Festival de Jerez

37 años de historia

  • Los Cernícalos, tras un largo paréntesis, retoma su prestigioso certamen de guitarra

Con cinco años de demora, ya que la última edición se celebró en el año 2004, el Certamen Internacional de Guitarra de la Peña Los Cernícalos regresa este año. Será el próximo día 13 de junio cuando se den cita en el Teatro Villamarta los seis mejores guitarristas presentados al mismo y que vendrán a tomar el testigo del último vencedor, el jerezano Antonio Rey.

La falta de ayudas, la castigada economía de las peñas y el hecho de que los años no pasan el balde, han retrasado demasiado una edición, la XXIII (que no se corresponde con su estreno en 1972 debido a los diferentes parones sufridos en todos estos años), que pese a los malos tiempos que corren para la cultura (por aquello de la crisis), ha irrumpido con fuerza en el panorama flamenco nacional.

“Éramos catorce en la peña y se nos ocurrió hacer un concurso de guitarra, nadie lo había hecho”, recuerda Antonio Benítez, presidente actual y por aquel entonces, que en 1972 fue uno de los que dio el primer empujón a la iniciativa.

“Tuvimos la idea -añade Joaquín Rodríguez, otro de los fundadores- porque en todas partes se hacían concursos de cante, de baile, de saetas, pero de guitarra nunca se había hecho. Fue una idea bonita, se acogió bien en Jerez, y hemos estado veintitantos años haciéndolo seguido pero cada vez costaba más trabajo encontrar concursantes, por eso decidimos hacerlo bianual”.

La propuesta caló de lleno en el mundo del flamenco, principalmente porque era el primer concurso de esta índole. A raíz de él fueron apareciendo otros como el de Hospitalet, el de Córdoba, Badajoz, La Unión y un sinfín de concursos que utilizaron “nuestras  bases, esas que hace más de treinta años confeccionamos junto con Manolo Sanlúcar”, admite Antonio Benítez.

A lo largo de la historia, numerosos fueron los enclaves que acogieron las diferentes semifinales y finales, desde el Teatro Villamarta hasta los salones de la Caja de Ahorros de la Plaza del Caballo  y el mismo Casino Jerezano del Parque de La Rosaleda, por donde pasaron jóvenes promesas de la guitarra con la ilusión de darse a conocer e ir abriendo fronteras.

El certamen contó además con jurados de mucha relevancia, siempre guitarristas, los más capacitados para catalogar el nivel de los distintos participantes. Curiosamente, en la primera edición del mismo, la de 1972, estaba en él uno de los mejores músicos que ha dado esta tierra, José Luis Balao. “Recuerdo que el primer concurso me cogió aquí en Jerez. Normalmente estaba fuera pero siempre venía durante una época del año y en el primer año me cogió aquí. Estuve de jurado con Parrilla el viejo, que ya ha fallecido. Fue una grata experiencia porque entiendo que desde que nació este concurso ha sido importantísimo para la cultura de Jerez, que entre sus valores está el flamenco, pero quizás no se le ha dado el reconocimiento que debiera”, destaca el maestro.

“Por aquí han desfilado los mejores guitarristas de flamenco de España, algo que luego, con el paso del tiempo, se ha demostrado. Para mí, como músico y guitarrista, el Certamen de Los Cernícalos era un acontecimiento flamenco excelente, ya no sólo por la cantidad de artistas que se congregaban sino por ver esa ilusión de los chicos que se presentaban. Personalmente he pasado momentos inolvidables en él”, continúa el tocaor.

Entre las eminencias de la guitarra que han formado parte del jurado sobresale Manolo Sanlúcar, uno de los alma mater del certamen. Y es que aparte de asesorar en las bases y en la dinámica a seguir, el genial músico gaditano contribuyó a su crecimiento con diferentes aportaciones.

Antonio Benítez apunta que “empezamos con un primer premio simbólico de 3.000 pesetas, fíjate, contactamos con Manolo Sanlúcar y fue él quien nos orientó un poco. De hecho, en los tres primeros concursos donó una guitarra como premio, independientemente del dinero que buscamos para la organización”.

Poco a poco y año tras año, el Certamen de Guitarra fue tomando auge y prestigio, primero a nivel local, luego a nivel nacional y en los últimos años ha logrado el reconocimiento internacional.  “Al principio participaba más gente de la zona, de Jerez, de Sanlúcar, El Puerto, Algeciras..., lo que podíamos dominar en aquella época con los medios de comunicación que había, pero ya últimamente han venido japoneses, ingleses, alemanes, de Ciudad de El Cabo.... Lo de la guitarra es increíble y la afición que hay es extraordinaria”, relata Benítez.

Jerez, respetada siempre por ser la ‘Cuna del Cante’, se ganó entonces otro galardón, el de contar con el concurso de guitarra más importante, un calificativo que sigue vigente a pesar de los diferentes vaivenes que ha sufrido el mismo. Todo esto lo corrobora el último ganador, el jerezano Antonio Rey, quien a este respecto recalca que “yo he ganado el de Hospitalet en Barcelona, el de La Unión, el de Niño Ricardo en Murcia, pero me quedo con el de Jerez porque allí estaba Gerardo Núñez, Serranito, Pepe Justicia, en fin, todos estos fenómenos, y para un guitarrista es una satisfacción ganar el primer premio con ellos de jurado”.

Este detalle es especialmente valorado por el tocaor, todo un experto en concurso, al sugerir que en Jerez “el jurado es un jurado que entiende, son guitarristas y saben de qué va esto. Yo he estado en otros concursos y a lo mejor los que estaban en el jurado no sabían ni afinar, eran bailaores, eran cantaores o eran directores de orquesta, pero no sabían lo que es la guitarra”.

Su primer premio le sirvió “para darme a conocer, adquirir un prestigio y grabar mi primer disco”, apostilla el último ganador. 

Este año el jurado no será menos y la organización ya tiene confirmada la presencia, además de con el propio Antonio Rey, de José Luis Balao, Paco Cepero, Manolo Sanlúcar y José María Molero, quien ofrecerá una conferencia ilustrada días antes.

Sin embargo, desde esta peña tan luchadora se echa en falta un mayor reconocimiento por parte de las instituciones, y aunque este año contará con el apoyo municipal, insta a los políticos a un mayor ‘cariño’ hacia un evento, que como suele ocurrir está más valorado fuera que dentro de nuestra ciudad.

“A mí lo que me duele es que el concurso, después de la trascendencia que ha tenido, Jerez debía haberlo acogido con más cariño y no fue así”, dice Joaquín Rodríguez.

“Una peña flamenca tiene unos medios muy reducidos y después de ver la envergadura que ha cogido este Certamen nos cuesta mucho trabajo sacarlo adelante. Haría falta que las instituciones públicas se hiciesen cargo de esto y nosotros asesorarlos, no preocuparnos de buscar dinero todos los años para poder llevarlo a cabo. Creemos que la Junta de Andalucía, Diputación o el propio Ayuntamiento debería gestionar cosas como ésta, porque nosotros ya ni tenemos tiempo ni edad para buscar esa financiación. Es una inseguridad continua”, afirma Pedro Carabante, otro peñista que pese a todo considera “una satisfacción experimentar momentos con  gente como Serranito, Manolo Franco o Paco Cepero. Compartir como aficionado al flamenco esa experiencia es única”.

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