A las espaldas de la casa donde nació Picasso, pero también junto a la Cruz Verde, uno de los barrios más deprimidos de Málaga, ocho titulados y estudiantes de último curso de Bellas Artes (en la imagen superior) han sumado energías, creatividad y recursos para crear un espacio en el que trabajar, exponer y agitar la cultura local. 

El origen de este proyecto que se denomina Espacio Cienfuegos, en alusión al callejón que alberga el taller colectivo, se sitúa en Córdoba donde Ignacio Estudillo (pintor), Laura Franco (artista multidisciplinar) y Cristian Alcaraz (poeta) coincidieron durante el curso 2011/2012 en la fundación Antonio Gala. Allí conocieron una dinámica nueva de trabajo, definida por la convivencia de creadores de diferentes áreas, una idea que decidieron continuar después de aquella estancia.  Con posterioridad se han sumado a la iniciativa los pintores Adrián Olivares y Zeus Sánchez, el fotógrafo Alejandro Martín, el artista multidisciplinar Antonio Navarro y Carmen Torres, diseño de packaging y tipografía.

La ventaja de compartir área de trabajo es doble: “Cada uno de nosotros tiene sus propios intereses, pero cuando ves lo que está haciendo otro compañero siempre surge una idea, un lenguaje nuevo, algo que no se te hubiera ocurrido solo”, apunta Ignacio Estudillo. “El contacto diario y directo con otros es la parte más rica de esta experiencia”. Junto a las oportunidades que ofrece el trabajo colaborativo, el proyecto tiene también la utilidad de proporcionar un espacio y un ambiente de trabajo a creadores muy jóvenes que en otras circunstancias “posiblemente no nos podríamos permitir”, indica Adrián Olivares.

Los miembros del grupo tienen entre 23 y 30 años y salvo Estudillo ninguno puede vivir todavía de los ingresos que le reporta su actividad artística, de ahí que tengan “otras fuentes de ingresos ya sea una beca u otro tipo de trabajo”, aclara Zeus Sánchez.

No obstante, la vocación del Espacio Cienfuegos va más allá de la mera actividad creativa, también es una alternativa cultural abierta al exterior en la que se innova y ensaya un nuevo tipo de gestión. El colectivo ha optado por las convocatorias públicas tanto para incorporar a nuevos integrantes al grupo como para diseñar el programa de actividades que desarrolla. Realiza periódicamente exposiciones, proyecciones de documentales, microteatro, recitales de poesía y hasta algunas actuaciones musicales. Además, desarrollan determinados proyectos conjuntos como un documental que realizan estos días sobre su experiencia vital en el cine que les permite evocar los cines de su infancia, la mayoría abandonados o consumidos por la especulación inmobiliaria. Este trabajo se llevará al MAF, programación cultural que acompaña al Festival de Cine de Málaga.

“La idea es no ser herméticos, que pueda tener cabida cualquier experiencia, cualquier invento”, subraya Ignacio Estudillo. La única línea roja son “los rollos políticos”. Esta cuestión, no obstante, no impide que sí haya agitación social como demuestra el proyecto que Antonio Navarro y Carmen Torres promueven junto a Antonio Caballero para abrir una vía de trabajo y estudio sobre género que incluya lecturas, documentales y escritoras.

La programación cultural de Espacio Cienfuegos se financia a través de las aportaciones individuales y personales que realizan los ocho artistas forman el grupo. No ocultan que la cuestión no es fácil, de ahí que estén ultimando un proyecto de micromecenazgo o crowdfunding para sostener económicamente esta oferta que se ha revelado como una de las más innovadoras y atractivas especialmente para el público joven. La campaña de captación de fondos está a punto de comenzar a través de la plataforma Verkami.