INVESTIGAR EN MÁLAGA

Micro robots que cortan, cosen y observan en el equirófano

  • Un equipo interuniversitario dirigido por el catedrático Víctor Muñoz logra 330.000 euros para desarrollar un sistema robotizado capaz de comprender los movimientos del cirujano para ayudarle en tareas de sutura, succión o cauterización, mientras le proporcionan información en tiempo real desde el interior del organismo del paciente.

La micro robótica médica avanza otro paso para crear nuevos equipos automáticos que colaboren con los cirujanos en aquellas intervenciones que se practican a través de incisiones de no más de cuatro centímetros en las que se combina la laparoscopia con la acción de una única mano. Un equipo dirigido por el catedrático de la Universidad de Málaga Víctor Muñoz (en la imagen con parte de su grupo) en el que participan las universidades de Valladolid y Miguel Hernández de Elche han conseguido más de 300.000 euros del plan nacional de I+D para explorar el desarrollo de estos micro robots quirúrgicos.

El equipo de ingenieros cuenta con el asesoramiento del urólogo del Hospital Clínico de Málaga Eduardo Sánchez Badajoz. Él ha sido quien ha establecido el escenario quirúrgico y las necesidades que sufren en él los cirujanos: intervenciones que se realizan a través de orificios pequeños en los que únicamente se introduce la mano izquierda, mientras que la derecha maneja el instrumental de laparoscopia desde el exterior. Los problemas que surgen en estos casos tienen que ver con las dificultades para tener una visión global del campo operatorio y las dificultades para mover la mano izquierda en el interior del organismo.

A partir de estas premisas, el proyecto plantea que la mano que entra en el organismo lo haga a través de un guante (similar al existente en las cunas incubadoras de bebés) dotado de ecógrafo en la punta de los dedos y sensores que, por ejemplo, proporcionen información de la temperatura del paciente. Toda esa información virtual se suma a la información real, proporcionando más datos al médico en cada momento del proceso operatorio. Junto a esa información del paciente, los sensores del guante también recogen los datos relacionados con los movimientos del cirujano.

El sistema robótico que desarrolla y programa el grupo de Víctor Muñoz en la Universidad de Málaga no solo reconoce e interpreta los gestos y movimientos del cirujano, sino que también incorpora información sobre el instrumental que se utiliza y el rol que desempeña en la operación el personal que asiste al cirujano para asistirle en las tareas de succión, sutura y cauterización. Además, proporciona información sobre las constantes vitales del enfermo e imágenes del campo operatorio en tiempo real.

El grupo de la Universidad de Valladolid que colabora en el proyecto, denominado HALS, se ocupa del desarrollo de este guante, mientras que los expertos de la Universidad Miguel Hernández son los encargados de crear el simulador donde se extraerá la información para programar el sistema robótico que desarrolla la Universidad de Málaga.

El plan nacional de I+D ha dotado con 330.000 euros este trabajo, cantidad que coloca al equipo interuniversitario en uno de los mejor financiados de la última convocatoria del Ministerio de Economía y Competitividad para financiar la investigación.

De este presupuesto, 110.000 euros se destinarán al desarrollo del guante inteligente en la Universidad de Valladolid, 90.000 a crear el simulador quirúrgico en la Miguel Hernández, y los otros 110.000 para que el grupo de Málaga desarrolle y programa el equipo. El proyecto se desarrollará a lo largo de tres años.

Este proyecto de una evolución del denominado Marcos, también financiado por el plan nacional de I+D, en el que se idearon mini robots específicos para laparoscopia que proporcionan iluminación, imágenes y asistencia en determinados trabajos del cirujano como la sutura. La particularidad de estos equipos, además de su tamaño de apenas unos centímetros, reside en que se introducen en el abdomen sin más conexión con el exterior que unos imanes fijados sobre la piel del vientre del paciente, dejando el orificio a través del que se practica la laparoscopia libre. Este proyecto se ha ensayado ya en operaciones con cerdos y en la actualidad está pendiente de una segunda prueba con animales. 

El grupo de robótica médica de la Universidad de Málaga suma ya más de una década de experiencia en este campo, en el que se estrenó con el ERM, un robot médico capacitado para asistir a los cirujanos en operaciones por laparoscopia, que desde hace años está en el mercado. De aquel equipo automático convencional reorientó su actividad hacia la micro robótica coincidinedo con la implantación y avance de cirugías menos invasivas.

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