Investigación

La fuerza de la memoria

  • El terremoto de Lisboa, que devastó la capital lusa, generó el peor 'tsunami' del que hay conocimiento en Europa.

El Día de Todos los Santos de 1755 se produjo uno de los fenómenos naturales más graves y extraordinarios ocurridos en Europa: el terremoto de Lisboa. Identificado con este nombre porque devastó la capital portuguesa, en realidad fue un fenómeno muchísimo mayor que se apreció en buena parte de Europa y el norte de África y llegó acompañado de un maremoto que afectó gravemente las costas de Cádiz, Huelva y el Algarve. La excepcional fuerza del tsunami provocó más de un millar de víctimas mortales en Cádiz y varias decenas más en Huelva.

El jefe del área de Geofísica del Instituto Geográfico Nacional, José Manuel Martínez Solares, cree que aquel maremoto fue “uno de los mayores sufridos en Europa” . Fue la consecuencia de un terremoto múltiple “con epicentros distintos” repartidos en Portugal, España y Marruecos, que se estima que alcanzó una fuerza de magnitud 8,5 en la escala Richter.

Las crónicas de la época elevaban a 70.000 las víctimas. No obstante, el experto del Instituto Geográfico considera que esa estimación está lejos de la realidad. Calcula debieron de ser unas 20.000 personas en España y Portugal, a los que habría que sumar la pérdida de otras 50.000 vidas en el norte de África.

El astrónomo y matemático francés Louis Godin, en aquel tiempo director de la Academia Naval de Cádiz, recogió en sus escritos el testimonio del capitán de un mercante sorprendido por el maremoto cuando, procedente de Caracas (Venezuela), se encontraba a cinco días de navegación de Cádiz: “El tiempo era favorable y el mar estaba en calma, mas de repente sintió un movimiento extraordinario en el mar, sin más aviso que unas olas altísimas hacia el Oeste, que vinieron en un momento desde todos los lados a deshacerse sobre su barco. El movimiento que imprimieron produjo sacudidas por todas las partes del navío, las unas contra las otras y no con un movimiento total y uniforme”. Esta descripción la recoge José Manuel Martínez Solares en uno de sus estudios sobre el terremoto de Lisboa en el que revisa las fuentes históricas, calcula las pérdidas humanas y materiales, las múltiples réplicas y detalla incluso el impacto que tuvo en la geología e hidrogeología de aquel fenómeno.

Martínez Solares y el presidente del Instituto Español para la Reducción de los Desastres (IERD) forman parte del plantel de expertos que ha reunido la Universidad de Cádiz, en el 260 aniversario del maremoto, en unas jornadas técnicas, pero también con amplia vocación divulgativa, para poner a punto el conocimiento relativo a la gestión de desastres, historia, geofísica, ciencias de la tierra, hidráulica del mar, ciencias ambientales y sistemas de alerta temprana para prevenir los efectos de los desastres naturales. 

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