenta una invasión islámica ni habla del islam ¿Por qué estamos siempre hablando de lo mismo? Necesitamos una conquista porque nuestra mentalidad nacional se basa en una reconquista.  

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