UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA

Una colección muy viva

  • El Museo Anatómico Veterinario de la Universidad de Córdoba cuenta con un importante fondo que permite la divulgación y estudio de la anatomía veterinaria.

 José Miguel Navas y Andrés Diz, responsables del museo. / Foto de José Martínez.    

Desde una costilla de ballena hasta un esqueleto completo de un cerdo. Son muchas las piezas que se pueden ver en el Museo Anatómico Veterinario de la Universidad de Córdoba (UCO). Una sala ubicada en el edificio de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria, en el Campus de Rabanales, que tiene la docencia y la divulgación científica como principales objetivos.

El profesor Andrés Diz es uno de los responsables de este espacio y asegura que “no es comparable a otros”. “Sus objetivos son docentes tanto para estudiantes de Veterinaria como de otros estudios de Ciencias Biológicas y de la Salud”, detalla, mientras destaca que además del alumnado universitario también recibe visitas, previa solicitud, de diferentes centros de Primaria y Secundaria, “con lo que se consigue una labor divulgativa de la anatomía veterinaria a la población en general”.

El museo, según la información facilitada por Diz, dispone de varios fondos veterinarios. Algunos de ellos proceden del antiguo museo anatómico, del que forman parte modelos anatómicos de anatomía veterinaria y humana, así como esqueletos de algunas especies domésticas. El museo también cuenta una colección de material anatómico plastinado de diferentes especies domésticas y exóticas que en el futuro será la más importante desde el punto de vista docente. Se trata ésta de una compilación que se amplía de manera continúa siempre que hay recursos disponibles. Las preparaciones anatómicas óseas son el tercer grupo de fondos del museo: un conjunto que da cabida a esqueletos completos o partes del mismo de especies domésticas y exóticas. En este caso está destinada a estudios de Anatomía Comparada, al montaje de esqueletos con fines expositivos y al montaje de preparaciones osteológicas para su exposición en el museo, también con fines docentes.

Diz subraya la importancia de que la UCO disponga de un espacio de estas características. Para los alumnos y profesores de Anatomía y Embriología Veterinarias, por ejemplo, “facilita a los primeros la adquisición y a los segundos la transmisión de los conocimientos anatómicos, pues sirve como complemento de las clases teóricas y prácticas de dicha disciplina”. Lo mismo ocurre con estudiantes y docentes de otras disciplinas biológicas y de la salud como zoología, botánica, patología, etc...

Los investigadores también se benefician de este espacio, sobre todo los que estudian áreas de Anatomía Comparada, especialmente en Osteología Comparada. No en vano, anota Diz, “además de la colección expuesta, está dotado de una colección amplia de esqueletos de diferentes especies de mamíferos, aves y algunos reptiles, por lo que se reciben visitas de arqueólogos, zoólogos y otros investigadores interesados en el estudio de ésta colección, aparte de la expuesta en el museo”. El profesor de la UCO también alude a los “numerosos especímenes procedentes de otras especies de interés científico general, tales como animales de vida libre, reptiles, setas” y reconoce que su presencia hace que se despierte “el interés por la ciencia de la población en general”.

“Al tratarse de un Museo de Anatomía, la gente que viene a visitarlo piensa que se trata de preparaciones sumergidas en recipientes de cristal con un aspecto mas bien desagradable; pero al verlo, cambian esa idea preconcebida, pues son preparaciones de aspecto agradable, secas, carentes de olor e, incluso, buena parte de ellas de gran valor estético, por lo que suelen salir muy satisfechos de su visita y sin esa visión preconcebida que tiene sobre la anatomía la población en general”, describe.

A pesar del contenido y de los beneficios que genera esta espacio, Diz reconoce que el actual museo de la UCO “es muy pequeño para sus necesidades, pues “el material ubicado en el mismo, es muy abundante y no puede exponerse adecuadamente, lo que hace que el visitante no reciba toda la información que debería recibir y a los responsables del mismo no nos satisfaga su aprovechamiento”. A su juicio, “sería necesario su ampliación o reubicación, así como una mejor dotación del mismo, tanto en espacios como en infraestructuras (mobiliario, iluminación, personal…), lo que le daría una mayor difusión y, estamos seguros, incrementaría notablemente las visitas del mismo”. “Esperemos que consigamos estos objetivos en un futuro no muy lejano”, concluye el responsable.

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