INVESTIGAR EN SEVILLA

Los nuevos caminos para lograr energía

  • Un equipo liderado por el catedrático José Antonio Odriozola desarrolla reactores de pequeñas dimensiones para generar energía de fuentes sin explotar · La aplicación en la industria del motor permitirá aprovechar mejor los carburantes

El grupo científico dirigido por el catedrático José Antonio Odriozola está embarcado en un proyecto puntero para el desarrollo de una tecnología capaz de generar energía de manera más eficiente. El trabajo de estos científicos se basa en crear reactores de pequeñas dimensiones capaces de transformar el gas no convencional en petróleo sintético, cuyas cualidades son muy similares al petróleo natural. Las aplicaciones de esta tecnología en el mundo del motor, por ejemplo, permitirá aprovechar mejor los carburantes. En el plazo de unos tres o cuatro años los investigadores esperan contar con un prototipo.

“El gas no convencional se obtiene de distintas fuentes de energía: de los hidratos de metano que se encuentran en las profundidades de los océanos; del biogás, que se obtiene de deshechos de la agricultura o de la ganadería, por ejemplo; de las bolsas situadas en el subsuelo y de las piedras de pizarra que están impregnadas del gas ”, explica el profesor Odriozola.

Una vez extraído el gas no convencional de estas fuentes de energía, su transformación en petróleo sintético se consigue a través de tratamientos químicos en distintos reactores. “Nuestro trabajo consiste en lograr esa transformación mediante el diseño de reactores pequeños y medianos, de modo que pueda aprovecharse el gas no convencional que hasta ahora no se explota”, añade el científico. En la actualidad, las refinerías ocupan varias hectáreas y trabajan con reactores sólo en enormes bolsas o yacimientos de gas de grandes dimensiones, de modo que las pequeñas bolsas así como otras fuentes de energía como el biogás permanecen sin explotar, de manera eficiente, ya que no son rentables por la inexistencia de una tecnología adaptada a ellas. “Nuestros reactores pequeños servirían precisamente para explotar bolsas de gas de pequeñas dimensiones o, por ejemplo, para transformar los deshechos de plantaciones de olivo en petróleo sintético”, comenta Odriozola.

Para el desarrollo de estos reactores el equipo de la Universidad de Sevilla forma parte de un consorcio nacional en el que participan científicos de la Facultad de Química de la Universidad de San Sebastián y un grupo de investigación de la Universidad pública de Navarra. Este consorcio nacional compite a nivel europeo con grupos alemanes que también están diseñando este tipo de tecnología.

“El desarrollo de nuevas formas de lograr energía tiene un importante valor estratégico a nivel nacional ya que permitiría a España contar con una nueva vía para abastecerse, aunque en pequeña medida”, añade el experto, ya que existen bolsas pequeñas o medianas de gas sin explotar. Los mayores productores actuales de gas natural no convencional son Canadá, India y Estados Unidos. Sin embargo, el desarrollo de las nuevas tecnologías y los menores costos han conducido a un auge a nivel mundial de nuevos países que se incorporan o inician sus primeras producciones, como China, India, Australia y Europa. El mayor productor de gas no convencional es Estados Unidos con un volumen actual de 5.000 millones de pies cúbicos diarios provenientes de “camas de carbón” o Coal Bed Methane (CBM).

Una vez que estos investigadores de la Universidad de Sevilla logren desarrollar un prototipo será la industria la encargada de fabricar los reactores, en el plazo previsto de unos cuatro años. Las aplicaciones de esta nueva tecnología son múltiples, ya que, por ejemplo, permitirá a medios de transporte, como vehículos o aviones, aprovechar mejor los carburantes. “Estos reactores de pequeñas dimensiones podrían utilizarse en la fabricación de coches para aprovechar mejor la transformación de la energía química en energía mecánica ”, señala el catedrático de la Universidad de Sevilla.

Los próximos 10 años serán claves para el fortalecimiento de la explotación del gas no convencional. Se piensa que será la revolución energética de la primera mitad del siglo XXI, y la independencia energética de muchos países que tienen estos tipos de yacimientos de gas. El desarrollo de procesos catalíticos flexibles y adaptados a la producción debe permitir la explotación de fuentes de gas no convencional de tamaño medio o pequeño, alejadas de gasoductos de modo rentable haciendo uso de la tecnología de reactores de microcanales. Este avance de la tecnología sólo será posible mediante la continuidad de estos proyectos de investigación que se desarrollan en las universidades públicas.

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