Sin ocho apellidos vascos, Jon Ander Sánchez (Bilbao, 1968) llegó con 13 años a Sevilla desde Iturribide. Un cambio que le dio una esposa macarena, un hijo y la fallida aventura municipal.

-Para acabar tan mal con Torrijos, tiene en su despacho la caricatura que les hizo Dani Rosell.

-Cuando uno está en la actividad pública, tiene que estar expuesto.

-¿Sigue siendo del Athletic?

-Claro. Hace muchos años, fui con un amigo bético a ver un Betis-Atlhetic. Nos metieron cinco. Dije que no volvía más a ese estadio y lo he cumplido.

-¿Por qué viene a Sevilla?

-Mi padre se mudó por razones laborales. El ambiente irrespirable allí arriba contribuyó, pero no fue lo fundamental. Era uno de los dos socios del bar Garden, que ahora es La Mafia, en el Duque. Yo tenía 13 años y supuso un cambio copernicano. Un desarraigo. En 1981, la Eta mataba casi diariamente, sobre todo a andaluces y extremeños. Yo venía de Bilbao y a esa edad los niños no son especialmente diplomáticos.

"Cuando llegué en 2003 al Ayuntamiento, Desarrollo Local tenía menos presupuesto que la Banda de Música"

-¿Notó el cambio de colegio?

-Los Maristas de Bilbao, gente próxima a la teología de la liberación, no tenían nada que ver con los Maristas de Sevilla.

-¿Con quién vio la final de la Copa del Rey del 77?

-Con mi abuelo Ismael. El mismo con el que seguimos el 23-F en ese interregno con mis padres ya en Sevilla y nosotros en Bilbao. Mi abuela le decía: 'Isma, otra vez los cuarenta años'. Y él le decía: que no hombre, que esto no es igual.

-¿Por qué estudia Derecho?

-Inicialmente yo no quería hacer una carrera muy larga y soy de la primera promoción universitaria de Graduado Social, con Pérez Royo de rector. Acabé en junio y en septiembre de 1989 empecé Derecho. En tercero estudiaba y trabajaba, primero con mi padre, después en una constructora de piscinas. En la Expo se hicieron a porrillo. Me quedé en el paro y aproveché para acabar la carrera.

-En la orla hay dos presidentes del Parlamento andaluz (Antonio Ojeda, Ángel López)...

-Y Olivencia, Carrillo Salcedo, Borbolla, Emilio de Llera. Y Luis Enrique Flores, que luego fue secretario del Ayuntamiento.

-¿En qué se especializa?

-Hice las prácticas en Comisiones Obreras, donde al salir del Ayuntamiento sigo trabajando, aunque más en temas penales que laborales. Manifestaciones, movidas, huelgas, cirios varios.

-¿Quién le llama para el Ayuntamiento?

-Llego de la mano de Torrijos en 2003, como director de área.

-¿Cicatrizaron las heridas?

-En absoluto. Como si no existiera. Yo no quise acudir al manido recurso de que dimitía por razones personales y presenté la dimisión por razones políticas. Mucha gente me retiró el saludo.

-¿Le comunicó la dimisión antes al alcalde que a Torrijos?

-Él lo supo antes. Después se lo dije al alcalde porque yo ni siquiera era concejal, era no electo.

-Lo sustituyó como delegado de Empleo Carlos Vázquez, que se señaló en un piquete contra el bar El Serranito...

-Lo más feo que hizo no fue eso, sino que desmontó todo lo que habíamos hecho.

-¿Sigue unido a Bilbao?

-Mi hermana mayor, Miren Jasone, se volvió a Bilbao. Nagore, la pequeña, sigue en Sevilla. Fui con mi hijo para que lo conociera.

-¿Lo que más le gustó fue el Guggenheim?

-No especialmente, le impresionó más lo bien que se come allí. Cuando salí de allí, Bilbao era un paisaje gris, oscuro y feo. Ahora es una ciudad comparable a cualquier otra ciudad europea.

"Vine de Bilbao con 13 años en 1981, la Eta mataba casi a diario y los niños a esa edad no son nada diplomáticos"

-¿Ha leído 'Patria'?

-Sí. Le cambias los nombres y pienso en casos concretos.

-Le tocó la delegación de Empleo en la peor época...

-En 2003, el servicio de desarrollo local tenía menos presupuesto que la Banda Municipal de Música, con todos mis respetos para la Banda de Música. Lo llenamos de contenido, de programas y el crecimiento fue exponencial. Hicimos uso de las famosas competencias impropias del Ayuntamiento.

-Pasó por Sevilla Global...

-Fue una creación de Emilio Carrillo que ampliamos con un objetivo más social.

-¿Un recuerdo de San Mamés?

-Creo que era la primera vez que iba el Rayo Vallecano, le entregaron un ramo de flores a Pichichi. Cayó la mundial de agua. Había una docena de soldados animando al Rayo. Les metimos seis. Al final, sólo quedaba un soldado.

-¿Se puede ser sindicalista e hijo de empresario?

-Mi trayectoria es muy parecida a la de mi padre. Él nació en Santander y con 14 años llegó a Bilbao. Más o menos la edad con la que yo llegué a Sevilla.

-Ayer, Athletic-Sevilla. Su equipo contra el de Torrijos...

-Es verdad.

DANI ROSELL