Domingo de Resurrección · la provincia

La lluvia impide un final alegre para la Pasión

  • La mayoría de municipios suspende sus procesiones por las tormentas. En Montilla, Palma del Río y Posadas, se acortaron los recorridos por la amenaza del mal tiempo.

El Domingo de Resurrección, alegre y luminoso por definición, tornó ayer en jornada gris y aciaga, con la lluvia como funesta invitada en el cierre de la Semana Santa. La amenaza de precipitaciones, cuando no directamente los chubascos, llevaron a la cancelación de la mayoría de las procesiones previstas en los municipios cordobeses, con excepciones como Montilla, Palma del Río o Posadas, donde los recorridos se acortaron. En Lucena, Cabra, Montoro, Baena o Puente Genil, no se celebraron procesiones. En este último municipio, también se suspendió el desfile de figuras bíblicas que pone el broche de oro a la Semana Santa.

La Semana Santa de este año se recordará en Palma del Río por ser la primera en mucho tiempo en la que todas las hermandades realizaron su estación de penitencia. A una semana de sol radiante le siguió un domingo de Resurrección con lluvia que hacía peligrar tan optimista estadística. Pese a ello, la junta de gobierno de la hermandad del Señor Resucitado decidió por unanimidad salir en procesión desde la iglesia de Santo Domingo una hora más tarde, a las 10:00, con un recorrido acortado y en sentido inverso al previsto para poder pasar sin temor a la lluvia por la carrera oficial.

El tiempo desapacible no fue obstáculo para que cientos de palmeños salieran a contemplar el único paso de esta hermandad, la de más reciente creación en Palma del Río, que aglutina a un creciente número de niños y que estrenó este año un sistema para bajar al Cristo en la salida y poder hacer frente a la poca altura de la puerta de la iglesia.

La hermandad de María Santísima de la Cabeza y Jesús Resucitado ha sido la única hermandad de la Semana Santa prieguense que no ha podido realizar su estación de penitencia, prevista para el mediodía de ayer. La nueva junta directiva de la hermandad, encabezada por Rafael Pérez de Rosas, deberá esperar al próximo año para sacar a la calle a los dos pasos de esta cofradía, que en el interior de la iglesia de la Virgen de la Cabeza celebraba un emotivo acto en sustitución del tan deseado desfile procesional.

Tampoco pudo ser en Baena. El Cristo Resucitado no puso ayer el broche final a una hermosa y magnífica Semana Santa en la que el sol había permitido que hasta ayer todas las cofradías realizaran su estación de penitencia. Una auténtica lástima que la lluvia impidiera que Jesús, María Magdalena y Nuestra Señora la Virgen del Rosario no pudieran recorrer las calles de la localidad para anunciar a los baenenses la resurrección de Cristo.

Pero los hermanos cofrades no dudaron en festejar la buena nueva y en el interior de la iglesia de Guadalupe bailaron a sus imágenes, los romanos les tocaron alegres marchas y los judíos de la cola negra hicieron sonar sus tambores por última vez hasta el año próximo. El día amaneció triste, con lluvia y algo de viento; tras la celebración de la Eucaristía, el cabildo decidió la suspensión de la procesión.

En Montoro, por segundo año consecutivo no pudo ser y la Cofradía del Santísimo Cristo de la Resurrección se quedó en casa, la ermita de la Virgen de Gracia, debido a las previsiones de lluvia. Quedó sin estrenar, por tanto, la talla del ángel anunciador realizada por el imaginero pontanés Jesús Gálvez Palos. Después de la misa de salida y tras el rezo del rosario, la junta de gobierno se reunió en cabildo de aguas para finalmente tomar la decisión de no salir.

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