DANIEL RODRÍGUEZ, INVESTIGADOR EN FÍSICA CUÁNTICA

“Es necesario favorecer la investigación básica de calidad”

  • Físico en la Universidad de Granada, con el marchamo de haber pasado por algunos de los mejores centros de investigación de Europa, desarrolla un proyecto pionero que podría aplicarse en computación cuántica

Daniel Rodríguez (Huelva, 1973) se licenció en Física (Universidad de Sevilla) se formó en Darmstadt y el Instituto Max Planck (Alemania) y Caen (Francia). Recaló en la Universidad de Huelva antes de llegar a la de Granada, donde trabaja en una nueva técnica que trata de desarrollar un dispositivo capaz de medir la masa de elementos superpesados. La física cuántica, rama en la que desarrolla sus investigaciones, ha tenido un importante auge desde los 80 y sobre los trabajos en este campo descansa la esperanza de una revolución tecnológica de la mano de la computación cuántica.

–Ha obtenido una importante cuantía de fondos europeos para su proyecto, 1,5 millones, ¿en qué consiste?

–La técnica que planteamos, ‘conectar’ dos iones en vacío y hacer transferencia de energía entre ellos, podría tener aplicaciones, por ejemplo, en computación cuántica. Hay un grupo en la Universidad de Berkley que intenta transferir estados cuánticos entre dos iones en vacío con una trampa de radiofrecuencia y nosotros lo vamos a hacer en una trampa magnética. Es lo queremos hacer, todavía no lo hemos hecho. Otra cuestión son las aplicaciones que se le puedan dar en unos meses o que necesite mucho más desarrollo. Lo que es la técnica de conectar dos iones en vacío es algo que ya propuso David Wineland, nobel de Física en 2012, y no se ha hecho hasta la fecha. Él lo proponía para hacer medidas de física fundamental y también orientado a la computación cuántica.

–Entonces, ¿qué aplicación práctica tiene su proyecto?

–Las aplicaciones surgen a partir de que alguien hace investigación fundamental. Si alguien no se hubiera molestado en estudiar un mecanismo de producción de radiación que diera lugar a la luz láser ahora no se aplicaría en medicina o en la industria. Si no se hubieran estudiando las propiedades de los materiales semiconductores no existirían los transistores... Hay estudios que se hacen más focalizados al ámbito de aplicación, pero todo parte de la investigación fundamental. El paso de uno a otro puede ser de 30 o 40 años.

–¿Estamos muy lejos de llegar a los resultados que espera?

–No vamos mal. Estamos a la mitad del proyecto y todo dependerá de cómo vayan las cosas a partir de ahora. Vamos a hacer todo lo posible para que salga. Si la técnica funciona ya es un logro enormemente grande. Luego se verá si esta técnica se puede llevar a una instalación. Eso es otra cuestión.

–¿Siente presión?

–Presión siempre hay. Me presiono a mí mismo porque cuando compites por una de estas subvenciones hay que pasar por una entrevista en Bruselas ante quince expertos en el tema. Y yo nunca había trabajado con láseres. Cuando terminé la entrevista no tenía muy claro si al tribunal le había quedado claro que yo podía hacer este proyecto en Granada. Aquí había que empezar de cero, y eso es mucha presión.

–Se podría decir que no ha partido de cero, sino de menos quince... ha tenido que formar a su equipo, diseñar la maquinaria...

–He estado muchos años fuera, y traer y diseñar la maquinaria es algo que se puede asumir. En cuando al equipo, es cierto que a los estudiantes que vienen hay que formarles y, además, sabes que muy probablemente se irán pronto.

–Es el suyo un caso atípico por haber vuelto a Granada...

–Creo que hay gente que hace su tesis aquí, se va y luego vuelve. También los hay que la tesis la hacen fuera y también vuelven. La figura de irse y volver quizá sea más habitual que antes. Pero no se puede generalizar.

–Se le da quizá demasiada importancia a la transferencia...

–La Universidad es una institución donde se mezcla la educación con la investigación.Y el mejor sitio para desarrollar la investigación fundamental es aquí. Puede que dé resultados o puede que no, no puedes tener la garantía de que esa investigación dé resultados.Quizá el 80 o 90% de lo que vas a hacer no tiene éxito. Si además exiges transferencia, la cosa se complica. Hay que favorecer la investigación básica, de calidad, que luego puede repercutir o no en la sociedad. Estoy convencido de que en la mayoría de los casos en un plazo largo de tiempo sí tiene aplicación.

–Aquí quizá falta paciencia...

–Sí, pero no sólo aquí. Es algo que se ve también en otros sitios. Es un camino largo, duro, y la gente se impacienta si a los cuatro o cinco años no tienes resultados. Cada vez hay más tendencia a buscar la aplicación en la sociedad, y muchos programas están orientados a eso.

–¿Qué más nos falla?

–Si se compara, y las comparaciones no son muy buenas, aquí a lo mejor la situación que hemos vivido con los recortes y las limitaciones suponen un problema. La investigación cuesta, y cuesta mucho dinero. Aparte hay entornos que están más dedicados a un tipo de investigación que otra, e introducir una nueva línea de trabajo es complicado. Aquí el problema es el económico, y ahora se nota un poco más. Y tampoco podemos competir con países como Alemania o Estados Unidos si nosotros no hemos hecho este tipo de trabajo durante muchísimos años. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios