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"Los efectos de la tasa de reposición han sido brutales"

  • El rector de la Universidad Pablo de Olavide, Vicente Guzmán Fluja, reivindica que las instituciones más jóvenes puedan crear nuevas plazas desvinculadas de la tasa de reposición · Recuerda que de una plantilla de 958 profesores, solo el 20% son funcionarios y apenas la mitad están contratados a jornada completa.

“Los efectos de la tasa de reposición han sido dramáticos. Brutales”. El rector de la Universidad Pablo de Olavide, Vicente Guzmán Fluja, explica que los recortes sorprendieron esta universidad sevillana en pleno despegue. Fundada en 1997, entre 2008 y 2011 llegó a crear 90 plazas para profesores e investigadores. “La oferta académica y la investigación habían aumentado y teníamos masa crítica. Estábamos en condiciones de crecer” con el horizonte de alcanzar un 51% de funcionarios, “porque la Ley Orgánica de Universidades dice que el porcentaje máximo de personal laboral no puede superar el 49%. Es decir, al menos el 51% de la plantilla tiene que estar compuesta por funcionarios”. Sin embargo, la Pablo de Olavide tiene 958 profesores y solo el 20% es funcionario. Es más, apenas la mitad trabaja a tiempo completo. Ese es el efecto “brutal” al que alude el rector.

El impacto del cierre del grifo del empleo público es doble en las universidades jóvenes porque se producen tan pocas jubilaciones que las escasas posibilidades legales para cubrir las vacantes son casi imperceptibles. “Hasta 2015 se ha jubilado una persona al año. En 2016 serán seis porque coincide la jubilación de los primeros catedráticos que llegaron, pero hasta 2021 tendremos de nuevo una jubilación al año. Nos da igual si la tasa de reposición es del 10% o del 100%. Nosotros solo podemos incorporar un profesor titular al año”. “A este ritmo necesitaríamos 75 años solo para poder dar salida a la bolsa de acreditados a profesor y catedrático”, lamenta.

Desde 2012 esta universidad tiene contabilizados 24 profesores acreditados para promocionar a catedráticos, 95 acreditados a profesor titular y 33 a contratados doctor. Vicente Guzmán lamenta que a este colectivo se le cierren las puertas de la carrera académica y teme que busquen esas expectativas fuera. “Son personas muy valiosas que se pueden ir a cualquier otra universidad” que sí tenga posibilidades de ofrecer plazas por la tasa de reposición. “Nos quedaríamos sin posibilidad alguna para incorporar talento”.

Vicente Guzmán Fluja ha tocado a todas las puertas para tratar de hacer ver que las universidades más jóvenes, las que han vivido gran parte de su trayectoria bajo la sombra de la crisis, necesitan un tratamiento diferenciado para ofrecer plazas desvinculadas de la cobertura de las jubilaciones. Ha escrito cartas a los ministros de Economía, Luis de Guindos, y Educación, Íñigo Méndez de Vigo, para pedir que solo se apliquen las restricciones derivadas de la estabilidad financiera, pero no la tasa de reposición cuando la plantilla no alcance el 51% de funcionarios que contempla la Ley Orgánica de Universidades. La respuesta ha sido cuando menos decepcionante. Sugieren que busque alternativas como el trasvase y la acumulación de plazas desde otras universidades.

 

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