arcos

Un grupo de empleados protesta para que vuelva el servicio de resonancia

  • La plantilla de la Clínica Armario ve peligrar sus trabajos si la Junta no efectúa el concierto

El propietario Juan Manuel Armario (en el centro) con la plantilla, ayer, en una concentración en el Ayuntamiento.

El propietario Juan Manuel Armario (en el centro) con la plantilla, ayer, en una concentración en el Ayuntamiento.

Los trabajadores de la Clínica Armario, en Arcos, iniciaron ayer una serie de movilizaciones para pedir la vuelta a esta localidad serrana del servicio de resonancia magnética.

La plantilla directa de esta empresa se concentró ayer a las puertas de las dependencias municipales del Ayuntamiento, junto a la Policía Local, para pedir a la Junta de Andalucía que reanude el concierto con esta clínica sanitaria para prestar el servicio de resonancia porque, de lo contrario, "nos vemos abocados a la inminente pérdida de nuestros empleos". Los trabajadores hablan de que realizarán concentraciones continuas y recuerdan que sus empleos están en riesgo tras la fuerte inversión que este centro realizó para "la implantación de la tecnología necesaria para prestar tal servicio a usuarios del SAS pero que por motivos inexplicables e incomprensibles se vuelve a castigar a una población como Arcos sin ello".

El propietario del centro y el alcalde acudirán el 27 a una reunión con Salud

Clínica Armario estuvo ocho años con un convenio con el SAS para facilitar las pruebas de resonancia magnética a usuarios de la Sierra. Pero el concierto terminó hace dos años y los habitantes de la comarca han de trasladarse a Jerez o Cádiz para realizarse este diagnóstico médico. La empresa adquirió nuevos equipos para dar respuesta a las exigencias de la administración. Pero el concierto no está encima de la mesa.

La plantilla de esta clínica asciende a unos 12 trabajadores " y casi una treintena de especialistas y médicos de urgencias que también prestan sus servicios", cuentan los afectados, quienes dicen "ver peligrar nuestros trabajos. El cobro de las nóminas se retrasa devenido del lastre que soporta el centro por la inversión que se realizó para adquirir esta tecnología para resonancias porque había un compromiso con la administración", explican.

Los trabajadores se quejan también de la pasividad de las autoridades locales. "Me duele", fue la respuesta ayer mismo del alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, ante esto. El regidor defendió su gestión ante esta problemática. "Me solidarizo con los trabajadores. Pero duele cuando se habla de inactividad cuando llevamos un año hablando con todo el mundo y con consejeros de la Junta para defender los intereses de estos trabajadores", dijo. Isidoro Gambín añadió que le consta que el delegado provincial de Salud, Manuel Herrera, "también se ha volcado con este tema, pero es el SAS el que determina estos servicios", añadió para continuar: "este alcalde ha hecho todo lo que tenía que hacer". En este sentido, Gambín adelantó que el propietario de la clínica, Juan Manuel Armario, tendrá una reunión el día 27 de este mes con el delegado de Salud, a la que el regidor arcense también acudirá.

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