INVESTIGAR EN ALMERÍA

Otro pasito hacia los ordenadores superveloces

  • Investigadores del grupo Química Orgánica de la Universidad de Almería y del instituto Karlsruhe de Alemania estudian las agrupaciones del itrio con otras tierras raras, en la carrera por hallar un sustituto al silicio que aporte mayor velocidad a los equipos informáticos actuales.

Ignacio Fernández (segundo por la izquierda) con investigadores de su equipo.

El itrio es un elemento químico poco conocido, se encuentra en cantidades escasas a lo largo del planeta, pero con posibilidades de descubrir nuevos emplazamientos, como los últimos localizados en el Pacífico, donde materiales como este, que forma parte de las denominadas tierras raras, puede encontrarse en abundancia. Se utiliza en la fabricación de televisores, en las aleaciones de la industria metálica, tiene propiedades magnéticas, atrapa el oxígeno e impurezas de otros materiales, se usa como componente de las pantallas intensificadoras de rayos X, se añade en la formulación de las modernas baterías de Li-ion, y su elevado punto de funsión le permite estar en láseres o ventanas infrarrojas. Pero, su aplicación más importante puede estar en la memoria cuántica, es decir, como parte de los componentes de los ordenadores cuánticos del futuro, que serán capaces de procesar información mucho más rápido que los actuales ordenadores.

El grupo de investigación de la Universidad de Almería liderado por Ignacio Fernández ha profundizado en su estructura para determinar las uniones que existen y llegar a la conclusión de la existencia de clústeres o agrupamientos. El equipo ha descrito la síntesis y caracterización de clústeres de itrio y disprosio, otro de los elementos englobados entre las tierras raras. Este conocimiento abre la puerta a nuevas posibilidades y aplicaciones para este material. La relevancia de esta aportación ha valido la portada de la revista Chemistry: a European Journal.

El estudio se ha realizado en colaboración con el Karlsruhe Institute of Technology (KIT) de Alemania. Consta de una parte de resonancia magnética nuclear realizada íntegramente en la Universidad de Almería y otra de estudios magnéticos realizados en Alemania. Además, su investigación se encuentra en el selecto 10% de todas las contribuciones que reciben la evaluación de "investigación altamente importante" o de "investigación muy importante" por parte de los tres revisores que han evaluado esta investigación. "No todos los días se reciben evaluaciones tan positivas. Estas pequeñas alegrías las que animan a uno a seguir investigando", explica Ignacio Martínez.

Junto a Ignacio Fernández es coautor de ete trabajo Pascual Oña, miembro del grupo que disfrutó de una beca Von Humboldt en el Karlsruhe Institute, así como de otra del programa Outgoing Fellowship, acción prevista dentro del programa Marie Curie para favorecer investigaciones de alto nivel fuera de la Unión Europea, que le permitió realizar una estancia en Berkeley (Estados Unidos). Actualmente,contratado en la Universidad de Almería, está adscrito al servicio  

de recursos naturales y medio ambiente de la Universidad de Almería.

En la actualidad los autores de esta investigación mantienen colaboraciones internacionales no sólo en Alemania con los profesores Peter W. Roesky y Frank Breher, ambos en el KIT, sino también con Paul J. Chirik en la Universidad de Princeton y con Don Tilley en la Universidad de California Berkeley. El grupo centra sus esfuerzos en dos líneas de trabajo paralelas. Por un lado desarrollan catalizadores basados en metales de transición para la activación de dióxido de carbono y por otra parte, investigan la optimización de algoritmos matemáticos que mejoren una de las ramas de la resonancia magnética nuclear que mayor aplicación tiene en la actualidad como es la difusión molecular mediante gradientes de campo magnético.

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