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Los universitarios pierden 50 millones en becas

  • El recorte medio se aproxima a los 700 euros anuales por becario, aunque los estudiantes de economías más humildes son los que soportan la mayor parte del ajuste.

Los universitarios andaluces han perdido 50 millones en becas a causa de los recortes y el nuevo régimen de ayudas al estudio, a pesar de que la cifra de becarios ha aumentado en los últimos años. El importe global de las becas generales del Ministerio de Educación durante el curso 2011/2012 fue de 261,7 millones de euros. De esa cifra se ha pasado a 213,3 millones. Cada becario ha perdido de media cerca de 700 euros, aunque el grueso del ajuste lo han tenido que afrontar los estudiantes con economías más humildes.

El rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, ya llamó la atención el año pasado sobre la magnitud del recorte que alcanza en esta institución académica los 13,7 millones de euros. La cuantía media de la ayuda del Ministerio de Educación que recibieron sus alumnos el año pasado fue de 2.644 euros (16.910 becarios y un presupuesto global de 44,7 millones), frente a los 3.535 euros por becario de 2011/2012.

La vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Granada, Rosa García, admite que la suma de los diferentes conceptos que contenían las becas del curso 2011/2012 ascendía a algo más de 66 millones de euros. Los 16.572 becarios granadinos recibieron de media 3.986 euros (incluida la parte correspondiente a las tasas académicas). El año pasado, este importe bajó a 3.039 euros (-23%).

La Universidad de Jaén mantiene bajo la lupa la evolución de las becas generales al estudio desde mediados de los años 90. Los datos son elocuentes: nunca hubo tantos becarios, pero el importe medio de las ayudas es ahora idéntico al de hace una década. La cifra de alumnos con ayudas del Ministerio de Educación en los últimos tres cursos en esta institución oscila entre 5.169 y 5.329, cuando antes de la crisis no llegaban a 4.000. Sin embargo, el importe global se ha reducido en 4,8 millones de euros (-24%), al pasar de los 19,9 millones del curso 2011/2012 a los 15,1 millones del pasado. En este periodo la cuantía media de las becas de los alumnos jienenses ha sufrido un tajo de mil euros (desde los 3.864 euros a 2.836 euros,- 26%). El retroceso en la Universidad de Málaga ha sido de cinco millones en un panorama muy similar: 1.000 becarios más y 600 euros menos de media por estudiante.

La variación entre unas universidades y otras depende fundamentalmente del número de estudiantes de economía humilde que estudia en sus aulas y de la cifra de alumnos que se ven obligados a vivir fuera del domicilio familiar durante el curso, porque son los conceptos vinculados a la renta y la residencia los que han soportado el grueso del ajuste. El importe de las becas destinadas a cubrir la matrícula no ha sufrido demasiados desbarajustes en este periodo. Hay universidades como la de Málaga donde la partida correspondiente a la exención de tasas no solo no ha bajado, sino que ha subido ligeramente, aunque en otras como la de Almería sí se aprecia una ligera caída en las ayudas por este concepto, al pasar de 3,4 a 3,2 millones de euros.

La evolución de las becas se ha elaborado teniendo en cuenta los datos correspondientes el curso 2011/2012, proporcionados por el Gobierno en una pregunta parlamentaria, por ser el previo a la implantación a la reforma del sistema de ayudas. Además, ese fue el periodo en el que se registraron las ayudas más significativas. El año siguiente se produjo una primera caída, tendencia que se mantuvo el curso pasado, hasta experimentar un descenso de 50 millones. Este curso todavía no está cerrado. El Ministerio de Educación tiene pendiente liquidar y abonar la última parte de la beca variable, de ahí que las nueve universidades andaluzas consultadas hayan sido cautas al facilitar los datos. No obstante, si se tiene en cuenta la parte fija de las ayudas se aprecian algunos indicios que permiten aventurar un ligero retraimiento en los importes durante el curso actual, aunque sin alcanzar las cotas del pasado, mientras la cifra de becarios se mantiene sin grandes cambios.

Por ejemplo, en la Universidad de Almería los importes fijos vinculados a renta y residencia, previstos para compensar alumnos de muy bajos recursos (hasta 13.909 euros anuales brutos para una familia de cuatro miembros) o que viven fuera del domicilio habitual durante el curso (con ingresos que no superen los 36.421 en el caso de una familia de cuatro miembros) han experimentado un retroceso total próximo a los 200.000 euros, mientras que en la Universidad de Córdoba la primera partida ha aumentado en 82.500 euros y la segunda ha caído en 64.500. El panorama que se registra en la Universidad Pablo de Olavide es similar, puesto que las sumas globales correspondientes a la beca fija vinculada a residencia ha bajado 36.000 euros, pero la que compensa la residencia ha aumentado en 6.000 euros.

El nuevo escenario de becas se rige por una mayor exigencia académica (6,5 de media para acceder a ayudas vinculadas a renta y residencia o todo aprobado) y asignaciones económicas que dependen del número de becarios y del presupuesto predeterminado. Es decir, hasta el curso 2012/213 los estudiantes que cumplían requisitos económicos y académicos (aprobado con cinco) tenían garantizados los importes de sus ayudas. Por ejemplo, los alumnos de familias más modestas obligados a vivir fuera del domicilio durante el curso obtenían 6.000 euros. Estos mismos estudiantes en la actualidad tienen garantizados 3.000 euros por renta y residencia. El resto de la beca es variable y depende de su expediente, de la nota media de los becarios de su área de conocimiento y del dinero disponible después de abonar la parte fija. El resultado es que la beca de esos mismos alumnos de bajos recursos que estudian fuera del domicilio se sitúa ahora en torno a los 4.700 euros.

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