JOSÉ MANUEL ROLDÁN, Asociación de Universidades Públicas de Andalucía

"Los recortes harán perder una generación de investigadores"

  • La universidad necesita renovación porque sus sistemas de gobierno están obsoletos, pero la solución no está en la injerencia política en el nombramiento de los rectores · Este es el principal mensaje del presidente de la Asociación de Universidades Públicas de Andalucía (AUPA) y rector de Córdoba a quien le gustaría un rector académico y elegido por académicos con más capacidad de dirección y gestión de la que ahora ostenta

Es el máximo responsable de la Asociación de las Universidades Públicas de Andalucía y, además, es el rector de la Universidad de Córdoba (UCO). A José Manuel Roldán Nogueras le ha tocado bailar con la más fea con los recortes de financiación, el aumento de las tasas y la nueva ley que prepara el Ministerio de Educación, entre otros aspectos.

-¿Qué consecuencia tendrán los recortes a largo plazo?

-A largo plazo no debe haber una excesiva influencia en la calidad de la docencia, pero la investigación si se está resintiendo en dos aspectos. Uno de ellos es que al no contratar a investigadores, no entrará savia joven, la plantilla se envejecerá y perderemos una generación de investigadores, que se tardará mucho tiempo en recuperar. En segundo lugar, si no hay dinero para proyectos y se reduce, no se podrá investigar bien, con lo cual se pierde la capacidad de publicación y de crear patentes.

-Las quejas acerca de la crisis son constantes en todos los sectores y son pocos los que proponen alguna medida. ¿Qué propuesta puede hacer el mundo universitario?

-Lo que puede aportar la Universidad es una buena investigación, desarrollo, innovación y calidad de docencia. Pero desde el punto de vista económico, lo que estamos haciendo es cumplir con las leyes y los decretos de ámbito de legislación básica que nos obligan; no tenemos más. Lo único que podemos hacer es seguir apretándonos el cinturón, de manera que con la pequeña disponibilidad que hay económica se pueda salir de la crisis y colaborar a su salida, pero no podemos aportar otras soluciones que dependen de los políticos. Son los responsables económicos de las grandes instituciones los que deciden si va más para una cosa o para otra, otros países europeos no están recortando en educación ni en investigación. Los responsables de los recortes son los ministerios en el reparto de lo que hay.

-Los campus de excelencia dejarán de recibir financiación pública a partir de 2015, ¿en qué situación se quedarán?

-Hay que buscar vías de financiación al margen del Ministerio porque por parte de la Administración central no hay mayores aportaciones. Sin embargo, por parte de la Junta hay un mínimo apoyo y, por ello, lo que tenemos que hacer son contratos con empresas y ayudas externas, como el ceiA3 con el Banco Santander. Los campus de biomedicina, como el de Granada, tendrán que ir contactando con empresas y lograr que los grupos de investigación asociados vayan a proyectos europeos.

-¿Pero serán viables?

Sí, ¿por qué no? Lo que tenemos que hacer ahora mismo son encontrar vías de financiación. Esperamos que sin que sea un funcionamiento a toda máquina sí pueda haber una continuidad de los campus. Ahora mismo estamos funcionando con poca financiación.

-¿Pueden competir las universidades andaluzas con el resto de instituciones académicas de España?

Si, por su puesto que sí. El sistema universitario andaluz tiene una excelente coordinación por parte de la Junta. Dentro de lo que es la financiación y la filosofía estamos en una comunidad autónoma con un gobierno de un color distinto al Estado y, eso significa que la comunidad autónoma se esfuerza en aquellos efectos que pudieran ser significativos por parte de las medidas que toma la Administración del Estado. Además, hay que tener cuenta que tenemos universidades como las catalanas que tienen una situación económica gravísima. Si la nuestra es complicada, la suya es gravísima, y también de algunas de Madrid. Por ejemplo, el rector de la Universidad Complutense, José Carrillo, ha tenido que recortar los sueldos y conseguir ahorrar nueve millones en personal.

-¿Cree que se llegará a esa situación tan extrema en Andalucía?

-No. La apuesta de la Junta en relación con las universidades es clara. Interpretamos que con la política de la Junta no vamos a llegar a esa situación.

-¿No hay una dependencia excesiva de la Junta?

-Es tan excesiva como en el resto de autonomías. En el momento en el que están cedidas las competencias a la comunidad autónoma, la legislación básica afecta. La autonomía son dos cosas: el dinero y el boletín oficial. Por ejemplo, yo no puedo contratar a un profesor americano que sea Premio Nobel para dar clases porque no tengo instrumentos para ello.

-¿Cuál es la universidad andaluza que se encuentra en peor situación por la aplicación de los recortes?

-Algunas de las universidades pequeñas se encuentran en una situación complicada de pago a proveedores. Las grandes, en época de bonanza y con los incrementos de presupuestos, han tenido más posibilidades, mientras y las intermedias han estado en una situación de ahorro que nos han permitido tirar un tiempo. Ahora mismo, las universidades están con una disponibilidad muy pequeña y es para poder pagar a proveedores, las nóminas, no contratar y las inversiones muy pequeñas.

-¿Qué eliminaría de la nueva ley de educación?

-Creo que la Universidad necesita una renovación y, en eso, estamos perfectamente de acuerdo. Los sistemas de gobierno están obsoletos. Hay un sistema de balances internos tan complejos que tomar una decisión y hacerla efectiva lleva un excesivo esfuerzo. Yo sería muy cuidadoso en los sistemas de gobernanza y evitar la injerencia de los poderes políticos en el nombramiento de los rectores.

-¿Ese es uno de los puntos claves?

-Claro. En primer lugar, los rectores internamente tienen que tener mayor capacidad de gestión. No tener que estar sometidos a balances y equilibrios continuos por la gran diversidad y confluencia de órganos de decisión. Por otro lado, eso requiere una simplificación de estructuras, que es muy importante, en las que el máximo responsable nombrara a los responsables de esas estructuras más simples.

-¿Cuál sería el mejor modelo entonces?

-No tengo una idea clara de cómo nombrar al rector porque lo primero que hay que hacer es evitar las interferencias o las injerencias de los poderes públicos. Sin embargo, existen modelos en los que el rector debe ser en principio un académico, pero por una serie de ternas se podrá elegir al de mayor experiencia o mayor capacidad de gestión. No creo que el rector deba ser alguien ajeno al mundo de la universidad. Una vez superada la injerencia de los poderes públicos, en mi opinión como rector otra posibilidad es simplemente mantener el nombramiento del rector. Otra de mayor aceptación es mantener el rector académico elegido por los académicos, pero que el rector tuviera capacidad de nombramiento de todos los órganos de gobierno unipersonales con una estructura más simplificada. Un modelo que apoyaría sería el de un rector académico elegido por académicos y con una mayor capacidad de dirección y gestión.

-Los recortes se han llevado por delante ya varios programas de becas

-Han querido anular la Séneca y se estaba tratando con el Ministerio de Educación para que se mantuvieran; estamos tratando de negociar. Las Erasmus son también un recorte del Ministerio.

-¿Pueden las universidades permitirse el lujo de perder a esos alumnos?

-No debemos perder la oportunidad de que nuestros alumnos se formen y se enriquezcan viendo otras universidades; eso es clave. Hay otra cosa importante que es la selección del profesorado. Ahora mismo está funcionado el proceso de acreditación, pero no el de acceso, por lo que se está creando una bolsa de acreditados. El problema es que si no nos dejan dotar de plazas, la bolsa va creciendo.

-¿Qué puede hacer el Ministerio de Educación al respecto?

-Puede decir que vamos a ir desbloqueando, por hasta ahora sólo se puede reponer el 10%. O el Ministerio de Educación adopta resoluciones por las que estas personas puedan ir a acceso o bien, y esto es más peligroso, por los derechos adquiridos que podrían argumentarse, decir que los acreditados vayan ahora a un proceso de acceso a nivel nacional. Las universidades de Sevilla y Granada, por tamaño, son las que puedan tener más profesores en esta situación en Andalucía.

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