INVESTIGAR EN SEVILLA

Más cerca de los enigmas del cerebro

  • El grupo del catedrático Ángel Pastor desvela en 'Journal of Neurosciencie' el papel que tienen unas estructuras nerviosas en el movimiento de los ojos · Hasta ahora la comunidad científica las relacionaba con funciones sensoriales

Un equipo de la Universidad de Sevilla dirigido por el profesor Ángel Pastor, catedrático de Fisiología, ha descubierto el papel que tienen unas fibras nerviosas para mover los ojos. Se trata de un paso más en las neurociencias, un campo científico que trata de descifrar los enigmas del cerebro. “Casi todo está por descubrir”, recuerda el director de esta investigación.

Durante tres años el grupo, que está integrado por cuatro fisiólogos, ha colaborado con la Universidad de Medicina de Viena y la Universidad de Mississippi para lograr este descubrimiento, que supone un antes y un después en el estudio de estas fibras nerviosas, unas estructuras localizadas en los músculos oculares y a las que, hasta ahora, se les otorgaba funciones sensoriales, y no motoras. Este trabajo de investigación se ha publicado en una de las revistas de mayor impacto a nivel internacional en el ámbito de la neurofisiología, la Journal of Neurosciencie, publicación que destaca en su portada una de las imágenes del trabajo en su último número.

Las fibras nerviosas que han centrado este estudio están localizadas en los seis músculos oculares responsables de los movimientos de los ojos y que permiten ver en tres dimensiones en todas las direcciones. Estas fibras transmiten las órdenes a los músculos para girar los ojos que proceden de neuronas. Este proceso de transmisión neuronal se realiza a través de los axones, los cables que conectan el cerebro con los músculos. Como si de una cámara de televisión se tratara, estas fibras tienen un papel similar al del operador que dirige la cámara hacia una dirección u otra para captar la imagen que nos interesa. Se trata de estructuras con una misión clave para una correcta mirada.

La existencia de estas fibras nerviosas se conoce desde hace años, pero la comunidad científica interesada en los movimientos oculares creía, hasta ahora, que tenían funciones sensoriales. Dos investigaciones recientes realizadas por científicos usando primates y gatos como animales de estudio han demostrado que, al contrario de lo que se pensaba, dichas estructuras tienen función motora, es decir, se usarían en todo caso para que el ojo se mueva. Esta fase de laboratorio se ha desarrollado con el apoyo de los Servicios Generales de Investigación (SGI) de la Universidad de Sevilla.

“Hemos demostrado que los terminales en empalizada -las fibras nerviosas estudiadas- proceden a su vez de axones de motoneuronas que dan lugar a otros contactos con el músculo y que resultan peculiares puesto que son, a su vez, exclusivos de los músculos extraoculares”, explica el profesor Pastor. En lugar de producir un contacto único y de gran tamaño que corresponde a la típica unión neuromuscular presente en todos los músculos esqueléticos, el estudio liderado por la Universidad de Sevilla pone de manifiesto que estos axones producen múltiples y pequeños contactos sobre una fibra motora, lo que permite graduar la fuerza de manera más fina en lugar de dar un único tirón brusco al globo ocular.

“Pensamos que dichas estructuras dado que son motoras y producen una delicada graduación en la fuerza que generan podrían contribuir al correcto alineamiento fino de la mirada necesario para la visión estereoscópica, es decir, en tres dimensiones”, añade el especialista. Cuando los ojos no están alineados correctamente, la imagen se mueve o se percibe de manera turbia, un mal funcionamiento que puede deberse a anomalías en estas fibras. Este mal funcionamiento podría ser una posible fuente de estrabismo u otros trastornos motores de la mirada, por lo que son estructuras susceptibles de ensayos farmacológicos que permitan aliviar estos problemas de salud.

El proyecto financiado por el Ministerio de Educación y la Junta de Andalucía, a través de los proyectos de excelencia, y con participación de fondos Feder de la Unión Europea ha contado además con una acción concertada hispano-austríaca para la coordinación entre los laboratorios.

“Con la apuesta que la institución académica viene realizando en la construcción y equipamiento de nuevos centros para experimentación animal bien dotados y punteros se podrán seguir desarrollando proyectos en esta línea de investigación usando nuevos modelos animales. Dichos recursos de investigación bajo la iniciativa del campus de excelencia internacional Andalucía Tech facilitarán la investigación en la Universidad de Sevilla”, explica la institución académica. Por otra parte, la atracción de doctores y profesionales de reconocido prestigio complementarán los equipos de investigación de la Universidad de Sevilla. Se trata de todo un desafío en un contexto que está marcado por los continuos recortes en los presupuestos destinados a la Educación Superior y a la Ciencia.  

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