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Anticuarias

Santuarios del libro viejo

  • Al menos veinte librerías de ejemplares de segunda mano sobreviven en Andalucía. Algunas se centran en grandes clásicos y otras se han especializado en temas como la Guerra Civil o las historias locales

La librería anticuaria es el ejemplo que mejor refleja el encanto de los negocios de toda la vida. El olor a húmedo y a libro viejo seducen al ávido lector que entra en la tienda en busca de algún ejemplar perdido. Pilares de libros descatalogados, volúmenes desordenados, estanterías recargadas de páginas amarillentas, cantos ilustrados, y obras vendidas como escombros de algún familiar fallecido. Es la esencia de las tiendas de libros de segunda mano. Son lugares, como dice Beatriz de Vera, estudiante de Periodismo y asidua de estos establecimientos, para “recrearse en los tomos de pasta antigua, descubrir viejas ediciones o conversar con el librero”. En Andalucía perviven aún al menos una veintena de estos recónditos espacios, donde la “magia de las letras te envuelve y no te deja salir de allí sin cuatro o cinco ejemplares, plácidamente escogidos, bajo el brazo” apunta esta joven canaria afincada en Sevilla.

El granadino Antonio Gómez es uno de esos libreros que mantienen discusiones dialécticas sobre obras y autores con sus clientes. “El trato personal se está perdiendo en las nuevas tiendas; en cambio, a nosotros nos gusta aconsejar al lector porque también disfrutamos de la literatura”, apunta el dependiente, copropietario de la librería Reciclaje, en la capital nazarí. Antonio explica que el lector moderno quiere leer y no acumular, teniendo en cuenta las dimensiones de las nuevas viviendas; y por tanto, su función es “hacer circular las obras, sobre todo los grandes clásicos, que ya no se coleccionan tanto”. Los autores que más se nombran en la librería Reciclaje son extranjeros. Las obras de Mario Benedetti, Victor Hugo, Dostoievski, Dumas y Truman Capote, entre otros, frecuentan los aledaños de la puerta de la librería en la calle San Jerónimo, y es que su clientela suele ser gente culta , de 35 a 50 años, con una vida sosegada, “que no busca best seller, sino deleitarse con los grandes de la literatura universal”. De entre sus estantes destaca una primera edición de Ojos de perro azul,  de Gabriel García Márquez y una edición de El Quijote con ilustraciones de Dalí, obras de las que le costará desprenderse por su gran valor, confiesa el dependiente. Antonio asegura que además de la literatura, sus clientes más fieles comparten el gusto por el libro. Les gusta palparlo, tocarlo, olerlo y valorar su calidad. “Es la cultura del libro como objeto”, apunta Eva Liebana, propietaria de la librería Torre de Marfíl, mientras sostiene un Crisolín en sus manos. Estos volúmenes en miniatura creados por la editorial Crisol en 1946, son objeto de culto en esta pequeña librería del Pasaje de los Azahares en Sevilla. Su propietaria defiende que la encuadernación, la calidad del papel y la fecha de publicación son las claves para valorar un libro, y que éstos curiosos ejemplares de edición limitada tienen una encuadernación cosida y de piel que aumenta su valor a 120 euros. Por su parte, las primeras ediciones disparan el precio por ser revisiones del propio escritor. “Los libros firmados por el autor también suelen ser anhelados por los exploradores de este tipo de bibliotecas”, señala Liebana mostrando con entusiasmo un ejemplar de Lituma en los Andes con la firma de Mario Vargas Llosa. La librería cuenta con espacios reservados para novela hispanoamericana, la Guerra Civil y Marruecos. “La guerra española es posiblemente la más estudiada de la historia; existen investigadores especializados en aspectos concretos de la batalla, y aquí reunimos un buen número de tomos para los más fanáticos”, apunta Ana, que lleva sólo cinco años en esta profesión y piensa crear una casa-librería para hospedar a escritores extranjeros que visiten Sevilla con pocos recursos.

Raimundo, en cambio, lleva 32 años entre estanterías de obras literarias en Cádiz. El veterano librero, expone con preocupación que “en Andalucía se lee muy poco”. A pesar de ello, ha logrado convertirse en una institución en Cádiz. De vendedor de postales en el Baratillo de Cádiz ha pasado a ser un referente de los libros en su ciudad. Prácticamente toda la bibliografía sobre Cádiz publicada hasta hoy está en su poder.

El cambio de hábitos de consumo, tras la llegada de internet, podría poner la puntilla a este libre y sencillo negocio de bohemios urbanos en extinción.

Recomendamos

· Librería Anticuaria Los Terceros. 

Plaza de los Terceros, 14. Sevilla. Anticuario y libros de segunda mano.

· Librería Torre de Marfíl. Angostillo, 2 (Pasaje de los Azahares, bl.b-2) Sevilla. Especializada en Guerra Civil y novela hispanoamericana.

· Librería Raimundo. Plaza de San Francisco, 4. Cádiz. Especializada en temas locales y Semana Santa.

· Librería Reciclaje. San Jerónicmo 13. Granada. Obras del s. XVIII, postales, grabados y programas de toros.

· Librería Tagore. Capuchinos 4. Granada. Amplio catálogo de novela contemporánea de segunda mano.

· Librería Praga. Gracia, 33. Granada. Libros antiguos, comics y vinilos.

· Librería Códice. Casapalma, 5. Málaga. Libros antiguos, objetos religiosos, iconos y estampas.

· Librería Antonio Mateos. Esparteros 11, Málaga. Libros de segunda mano, postales y grabados.

· Librería Anticuaria Almedina. Conde de Torres Cabrera, 8. Córdoba. Anticuario de libros, postales y grabados, situado en la casa donde nació el torero  Manuel Rodríguez, Manolete.

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