El despliegue de la Guardia Civil en el campo ha permitido bajar considerablemente el número de robos en explotaciones agrícolas y ganaderas de la provincia de Sevilla, que era la segunda demarcación española con más delitos de este tipo, sólo superada por Valencia. La elevada tasa de robos en el campo llevó al Gobierno a diseñar un plan especial y a crear los equipos Roca de la Guardia Civil, que centraron su trabajo en todo lo relacionado con los delitos en este sector. Aquella medida empezó a andar en octubre del año 2013. Cuatro años después, los robos en el campo han descendido un 51,7% en la provincia de Sevilla, según los datos que maneja la Delegación del Gobierno en Andalucía. El delegado del Ejecutivo central, Antonio Sanz, trasladó estas estadísticas a los representantes del sector esta misma semana, tras presidir un acto organizado por Asaja Sevilla en Pilas.

Desde octubre de 2013 a julio de 2017, los cinco equipos Roca de Sevilla han detenido a 581 personas por su presunta participación en asaltos a fincas de toda la provincia. Además, han investigado a otras 624 personas. En estos casi cuatro años han recibido 344 denuncias por robos, y han mantenido 284 reuniones y establecido 2.064 contactos con el sector. En Sevilla hay seis equipos Roca, desplegados en Utrera, Sanlúcar la Mayor, Cazalla de la Sierra, Carmona y Osuna. Todos estos equipos cuentan con un sargento de enlace. En total son 22 componentes, que tienen además un refuerzo de otros 11 guardias civiles de la Unidad de Seguridad Ciudadana.

A estas estadísticas hay que añadirle otro dato muy positivo: la eficacia policial. Este concepto mide el número de delitos esclarecidos en comparación con los denunciados. En Sevilla ese índice supera el 80%. En el primer semestre de 2017, los equipos Roca de Sevilla esclarecieron 76 de los 95 delitos investigados. Esto supone una mejora notable sobre los datos del mismo periodo del año anterior, en el que la eficacia policial fue del 72%.

Estos agentes especializados se han dedicado principalmente a investigar tanto el robo de cosecha como de maquinaria agrícola. En el primer caso, en los primeros meses del año destacó una operación del Roca de Sanlúcar la Mayor contra el robo de más de 50 toneladas de naranjas, que se saldó con 23 personas detenidas. La mayoría de los robos se sucedieron desde mediados de enero hasta marzo en diversas fincas dedicadas al cultivo de cítricos de Aznalcázar. Los ladrones causaron unas pérdidas de más de 50.000 euros a los agricultores de este pueblo.

El robo de naranjas y aceitunas ha sido el principal frente en la primera mitad de año

El modus operandi de los ladrones era siempre el mismo. Se desplazaban hasta las fincas, rompían las vallas por lugares poco vigilados y accedían al interior. Una vez dentro, robaban y cargaban toda la fruta que cabía en sus vehículos, a los que habían tintado los cristales -o al menos cubierto con alguna tela- para que no se viera la fruta desde el exterior. Posteriormente huían, utilizando principalmente caminos y carreteras secundarias para no llamar demasiado la atención. Esa fruta robada terminaba siendo vendida en mercadillos y en fruterías que le compraban la mercancía.

Esta práctica puede conllevar un cierto riesgo para la salud, ya que en ocasiones las naranjas han sido tratadas con productos fitosanitarios para su mantenimiento y no son aptas para el consumo hasta que pase un determinado periodo de tiempo. Si se hurtan antes de que pase este plazo, no se puede garantizar que sean idóneas para comer e incluso podrían ser perjudiciales.

En Cantillana hubo otra operación similar que terminó con nueve personas detenidas. Habían robado casi tres toneladas de naranjas y fueron sorprendidos en una finca del camino del Cortihuelo. En Carmona también hubo seis detenidos por este mismo delito. En este caso, la Guardia Civil dio con varias fruterías que recepcionaban la fruta robada, que compraban a un precio sensiblemente inferior al valor de mercado. Fueron arrestadas tres personas como presuntos autores de los robos y otras tres, los fruteros, por receptación, ya que no pudieron aportar la procedencia de las naranjas ni tampoco tanían facturas ni nada que acreditara el origen legal de la mercancía.

El mismo problema se ha dado en la aceituna. En marzo, el equipo Roca de Osuna inició la operación Zeitin. Los guardias sospechaban de que se estaban cometiendo irregularidades en centros de compra de aceitunas de la Sierra Sur. El encargado del centro de compra y un colaborador necesario falsificaban un contrato de cesión de explotación de una finca ubicada en la localidad de Montoro (Córdoba) y utilizaban varios contratos de cesión de explotación de fincas de las localidades de Bollullos de la Mitación, Algodonales (Cádiz) y Almendralejo (Badajoz). Los legítimos propietarios de estas fincas desconocían el uso ulegal que se estaba haciendo de sus datos catastrales.

Los restantes implicados en la trama sustraían y recolectaban aceitunas de diferentes fincas de las provincias de Sevilla, Córdoba y Málaga y las vendían en el centro de compra investigado. Para evitar la acción fiscalizadora tanto de la Guardia Civil como del personal de la Oficina Comarcal Agraria de Osuna, utilizaban la documentación falseada a nombre de las fincas mencionadas. Por estos delitos fue detenido el responsable del centro de compra y el colaborador necesario y fueron citados como investigados otras doce. Todos los implicados son españoles y rumanos y residen en las provincias de Sevilla, Córdoba y Málaga. Se les imputan diversos delitos: pertenencia a organización criminal, estafa, hurto y receptación.

En los últimos meses también ha habido operaciones importantes contra el robo de maquinaria. En mayo, la Guardia Civil recuperó máquinas, herramientas, carros y monturas valorados en 17.000 euros. Las había robado presuntamente un delincuente que se dedicaba a desvalijar explotaciones agrícolas de Lebrija y Las Cabezas de San Juan. El responsable de la investigación fue el Roca de Utrera, que esclareció los cuatro asaltos a casas de campo, de donde también sustrajo cableado y cobre. El sospechoso se desplazaba durante el día en un vehículo todoterreno, con una vestimenta que le hacía parecer un ganadero de la zona. De esta manera, y de forma discreta, inspeccionaba los lugares donde posteriormente y de noche entraba a robar. Lo hacía forzando puertas y candados, sustrayendo enseres, herramientas, monturas, cableado y efectos de cobre, todos los objetos de valor que podrían tener salida luego para venderlos de segunda mano.

Las denuncias de la provincia son el 8% del total andaluz

El trabajo de los equipos Roca de la provincia de Sevilla sale más reforzado aún si se compara con los datos de toda Andalucía. En el global de la comunidad hubo 4.325 denuncias de robos en el campo entre octubre de 2013, fecha en la que comenzó el trabajo de estas unidades especializadas, y julio de 2017. En ese periodo en Sevilla hubo 334 casos, es decir, aproximadamente el 8% del total. Sin embargo, ese porcentaje es mucho más elevado en la cifra de detenidos. En Andalucía hubo 2.740 arrestos, mientras que en la provincia de Sevilla fueron 581. Es decir, un 21% del total. Además, en el total de la comunidad se citó a declarar como investigados a 2.732 personas y se mantuvieron 3.636 reuniones y 23.141 contactos con el sector.