Investigación

Misión espacial con sello granadino

  • La Universidad de Granada participa técnica y científicamente en la misión PLATO, que localizará y caracterizará cientos de planetas potencialmente habitables en el universo.

Juan Carlos Suárez y Francisco José Pozuelos, científicos de la Universidad de Granada.

Juan Carlos Suárez y Francisco José Pozuelos, científicos de la Universidad de Granada. / CARLOS GIL

 Juan Carlos Suárez y Francisco José Pozuelos. científicos de la Universidad de Granada / CARLOS GIL

La búsqueda de planetas similares a la Tierra en torno a estrellas de tipo solar constituye uno de los mayores desafíos científicos de este siglo. Y en él está ya trabajando la Universidad de Granada (UGR) de la mano de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se trata de la contribución científica de la UGR a la misión de tamaño medio, conocida como PLATO (Tránsitos planetarios y oscilaciones estelares), seleccionada en 2014 y que llegará al espacio en 2024, con una vida útil de seis años.

El científico Juan Carlos Suárez, amante del estudio de las pulsaciones estelares y parte del departamento de Física Teórica y del Cosmos de la Facultad de Ciencias de Granada, participa en este ambicioso proyecto, que constituirá el siguiente paso en el estudio de planetas extrasolares tras la misión Kepler. “Este proyecto estudiará las estrellas más cercanas y brillantes, similares al sol, y podrá detectar planetas parecidos a nuestra tierra que orbiten en zona habitable”, explica Suárez, que puntualiza que espera "encontrar planetas con condiciones ambientales semejantes a la tierra en los que podría haberse desarrollado la vida”.

El proyecto Contribución de la UGR a la misión espacial PLATO es una de las investigaciones de la Universidad de Granada que ha conseguido mayor financiación del Plan Nacional, con un importe que asciende a 130.000 euros. Esto cubrirá la labor de coordinación científica y técnica del investigador José Carlos Suárez, enlace con el consorcio internacional, con el español y con la ESA.

Las bondades del observatorio

La misión rastreará la mitad del cielo y observará cerca de un millón de estrellas en busca de exoplanetas, que serán detectados a través de los tránsitos, que son las pequeñas disminuciones de luz que experimenta un planeta al pasar por delante de una estrella. PLATO medirá el brillo de la estrella, pero también las oscilaciones estelares, producidas por el movimiento del gas en el interior de las estrellas, lo que se conoce como astrosismología. Todo ello será seguido desde la tierra con objeto de medir las velocidades radiales de los candidatos. “Estas tres técnicas (tránsitos, astrosismología y velocidad radial) son las que permiten caracterizar los sistemas exoplanetarios, lo que abrirá una nueva época de planetología comparada, permitiendo ubicar nuestro sistema solar en el contexto global de sistemas exoplanetarios”, afirma el científico de la UGR.

Lo realmente novedoso de esta misión es que en lugar de emplear una sola lente o espejo, como en el caso de Kepler, utilizará un total de 32 telescopios individuales montados en una misma plataforma, lo que permitirá obtener una precisión tal que será posible hallar planetas más pequeños que la Tierra situados a una distancia de su estrella similar a la existente entre la tierra y el sol. La sensibilidad de este observatorio será decisiva no solo para descubrir estos posibles exoplanetas: además, PLATO podrá estimar su edad, tamaño y masa con una precisión sin precedentes.

La aportación de la UGR

Los investigadores españoles, con experiencia en misiones precursoras como CoRot, Kepler, Cheops y TESS, conseguirán con PLATO posicionarse a la vanguardia de la investigación de exoplanetas, así como en el desarrollo de instrumentación para la medida de las velocidades radiales de estrellas candidatas a albergar sistemas exoplanetarios.

PLATO es un proyecto que cuenta con un presupuesto de 600 millones de euros, lo que lo coloca entre las misiones medianas de la agencia. La ESA se encarga de fabricar el satélite y el cohete propulsor, además de lanzarlo, operarlo e integrarlo, mientras que los países miembros proporcionan con fondos nacionales los instrumentos específicos para el desarrollo de la investigación.

Mientras que los italianos y suizos se encargarán del diseño de los telescopios, el equipo español - formado por investigadores y tecnólogos repartidos por el Centro de Astrobiología (CSIC), el Instituto Nacional de Técnica Aerospacial (INTA), el Instituto de Astrofísica (CSIC), la Universidad de Granada y el Instituto de Astrofísica de Canarias, coordinados por José Miguel Mas Hesse- será el responsable del diseño y fabricación de los FPA (Focal Plane Assembly) que albergarán los detectores CCD que grabarán las imágenes tomadas por los telescopios.

“Estas cámaras captan imágenes de 80 millones de píxeles que se leen cada 25 segundos, una información que no es posible enviar a tierra” explica Juan Carlos Suárez. Y aquí es donde entra la parte más técnica de la aportación de la Universidad de Granada a esta misión, que según explica el científico de la UGR consiste “en la coordinación del diseño y elaboración de cuatro ordenadores, que controlarán ocho cámaras cada uno, que irán a bordo del observatorio y serán los encargados de procesar los datos recibidos de las cámaras”. Estos MEU (Main Electronics Units) serán diseñados y fabricados por el IAA-CSIC con un presupuesto de 1,4 millones de euros y coordinados por la UGR. Los MEU analizarán los datos y estudiarán y calcularán las curvas de luz que finalmente, enviarán toda la información a la Tierra, “un sistema totalmente inventado por nosotros”. El proyecto se encuentra en la fase de implementación y la entrega de los telescopios está prevista para 2022.

De igual modo, España cuenta con un peso científico importante en el estudio de planetas y de la astrofísica estelar, y su aportación también tendrá una subrayada contribución a la misión espacial PLATO. Con más de diez paquetes de trabajo para la preparación científica de la misión, la Universidad de Granada participará con Juan Carlos Suárez al frente como experto en estructura y evolución estelar y perfecto conocedor de la astrosisimología (una técnica que permite conocer de una manera precisa el interior de las estrellas), y Francisco José Pozuelos, conocedor de la dinámica de los planetas. Dos científicos que fusionarán sus conocimientos de análisis e interpretación de los futuros datos de la misión en busca de nuevas respuestas en el origen y evolución de los sistemas planetarios.

 

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