UNIVERSIDAD DE JAÉN

“Los alumnos que participan en grupos de investigación tienen una incorporación más directa a las empresas”

  • Juan Ramón Lanzas es Vicerrector de Relaciones con la Sociedad e Inserción Laboral de la Universidad de Jaén.

Imagen de Juan Ramón Lanzas.

Hace unos días se celebró en Jaén la I Jornada con empresas del sector oleícola. Un proyecto del Centro de Estudios Avanzados en Olivar y Aceite de Oliva en colaboración con el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad e Inserción Laboral de la Universidad de Jaén. Hablamos con su máximo responsable, Juan Ramón Lanzas, para conocer el balance de esta iniciativa y el trabajo que se realizara para mejorar la empleabilidad del alumnado universitario. 

¿Cuál es el balance de esta primera jornada?

El balance ha sido más que positivo, estamos satisfechos de cómo transcurrió todo. Sobre todo porque así nos lo han transmitido los propios asistentes. Creo que hemos podido trasladar de manera sencilla las capacidades investigadoras y formativas que tiene la universidad para el sector, que era nuestra misión. Además, en los coloquios y reuniones ha habido un alto interés que creemos crecerá cuando tengamos nuevos contactos ya con reuniones más extensas y concretas. Encuentros en los que también intentaremos nosotros recibir la otra parte: acercar las empresas la universidad. Ver qué demandan para saber qué les podemos ofrecer, tanto en el plano de investigación para cubrir sus necesidades como en el de la formación, algo muy importante.

¿Qué relación hay actualmente con las empresas oleícolas?

Estas jornadas pretenden ser de continuidad, es decir, que pronto queremos abordar el trabajo en otros sectores profesionales. Pero hemos empezado por un sector muy importante para la provincia y que genera mucho valor añadido y empleo. Es un sector que cada día más se está profesionalizando, pero todavía necesita un empuje importante de cara a que dentro de estas empresas se puedan realizar otras actividades que actúen con criterios de racionalidad económica y que puedan dar lugar a otras líneas de actuación dentro de las estrategias de las empresa. Y, también, abordar dos problemas que creo que tiene el sector todavía: la comercialización y una gestión más profesional dentro de la actividad de dirección de la empresa.

¿Son receptivas las empresas del sector?

Lógicamente, para desarrollar nuestro trabajo, las empresas deben ser receptoras. Es una función a desarrollar por parte del Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad e Inserción Laboral y el Centro de Estudios Avanzados en Olivar y Aceite de Oliva. Debemos tener una posición proactiva para que las empresas puedan recibir todo lo que queremos transmitirle. Es lo que podríamos llamar acercar la universidad a las empresas; pero también hay que darles a conocer la investigación que realizamos y que puede venir bien a todas las empresas del sector. Además, claro, de la capacidades de nuestros alumnos y egresados para poder unir esa transferencia con la formación que ellos tienen.

La Universidad de Jaén también puede aportar con trabajo de investigación.

Claro. La Universidad de Jaén tiene una conexión mayor con el sector gracias a las unidades funcionales del Centro de Estudios Avanzados en Olivares y Aceites de Oliva, donde diversos grupos de investigación desarrollan líneas de trabajo que pueden venir muy bien a las empresas para potenciar sus capacidades. Al mismo tiempo, esto sirve para aumentar la empleabilidad del alumnado: no cabe duda que los alumnos que participan en grupos de investigación tienen una incorporación más directa a las empresas.

¿Tienen futuro los jóvenes en el sector oleícola?

Creo que este es un sector que todavía puede recoger una parte importante de los alumnos que salen de nuestra universidad en diferentes titulaciones. Creo que si el sector se profesionaliza cada vez más, los jóvenes podrán desarrollar ahí su carrera profesional como en cualquier otro sector. No tenemos que pensar que este sector tenga que ser demandante de persona de baja cualificación; sino todo lo contrario: profesionalizar el sector significa incorporar profesionales altamente cualificados. No por ser un sector primario, agroalimentario, tiene que recibir a personas de niveles educativos inferiores de la universidad.

¿Qué otros sectores son prioritarios por tener más empleo para los jóvenes?

Dentro de los objetivos que nosotros tenemos, primero vamos a mirar a la provincia e intentar que no haya fuga de talentos, por decirlo de alguna manera. Hay sectores estratégicos en Jaén que son en los que nos vamos a centrar: son los que generan más empleo y riqueza. Somos conscientes de que debemos trabajar con la sociedad más próxima que tengamos para fomentar el tejido socio económico de la provincia, pero no restamos posibilidades a que los alumnos puedan abordar cualquier otro territorio para desenvolverse desde el punto de vista laboral.

¿Está bien formada la nueva generación de universitarios?

Es indudable el alto nivel de formación y cualificación que un alumno recibe hoy día, a pesar de que se hayan modificado los planes de estudio varias veces en poco tiempo, como ahora con el Plan Bolonia. Creo que el alumnado sale de la universidad altamente cualificado: son alumnas y alumnos que tienen un dominio de un segundo idioma y, además, creo que tienen interés en formarse. Creo que la universidad pública forma y capacita a los estudiantes en un nivel, creo, de notable alto.

¿Qué iniciativas desarrolla el Vicerrectorado para aumentar la empleabilidad juvenil?

Estas jornadas son una de ellas. Las ayudas o acciones del programa universitario para favorecer la inserción laboral también. Y otras iniciativas también van en el sentido de incidir al alumnado a que sean proactivos para conseguir su empleo. Es algo que se consigue dando una formación integral que va más allá del currículum de cada grado: oratoria, presentación del currículum, idiomas… Es decir, transversalidad en lo que significa todo su nivel de aprendizaje. Todos los programas que tenemos de empleabilidad pasan por empezar unas prácticas. La secuencia es esta: primero, dentro del currículo, el alumnado realiza prácticas curriculares que significan su primer acercamiento a la empresa. Luego, habría unas prácticas extracurriculares o Ícaro, que implican ya una remuneración. Finalmente habría incentivos directos ya con contrato laboral en prácticas: en este caso el 50 por ciento del Salario Mínimo Interprofesional con una ayuda por un contrato a seis meses, que en los tres primeros meses que puede estar entre los 900 y los 1.500 euros. Además es un incentivo compatible con otros que pueda dar cualquier otra administración pública. Este proceso suele tener éxito y una gran parte de los alumnos que encuentran trabajo en el primero año tras la universidad son alumnos que han pasado por estas fases.

¿Hay hueco en el mercado laboral para los jóvenes?

Cuando un profundiza en las estadísticas de niveles de empleo, descubre que los alumnos no tienen que sentirse pesimistas. La realidad es que la dificultad está para las personas no cualificadas y formadas, pero el alumnado que supera la etapa universitaria y sale como titulado creo que debe ser optimista. Un buen ejemplo es que en la Universidad de Jaén, de media, un alumno tarda entre un año y dos meses en incorporarse al mundo laboral. Una parte importante de los niveles de paro que tenemos en España son fruto del abandono escolar o de personas que han salido de sectores que por la crisis se han venido abajo; pero el universitario, en un abanico amplio de titulaciones, tiene salida. Otra cosa es que los niveles salariales que inicialmente tienen los alumnos al incorporarse al mundo laboral: eso es otra cuestión, claro. Pero creo que lo importante es incorporarse al mundo laboral y, a partir de ahí, será la empresa o la institución pública la que le facilitará a corto y medio plazo que se le reconozca su formación con una retribución adecuada.

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