Imagen del claustro de la Universidad de Córdoba en un acto.

Cualquier persona que tenga interés en influir en el devenir de la Universidad de Córdoba (UCO) tiene de plazo hasta el próximo 20 de junio para dejar sus aportaciones al segundo Plan Estratégico 2016-2020. Se trata de la primera vez que la institución académica pone en marcha esta opción para dar voz tanto a la propia comunidad universitaria como a la ciudadanía de Córdoba. Las personas interesadas en participar en esta exposición pública del plan pueden dejar sus aportaciones en esta página web.

El vicerrector de Planificación Académica y Calidad de la UCO, Lorenzo Salas, destaca que los objetivos del plan son “variados y de distinto calado”. En primer lugar, explica que permite “dar cumplimiento al precepto legal de la Ley Andaluza de Universidades, que exige que las Universidades tengan una Planificación Estratégica que rija sus programas y planes plurianuales de actuación de acuerdo con sus objetivos generales”. El objetivo general del Plan, según Salas, es poner de manifiesto las líneas prioritarias de actuación de la Universidad en las tres grandes áreas Académica, Política Universitaria y Económica para los próximos años, lo que se va a concretar en una serie de objetivos y acciones con sus correspondientes indicadores de seguimiento. El anterior Plan Estratégico de la UCO tenía un alcance temporal de 2006 a 2015, “por lo que es obligado renovarlo en este momento”.

El documento de bases metodológicas para elaborar este segundo plan descomponía su elaboración en cuatro fases: Preliminar, Análisis, Formulación y Validación. “Actualmente nos encontramos en la fase de Validación, cuyo fin está previsto para junio de 2016, aunque quizá el documento con la redacción final, una vez que se incorporen las aportaciones de recibidas durante la exposición pública, esté disponible para julio o septiembre de 2016”, avanza. Algunas de las líneas básicas de este nuevo plan estratégico de la UCO son intentar adaptar la oferta de grados y posgrados al mercado laboral, además de aumentar la formación en inglés, así como los incentivos a los investigadores y mejorar la proyección internacional de la institución.

Las diferencias más importantes respecto al primer plan estratégico de la UCO son varias: en primer lugar se ha previsto un horizonte temporal más corto (2016-2020). Igualmente, el plan va a estar dotado de una serie de indicadores realistas de medición y seguimiento del logro de los objetivos, incorporando incluso un conjunto de valores meta para estos indicadores y una asignación de responsabilidades para la ejecución de cada acción. Por otro lado, está previsto realizar un seguimiento anual del logro de los objetivos, “lo que nos permitirá ir rindiendo cuentas a la Comunidad Universitaria y realimentar el propio plan por si hubiera que modificar o replantear alguna cuestión”, detalla. Salas señala que otra novedad es la de incorporar la citada fase de exposición pública “en la que se da la oportunidad de expresar su opinión a cualquier persona interesada, no sólo perteneciente a la Universidad sino también de la ciudadanía en general”.

No obstante, el vicerrector de Planificación Académica y Calidad señala que en este momento del procedimiento, “el diseño del plan ya está muy avanzado, por lo que las aportaciones externas podrán servir para mejorar o matizar algún objetivo o acción”. A pesar de ello, insiste en que “queda en manos de la sociedad misma el implicarse con sus aportaciones en la elaboración del plan, aunque todas las aportaciones que se reciban serán tenidas en cuenta”.