El rector de la Universidad Internacional de Andalucía, Eugenio Domínguez Vilches, ha pedido que se retire el proyecto de reforma de los estudios superiores. Los rectores españoles, a través del organismo que los agrupa (CRUE) han decidido una moratoria que aplace la introducción de los grados de tres años con dos años de máster hasta 2017. Domínguez Vilches ha ido un poco más allá y cree que lo acertado es retirar el proyecto aprobado por el Consejo de Gobierno en su última reunión de enero.

En el discurso oficial de inauguración del año académico, dictado en Baeza (Jaén), el rector de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) ponía en cuestión las bondades del sistema al preguntarse “qué gana un estudiante con un sistema 3+3 flexible”. En aquella misma intervención respondía que simplemente “confusión, encarecimiento en el coste de sus estudios y nada de ahorro para ellos. Sí quizás en coste para la Administración, aumento de los recortes en profesorado y ruptura de la movilidad de nuestros estudiantes dentro de nuestro propio país”.

El rector subrayaba que el argumento de que difícilmente el modelo propuesto supondrá menos desembolso por los estudiantes “si al final el alumno tiene que hacer un máster de dos años” y las tasas de las maestrías son más caras. “Echemos cuentas: si ahora son cuatro [años] de grado y uno de máster, con la reforma serían tres de grado y dos de máster ¿qué queremos en educación, ahorro o calidad?

También puso en solfa que el sistema 3+2 facilite la homologación con otras universidades. “¿Nos queremos parecer a Harvard? Pues allí nada de 3+2”. Subrayaba que tampoco pondrá las cosas más fáciles en Europa donde hay grados de cuatro años, por ejemplo en Austria y se están implantando en Alemania, para finalmente preguntarse, “¿quién acepta en un máster en EEUU a un graduado de tres años?

Domínguez Vilches también argumentó que el nuevo sistema supondrá de implantarse “una tremenda barrera” para los alumnos potenciales de Latinoamérica y concluía que la educación “no puede estar sometida a estos terremotos cada cuatro años”, sobre todo cuando las universidades acaban de concluir la implantación de un modelo universitario cuyos resultados todavía no han sido evaluados.