Natalalia Hidalgo, Natalia Bueso y Miguel Pérez, de izquierda a derecha.

Diez mujeres perdieron la vida el año pasado en Andalucía en episodios de violencia machista, mientras que los juzgados de la comunidad autónoma tramitaban tan solo en el tercer trimestre de 2014 más de 8.000 causas judiciales por maltrato. La magnitud de las cifras deja constancia de la gravedad de este problema social justo cuando se cumplen diez años de la ley integral contra la violencia de género. A lo largo de la última década se ha constatado que las mujeres que han sufrido violencia de género padecen multitud de problemas físicos, psicológicos, neurológicos y cognitivos. En este ámbito, no obstante, quedan todavía grandes áreas por investigar. El catedrático de la Universidad de Granada Miguel Pérez García, del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Facultad de Psicología, ha iiniciado un proyecto con el que pretende poner al descubierto las claves de la reincidencia.

Pérez García trabaja desde hace años en  torno al funcionamiento mental y cerebral de los maltratadores. Forma parte del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (Cimcyc) de la Universidad de Granada que investigará qué variables pueden predecir la reincidencia de los maltratadores. Este estudio se va a realizar en las ocho provincias andaluzas y ha sido financiado por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía. El proyecto tiene por nombre Predicción de la reincidencia de los maltratadores en Andalucía: Variables neuropsicológicas, de personalidad, forenses y del contexto y cuenta con la colaboración, entre otras profesionales, de Natalia Hidalgo Ruzzante y Natalia Bueso Izquierdo.

Hay pocos trabajos que aborden el maltrato desde el punto de vista neuropsicológico, estando la gran mayoría centrados en el daño cerebral en maltratadores como correlato de la conducta violenta. Los estudios internacionales llevados a cabo indican que entre el 30% y el 50% de los maltratadores reinciden en el año siguiente a ser condenados. Sin embargo, no existen estudios en este tema en Andalucía y los existentes en el ámbito nacional son muy escasos.

Las investigaciones previas han puesto de manifiesto que no todos los agresores obedecen a un mismo perfil. A partir de ahí en este trabajo se plantea “investigar si el funcionamiento cognitivo y cerebral de los maltratadores puede ser utilizado para conocer cuáles de ellos pueden reincidir. Para ello se utilizarán tareas cognitivas realizadas a través de programas de ordenador y el escáner de última generación para resonancias magnéticas cerebrales del Cimcyc”.

Este grupo ya ha realizado estudios del funcionamiento mental y cerebral de los maltratadores en los últimos tres años aunque “los datos están siendo analizados en este momento, los resultados preliminares en las pruebas cognitivas indican que los maltratadores son inflexibles pero que no tienen dificultades cognitivas a la hora de tomar decisiones”, destaca el responsable del estudio.

Por otro lado, este grupo también está realizando investigaciones sobre las posibles secuelas cognitivas y cerebrales que las mujeres víctimas de violencia de género pueden haber sufrido como consecuencia de la violencia psicológica o física recibida. Los resultados preliminares indican que la mayoría mujeres víctima de violencia de género estudiadas sufren problemas cognitivos de atención y memoria. Los futuros esfuerzos de este grupo se están enfocando en el desarrollo de programas de rehabilitación para dichas secuelas.