INVESTIGAR EN MÁLAGA

Málaga promueve el primer instituto universitario de domótica

  • El profesor Francisco Guzmán, que reúne 30 años de experiencia docente y científica en este campo, promueve la creación de un centro que articule el área y consolide su masa crítica.

Francisco Guzmán (con camiseta blanca) y Salvador Merino, en el Laboratorio de Domótica de la Escuela de Industriales.

Francisco Guzmán (con camiseta blanca) y Salvador Merino, en el Laboratorio de Domótica de la Escuela de Industriales. / JAVIER ALBIAÑANA

 Francisco Guzmán (con camiseta blanca) y Salvador Merino, en el Laboratorio de Domótica de la Escuela de Industriales. / JAVIER ALBIAÑANA

“La Costa del Sol es el gran laboratorio europeo de pruebas de la domótica”. El profesor de la Escuela de Industriales de Málaga y director del máster propio en Domótica y Eficiencia Energética, Francisco Guzmán afirma, que no hay innovación en el mercado de la vivienda inteligente que no se haya implantado con carácter preferente en alguna de las fastuosas mansiones del litoral malagueño. “Es un banco de pruebas mundial”, insiste.

La proximidad a esta realidad ha favorecido un acercamiento temprano de la Universidad de Málaga a la domótica y la eficiencia energética. Francisco Guzmán subraya que comenzó a trabajar en este campo a mediados de los 80. Desde entonces, el área ha crecido como disciplina docente y científica. Por ejemplo, la domótica era inicialmente una mera asignatura de libre configuración, sin embargo, al llegar el plan Bolonia, pasó a ser una materia estructural en los grados de ingeniería industrial. La faceta docente se completó en 2011 con un máster propio en Domótica y Eficiencia Energética que dirige Francisco Guzmán junto al profesor de Matemáticas Salvador Merino y que se desarrolla en colaboración con 16 compañías, entre ellas las grandes multinacionales del sector.

De forma paralela, Francisco Guzmán inició una línea de investigación en este campo que le ha permitido patentar hasta ahora 15 inventos, de los que 13 han sido licenciados y los explotan diferentes empresas. En la actualidad es investigador principal en varios proyectos en los que participan 15 investigadores de la Universidad de Málaga procedentes no solo de la ingeniería, sino también de disciplinas tan dispares como la arquitectura o las matemáticas.

Entre las investigaciones en curso figura un proyecto respaldado por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para crear un sistema que integrar cualquier sensor médico. La idea final es dar respuestas a los desafíos que plantea el progresivo envejecimiento de la población y reunir en una única plataforma la información que puedan proporcionar sensores dispares que midan desde presión arterial de una persona, sus niveles de glucosa o, por ejemplo, la temperatura. El equipo tiene el encargo de elaborar los estándares técnicos de esos equipos que harán posible monitorizar la salud de cada paciente de una vivienda y avisar cuando advierta algún cambio significativo o situación de riesgo.

Francisco Guzmán también trabaja junto a investigadores de la Universidad de Sevilla en un proyecto financiado por el Plan Nacional de I+D en el que se aplica la voz a la domótica, participa, a través de la Agencia Andaluza de la Energía, en el proyecto europeo Set-Up sobre eficiencia energética apoyado por el programa Interreg que engloba a expertos de seis países . Además, tiene en marcha la que denomina silla de ruedas eléctrica low cost. Las sillas convencionales tienen un precio de mercado que ronda los 6.000 euros. Francisco Guzmán considera que la suya se podrá vender por 300 euros. La idea es tan simple como acoplar a una silla de ruedas convencional un patín eléctrico que se puede manejar con un simple mando.

El carácter interdisciplinar tanto de la investigación como de la formación de posgrado es el que ha animado a Francisco Guzmán iniciar los trámites para cobijar la actividad científica, docente y en transferencia bajo el paraguas de un instituto universitario en domótica y eficiencia energética. Entiende que es un instrumento esencial para articular el área, consolidar la masa crítica que existe y crecer. A falta de que el Consejo de Gobierno de la Universidad de Málaga dé luz verde a la petición y de que posteriormente sea ratificada la iniciativa por la Junta de Andalucía, este instituto podrá ser el primero en domótica que surge en una institución académica.

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