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Miguel Arias Cañete. Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

"Muchos países nacieron bajo los ideales del Doce"

  • El ministro gaditano destaca que Cádiz ha estado "en el corazón" de Iberoamérica y que "América Latina puede y debe convertirse en motor de la recuperación económica global"

El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete (Madrid, 1950), considera que Cádiz ha estado esta semana "en el corazón del mundo iberoamericano" y recuerda que el nacimiento de estos países está vinculado a "los ideales de libertad, justicia, soberanía popular, separación de poderes y libertades individuales que la Constitución de 1812 contenía". Aunque se pensaba que podría haber acudido a Cádiz, lo cierto es que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no consideró convenientes utilizar en la Cumbre al único ministro con raíces gaditanas de su Gabinete.

-¿Qué espera el Gobierno para después de la Cumbre Iberoamericana de Cádiz?

-Fundamentalmente, el Gobierno desea que el lema de esta XXII Cumbre Iberoamericana (tercera en España), "una relación renovada en el Bicentenario de la Constitución de Cádiz", sea realmente el comienzo de un proceso de renovación de nuestra relación. El espacio iberoamericano ha cambiado mucho: América Latina ha avanzado en la senda democrática, en la inclusión social, en la integración regional y algunas de sus naciones están en la vanguardia económica mundial. Europa vive momentos de crisis pero sigue siendo un referente económico y social. Estos cambios requieren una relación más igualitaria, con responsabilidades compartidas y en la que podamos trabajar juntos por la reactivación económica y por la prosperidad de nuestros países.

-¿Ha tenido el contenido político que exigen algunos países participantes?

-Las cumbres son el mecanismo de diálogo político y concertación más importante del ámbito iberoamericano. Es un foro privilegiado de alto nivel en el cual los jefes de Estado y de Gobierno de nuestros países pueden diseñar respuestas a los retos sociales y políticos del mundo actual. Este año, como no podría ser de otra manera, nuestros altos mandatarios han reflexionado sobre la crisis económica internacional y las respuestas iberoamericanas a la misma. El contenido político se ve en la llamada "Declaración de Cádiz" que significa el compromiso de nuestros jefes de Estado y de Gobierno de actuar en un conjunto de áreas para promover el crecimiento y la recuperación, desde las infraestructuras, al impulso del empleo, pasando por la promoción de las PYMES.

-¿De la cumbre de Cádiz depende la continuidad de este tipo de citas en el futuro?

-La Cumbre de Cádiz ya se ha convertido en esencial en este proceso. La continuidad de las cumbres viene asegurada precisamente por ese carácter de foro único en importancia en cuanto a la concertación política. Pero es cierto que los cambios a los que antes aludía hacen necesario un reajuste en los mecanismos institucionales. En Cádiz se ha creado un grupo de trabajo que reflexione acerca de la frecuencia y contenidos de la cumbre así como sobre la mejor manera de adaptar la Secretaría General Iberoamericana a esos cometidos.

-¿Qué tiene que hacer España para consolidarse como el principal puente económico y cultural entre Europa y América Latina?

-España goza de un importante capital de confianza como socio firmemente comprometido con la construcción europea y como nación hermana y solidaria en América Latina. Lo más importante, a nivel bilateral, es mantener y profundizar en la capacidad de diálogo político con todas las naciones latinoamericanas priorizando adecuadamente esta dimensión dentro de la política exterior del Estado. En sede europea, España es una firme defensora de incrementar las relaciones con América Latina. Europa no puede permitirse el lujo de dar la espalda en sus relaciones políticas y comerciales a una de las regiones con más potencial de crecimiento del planeta. No hay que olvidar que en foros importantes como G20, la OCDE o Naciones Unidas, algunos países de América Latina ostentan posiciones de claro liderazgo.

-¿Cuáles son los principales retos de la comunidad iberoamericana?

-El principal reto viene determinado por la amplitud de la crisis económica internacional. Aunque es global en cuanto a su estructura es diferente en cuanto a sus efectos. Hoy por hoy, mientras los países europeos se ven severamente afectados, los países de América Latina han podido mantenerse al abrigo con altas tasas de crecimiento económico. América Latina puede y debe convertirse en motor de la recuperación económica global. A nivel político, Iberoamérica debe consolidar sus avances en el terreno democrático sin que quepan vueltas atrás ni tentaciones populistas. Sólo el Estado de Derecho, reglas de juego económico sólidas y fiables y sociedades educadas y cultas pueden traer prosperidad y desarrollo

-¿El Bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812 tiene con la cumbre el colofón que se merece?

-Es difícil imaginar mejor colofón para los actos de conmemoración del Bicentenario que la celebración en Cádiz de una cumbre que agrupa a los jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica. No se puede olvidar que el propio nacimiento de muchas de esas naciones estuvo directamente influido por los ideales de libertad, justicia, soberanía popular, separación de poderes y libertades individuales que la constitución de 1812 contenía.

-¿Qué va a suponer para la capital gaditana y para su provincia este acontecimiento?

-Cádiz vuelve a estar en el corazón del mundo iberoamericano. Hace 200 años lo fue con las ideas de renovación democrática de una Constitución puntera para su tiempo. Pero no miramos hacia atrás sino que proyectamos esos ideales hacia el futuro y por eso, a partir de Cádiz, esperamos una relación renovada con nuestras naciones hermanas y amigas.

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