Turismo

Málaga espera un nuevo verano récord gracias al despegue del turista español

  • Turismo Costa del Sol prevé un crecimiento de viajeros e ingresos del 2% en la temporada estival. La consolidación del mercado nacional y el mantenimiento de británicos y alemanes es clave

Dos turistas pasean ayer por Málaga capital

Dos turistas pasean ayer por Málaga capital / Javier Albiñana

El verano de 2017 fue espectacular para la provincia de Málaga y este año podría ser incluso mejor. Turismo Costa del Sol anunció ayer que prevé un aumento del 2% de viajeros e ingresos durante esta temporada estival, lo que marcaría un nuevo récord. Ese empuje vendría motivado principalmente por el despertar del turismo español, el más importante para este destino y que durante la crisis estuvo en horas bajas.

Jacobo Florido, consejero delegado de la entidad turística dependiente de la Diputación, señaló ayer que se espera un incremento del mercado nacional del 10,5% este verano lo que, unido al tirón del 3,9% del conjunto de 2017 y las buenas sensaciones obtenidas en la Semana Santa o el pasado puente de mayo, permitiría dar por completamente recuperado al turista español. El año pasado los hoteles de la Costa de Sol albergaron a 1,9 millones de turistas españoles y los segundos mejores clientes fueron los británicos con un millón, por lo que la diferencia es notoria. Hay que tener en cuenta además que el turista nacional descendió el año pasado casi un 6% en los hoteles, pero que el saldo fue positivo porque muchos se alojaron en viviendas de uso turístico, campings, casas propias o de amigos, etcétera.

El resurgir del mercado nacional es clave para las buenas perspectivas veraniegas, así como el mantenimiento de la cuota de británicos y alemanes, que son el segundo y tercero mayor consumidor de los hoteles malagueños. A eso hay que añadirle que, según comentó Florido, se estima que habrá un repunte del 38,5% del mercado finlandés, un 23% del polaco, un 15% del francés, un 13% del danés o un 4% del holandés.

Tras varios años consecutivos batiendo récords turísticos, la duda este año es saber si se podrá seguir esa tendencia o habrá un descenso, ya que una de las causas importantes para tan magnos números ha sido la inseguridad política y personal en Turquía, Túnez, Egipto o Grecia por ataques terroristas, golpes de estado o crisis económica. Miles de turistas que han viajado tradicionalmente a esos países para descansar han optado por venir a España en los últimos años buscando seguridad y muchos de ellos han elegido la Costa del Sol. Son los famosos turistas prestados que, antes o después, habrá que devolver. La situación en esos países mediterráneos se ha calmado –al menos de momento– y vuelven a crecer, algo que quitará de forma irremediable turistas a Málaga. Grandes y lujosos complejos turísticos de Turquía, por ejemplo, están ofreciendo habitaciones a apenas 30 euros la noche, tirando precios para ganar cuota de mercado y, como lamentan en el sector, “la memoria del turista es muy frágil”.

Las empresas y las entidades turísticas malagueñas han intentado compensar esa previsible devolución de turistas fidelizando al cliente y para conseguirlo se han hecho notables inversiones en la planta hotelera o en restaurantes y se han creado nuevos productos turísticos, segmentando una oferta que ya no es solo de sol y playa sino, posiblemente, una de las más variadas del mundo, sobre todo si se hacen excursiones a otras ciudades andaluzas.

Florido reconoció la recuperación de esos mercados mediterráneos, pero destacó que aún así habrá crecimiento. “Es posible que el turismo internacional no aumente otro 8,2% como lo hizo en 2017, pero sí estamos hablando de que lo hará en torno a un 2%”, resaltó. El balance se hará al final de la temporada, pero hay que tener en cuenta que el reto no es tanto buscar más turistas como que se generen más ingresos. Málaga capital lo ha conseguido y la Costa quiere hacer lo mismo.

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