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Andaluces en el firmamento científico europeo

  • Los investigadores de la Universidad de Sevilla José López Barneo y Andrés Aguilera son los primeros que consiguen financiación de la línea Advanced Grants, reservada a científicos 'seniors' que trabajan "en las fronteras del conocimiento humano", en palabras del comisario europeo de Investigación, Carlos Moedas.

Los catedráticos José López Barneo (izda.) del Instituto de Biomedicina de Sevilla, y Andrés Aguilera, del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa.

Los investigadores José López Barneo y Andrés Aguilera se han convertido en los primeros andaluces en tocar la gloria científica europea. Ambos han sido reconocidos por el programa Advanced Grants del Consejo Europeo de Investigación (ERC en sus siglas en inglés) que proporciona financiación extraordinaria para desarrollar proyectos de largo alcance dirigidos a resolver algunos de los mayores desafíos de la sociedad actual. “Los científicos que se benefician de este ERC Advanced Grants trabajan en las fronteras del conocimiento humano”, resumía el pasado 30 de junio el comisario europeo de Investigación, Carlos Moedas.

Este programa, dirigido a apoyar investigadores sénior, disponía en la convocatoria de 2014 resuelta ahora de un presupuesto de 445 millones de euros. Los beneficiarios han sido 190 científicos europeos de élite en sus respectivas áreas de conocimiento que están al frente de proyectos considerados “rompedores”.

De los 190 elegidos, únicamente 13 son españoles y de ellos solo López Barneo y Aguilera pertenecen a instituciones científicas andaluzas. Desde que se creó este programa en 2007 nunca un andaluz había conseguido hacerse un hueco en este escenario de élite. Las universidades andaluzas solo han conseguido hasta ahora siete Starting Grants (línea dirigida a investigadores júnior) y una Consolidator Grants (orientada a doctores con entre siete y 12 años de experiencia).

El proyecto respaldado por el ERC con 2,8 millones de euros que lidera en el Instituto de Biomedicina de Sevilla José López Barneo se centra en los mecanismos mediante los que las células detectan los cambios del oxígeno de forma rápida. El oxígeno es absolutamente necesario para la vida porque permite a las células obtener energía a partir de los alimentos, lo que se denominan cotidianamente como quemar los alimentos. “Cuando falta (o disminuye) el oxígeno que incorporamos a nuestro cuerpo las células mueren a menos que pongamos en marcha cambios adaptativos (como aumentar la frecuencia respiratoria) que incrementen la cantidad de aire que introducimos en el cuerpo, o que permitan a los tejidos sobrevivir con menos oxígeno”, explica López Barneo a través de una nota de prensa difundida por la Universidad de Sevilla. “ A pesar de su importancia biomédica, todavía se desconoce cómo funcionan estos mecanismos de regulación celular”.

En este nuevo proyecto se pretende investigar los mecanismos de detección de oxígeno en diferentes preparaciones celulares, especialmente en los órganos denominados quimioreceptores arteriales. Aunque enfocado desde un punto de vista molecular, el proyecto tiene implicaciones muy directas en posibles terapias para disminuir el daño producido por el infarto cardiaco o el ictus cerebral y en la prevención de lesiones, en cerebro y corazón de modo especial, producidas en personas con dificultad para el intercambios de aire en los pulmones: enfermos con patología pulmonar crónica o personas con apnea del sueño.

Esta investigación se desarrollará a lo largo de cinco años y generará cinco empleos directos nuevos de alta cualificación. De forma indirecta también contribuirá a mantener el grupo de investigación y las infraestructuras centrales del IBIS, de lo que dependen casi una treintena de puestos de trabajo.

El Consejo Europeo de Investigación ha aprobado un presupuesto de 2,3 millones de euros para el proyecto que lidera Andrés Aguilera en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer). La investigación se centra en la inestabilidad del genoma, una patología celular asociada al cáncer y a enfermedades genéticas propensas al cáncer. La causa natural más importante de inestabilidad del genoma es la transcripción, que se sabe que induce tanto mutación como recombinación. La inestabilidad asociada a transcripción es en gran parte debida a colisiones entre la transcripción y la replicación, que puede provocar roturas en los cromosomas. No obstante, los híbridos de DNA-RNA se consideran en la actualidad un determinante principal de dicha inestabilidad.

El objetivo de este proyecto es entender el papel y la dinámica de los híbridos de ADN y ARN y su papel en el origen de la inestabilidad de los genomas mediante la identificación de las secuencias de ADN y de los genes que controlan la formación de dichos híbridos.

“Pretendemos identificar las proteínas y los mecanismos responsables de la formación y la prevención de los intermedios responsables de inestabilidad mediada por híbridos de ADN y ARN y definir el papel de estos híbridos en la dinámica de la cromatina como principal causante de inestabilidad genética”, explica a través de la comunicación difundida por la Universidad de Sevilla. El proyecto se basa en un enfoque multidisciplinar utilizando levaduras y líneas celulares humanas mediante abordajes experimentales de genética, biología molecular, genómica y biología celular.

Junto a los dos andaluces, otros 11 investigadores españoles han obtenido este año fondos con cargo al programa Advanced Grants. Tres de ellos pertenecen al Centro de Regulación Genómica de Cataluña, dos al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y otros dos al CSIC. Además, cuentan con un Advanced Grants en la convocatoria de 2014 el Instituto de Fotónica catalán, la Universidad del País Vasco, la Politécnica de Madrid y el Imdea, dependiente de la comunidad de Madrid.

 

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