JOSÉ LUIS TORRES, profesor de Económicas

"El programa de Podemos dice cosas sensatas"

  • Profesor de Fundamentos Económicos de la Universidad de Málaga, afirma que la formación emergente tiene "algunas cosillas imposibles" pero advierte que como el de cualquier otro partido económico · En la entrevista, además, alerta de la baja formación de las nuevas generaciones.

José Luis Torres, durante la entrevista a mediados de diciembre. / YHASMINA GARCÍA.

Homero le abrió las puertas de la cultura clásica. Tenía 14 años y estudiaba en el internado El Castillo de Ronda cuando cayó en sus manos La Ilíada. Aquella lectura le dejó huella. Con los años le condujo a Grecia, un país que ha recorrido en busca de las trazas de las Termópilas o de Alejandro. Pudo haber sido un helenista erudito, de facto lo es, pero prefirió la economía. Riguroso, puede que rigorista, José Luis Torres (Faraján, Málaga, 1968 ) es tan ajeno a lo políticamente correcto que no teme reconocer que el programa de Podemos no es ni más ni menos que eso: un programa político con algunas cosas sensatas y otras irrealizables. Como todos.

-¿Ha leído ya el programa de Podemos?

-Sí, sí, claro.

-¿Qué tal?

-No está mal.

-¡Caramba!

-¿Por qué?

-Es el único economista que no alerta de sus riesgos y subraya errores de conocimiento económico de bulto.

-Tiene algunas cosillas imposibles, como cualquier otro. De hecho, no hay mucha diferencia, por no decir ninguna, con el de Izquierda Unida. Tiene pocas novedades. De hecho dice muchas cosas sensatas.

-¿Por ejemplo?

-Pone el acento en las políticas educativas como elemento fundamental para salir de la crisis, propone muchas medidas y dice cómo financiarlas. Plantea dos maneras: lucha contra el fraude fiscal, que eso está en todos los programas de todos partidos, pero también aumento de impuestos.

-Y eso ya es más claro.

-Mucho más. Básicamente lo que te dice es que tiene que haber una armonización fiscal en Europa y como la presión fiscal en España es mucho más baja hay que aumentar los impuestos. Está bien. No promete bajar los impuestos cuando todos sabemos que no se puede.

-Los empresarios, la banca, el PP, el PSOE están asustados e intentan asustar con Podemos... Dicen que son el chavismo en Europa.

-En el programa económico no sale eso. Hay medidas completamente irrealizables como la reestructuración de la deuda o la banca pública y caen en un análisis erróneo de la crisis, por otra parte bastante común. Plantean que tenemos un problema de demanda, de modo que si no hay empleo y las empresas no producen es porque no hay demanda, cuando es justo al contrario. La crisis es consecuencia de una demanda excesiva que nos ha llevado al endeudamiento público y privado. Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y ahora pagamos las consecuencias.

-¿Por qué es inviable reestructurar la deuda?

-Estamos en la unión monetaria. Hay países que no deberían haber entrado, como Grecia y, posiblemente España, pero estamos dentro y hay unos requisitos. Plantear una reestructuración de la deuda significa que quiebre otra vez el Estado.

-¿Y modificar el artículo 135 de la Constitución sobre control del déficit?

-Un error porque volveríamos al momento del rescate, cuando la prima de riesgo se disparó... Realmente hay puntos del programa de Podemos que chirrían. Es como incluir el crédito como un derecho.

-Sin embargo el grifo del crédito sigue cerrado.

-Ese es uno de los problemas que tenemos y me parece bien que el ICO sea más activo, que haya nuevos canales de financiación, pero hablar de derecho al crédito si no es en un sentido general, como se habla del derecho al trabajo digno, suena extraño.

-O sea, que de miedo, nada de nada.

-No, en principio no.

-¿La renta básica sería asumible?

-Tampoco aparece como tal en el programa. Lo que más llama la atención es la reestructuración de la deuda, la reforma del artículo 135 de la Constitución, el derecho al crédito y la banca pública... ¡Con la experiencia que hemos tenido con las cajas de ahorro, volver a la banca públicaque es la que nos ha llevado al rescate! Desde el punto de vista económico también dicen algunas cosas... como dejar la edad de jubilación en 65 años, reducir la jornada a 35 horas semanales...

-¿Son factibles?

-Ahora mismo no.

-O sea que únicamente ve puntos irrealizables, pero no más allá de lo que sucedió en 1982 con el PSOE y su "OTAN, de entrada, no".

-Efectivamente. No creo que su idea sea aplicar totalmente el programa. No conozco ningún partido que lo haya hecho.

-Llama la atención que las pensiones hayan desaparecido del discurso público a la misma velocidad que el fondo de reserva. En poco más de dos años se han gastado 20.000 millones.

-Ese sí que es un problema. Por eso es inviable no subir la edad de jubilación. Tenemos un problema de empleo y tenemos un problema de natalidad que sumado al aumento de la esperanza de vida pone en peligro de colapso la Seguridad Social. La manera de resolverlo es ampliar la edad de jubilación.

-Seis millones de parados y nadie da con la clave.

-No, porque está visto que ajustar los salarios a la baja no resuelve ningún problema. Nuestro problema es la productividad.

-¿Se puede mejorar cuando la economía gira en torno al turismo y los servicios? Un camarero llega un momento en que no puede servir cafés más rápido...

-Tenemos empresas grandes... pero son pocas. Falta músculo.

-Pero la falta de productividad se ha acabado resumiendo en que este es un país de vagos.

-No, es un problema de organización de la economía donde el Gobierno tiene mucho que ver.

-¿Qué puede hacer o dejar de hacer?

-Lo que dicen todos: acceso fácil al crédito, eliminar obstáculos a la creación de empresas y reforma definitiva del mercado de trabajo para que haya un único contrato.

-¿Eso es despido libre y gratuito?

-No, para nada. El objetivo de la reforma del mercado de trabajo es eliminar la temporalidad, que es demasiado alta.

-En cualquier caso el mensaje que ahora se repite es que por fin salimos de la crisis. ¿Es cierto o es solo ambiente preelectoral?

-Hemos tocado fondo y no seguimos cayendo. La economía ha rebotado un poco y estamos creciendo, pero no está claro que vayamos a salir de la crisis.

-¿Por qué no?

-Tenemos un problema de endeudamiento que consume muchos recursos, están los obstáculos a las empresas... y además, Europa ahora tampoco crece, cuando eran las exportaciones las que estaban tirando de la economía española... No sabemos si a partir de aquí se va a ralentizar el crecimiento de nuevo... ¡Llevamos así desde 2007! Nunca hemos tenido una crisis tan duradera y profunda.

-Hablar de déficit tampoco parece que esté ahora de moda.

-Pues Bruselas está continuamente llamando la atención porque no cumplimos. Gastamos más de lo que ingresamos y eso quiere decir que la deuda sigue aumentando.

-Después de tantos recortes el déficit apenas si ha caído a la mitad. ¿Qué tiene que pasar en este país para alcanzar los objetivos?

-Está claro. Bruselas dice básicamente que si queremos mantener el ritmo de gasto debemos subir impuestos. Aunque haya mucha ineficiencia, la mayoría del gasto, es social. Si recortas básicamente recortas en sanidad, educación, pensiones y protección social.

-¿Entonces?

-Pues si no queremos recortar el gasto público hay que aumentar la presión fiscal. Bruselas nos dice que el IVA hay que ponerlo al 23%.

-¿Y el Gobierno?

-Espera. Esto es lo que hacen siempre los gobiernos: esperar para ver si la economía crece, aumentan los ingresos y se puede reducir el déficit sin subir impuestos.

-La crisis ha traído mucha desigualdad, ha aflorado la corrupción, no se ha reducido el gasto de funcionamiento público...

-Lo que más choca de todo es que tengamos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo y uno de los peores sistemas educativos.

-¡Tan malo es!

-Sí.

-¿Tiene alguna explicación?

-No. Son recursos y políticas públicas, pero los resultados son diferentes. De hecho, la educación es uno de los principales problemas de la economía española.

-¿Por qué?

-Porque las generaciones de ahora no están en absoluto preparadas para nada. No es cierto que sean las mejor preparadas de la historia como se dice.

-Que lo diga usted desde la universidad es a tener en cuenta.

-Llevo 18 años y he visto cómo ha caído.

-Son los años de la educación obligatoria hasta los 16 y de la Logse.

-Los alumnos llegaban antes y sabían derivar, ahora no. Hay algunos estudiantes muy buenos y muchos otros que no. Antes era más homogéneo.

-Hablamos en una facultad creada hace 50 años para profesionalizar el tejido productivo del entorno y me dice que los titulados que salen de aquí no son capaces.

-Sí. La preparación, la actitud y la formación es fundamental para la economía. Si en PISA los españoles sacan las peores notas eso tiene muchas consecuencias.

-Sin embargo, de educación se habla mucho. Cada Gobierno introduce una reforma.

-Eso no puede ser. En la universidad acabamos de tener una reforma y el Ministerio de Educación ya baraja otra para pasar los grados de cuatro a tres años y los másteres a dos. No puede ser. Cambiamos constantemente, pero la base es la misma y muchas veces solo empeora.

-¡De pronto hemos descubierto que los economistas investigan en la universidad!

-[Risas]

-Y que algunos lo hacen sin venir al despacho, sin horario...

-Los economistas con un portátil y conexión a internet, que da acceso a las bases de datos de todo el mundo y a las revistas científicas, podemos investigar en cualquier sitio.

-¿Y el expediente a Errejón?

-¡Por ser quien es! Si no, no hubiera tenido ninguna relevancia. Salvo que investigues en un laboratorio, la investigación la haces a la hora que quieres y donde quieres... Es más hay gente que no investiga y no pasa nada.

-¿Tienen que estar todas las carreras en todas las universidades?

-A lo mejor sería más eficiente un buen sistema de becas y mover los alumnos en vez de poner facultades de todo en todos sitios.

-¿Ha notado el recorte becas notado aula?

-Sí.

-¿Ha venido algún alumno a pedirle que le apruebe para no quedarse sin beca?

-Sí, alguno, y los becarios colabodores del Departamento que cobraban una beca de 2.700 euros les han bajado a 2.000 euros.

-¿Qué le parece que hayan subido los requisitos académicos a los becarios?

-Bien, eso me parece bien.

-Pero la mayor parte del coste de los no becarios también se sostiene con dinero público y nadie les pide que aprueben.

-Pagan la matrícula más cara.

-¿Pero solo a partir de la tercera matrícula y sube poquito a poco?

-Hay mucha gente así. Tengo un grupo de 35 alumnos de licenciatura en el que uno que ha pagado 11 veces la matrícula y nunca se ha presentado a examen, otro nueve y se ha presentado una, otro ocho sin acudir a los exámenes, tres que se han matriculado seis veces y dos en cinco ocasiones. 

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