Cinegético

Arranca la caza mayor con más reses pero menos precio

  • La Ley de Protección del lobo enturbia la dinámica del sector. Agricultores, ganaderos y cazadores se sienten atacados y desprotegidos. Se observa una gran expansión de jabalí

Reunión del presidente de la Federación Andaluza de Caza, José María Mancheño y del vicesecretario general de  UPA-A, Francisco Moscoso, con Juan Espadas.

Reunión del presidente de la Federación Andaluza de Caza, José María Mancheño y del vicesecretario general de UPA-A, Francisco Moscoso, con Juan Espadas.

Cuando acaba de comenzar, el 16 de octubre, el periodo de caza mayor y, con ello las monterías, el sector afronta el inicio de temporada “con muchas ganas y expectación”, tras la atípica campaña pasada, en la que muchas no se pudieron celebrar por las circunstancias vigentes en materia Covid, pero temen por el descenso del precio de la carne y se rebelan contra la Ley de protección del lobo.

Este año se espera un mayor número de reses de caza mayor en los montes y, con ello, “los cazadores y los profesionales del sector, afrontan con gran ilusión esta temporada”, asegura el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa.

Aunque las exigencias en materia Covid son menores, acordes a la mejoría global de la situación sanitaria, en cada montería que se celebre se deberá seguir cumpliendo un Plan Covid específico, que garantice la seguridad sanitaria. Por ello, todas las monterías, ganchos, batidas y ojeos de perdiz que se celebren esta temporada, deberán presentar su el citado plan ante la administración competente en materia de caza. Las sueltas en escenarios de caza también tendrán esta misma obligación, informa Asaja Córdoba.

En cuanto al estado de las reses, destaca la imparable expansión del jabalí, ya no solo a nivel del territorio, sino también en lo concerniente al número de animales, al haber criado muy bien este año. En otras especies como el ciervo o el gamo, los trofeos se presentan para esta temporada ligeramente superiores a los de la temporada pasada. Aunque se arrastra dos primaveras extremadamente secas, que han influido en la escasez de pastos y de alimento en general, la pasada otoñada sí fue buena y es esta época del año la que más condiciona las calidades y tamaños de los futuros trofeos.

Hay un factor que sí preocupa al sector de la caza mayor en esta temporada: la grave crisis en la que se encuentran los precios de la carne de caza. En el caso del ciervo, los precios de la carne, a la canal, oscilan entre 1,10 y 1,35 euros el kilo, frente a las cotizaciones logradas en campañas pasadas, en las que se pagó de forma récord con hasta 4,10 euros el kilo.

En el caso del jabalí, también ha habido un notorio descenso de las carnes, de forma que, los precios oscilan entre 0,65 y 0,85 euros el kilo frente a la horquilla de campañas pasadas que osciló de 1,40 a 1,65 euros el kilo.

Respecto al jabalí, Asaja Córdoba recuerda que da comienzo la temporada de caza en plena declaración de emergencia cinegética para esta especie, por los problemas que suele causar, a nivel de daños sobre la agricultura, accidentes de tráfico o daños de naturaleza sanitaria sobre la cabaña ganadera, entre otros. Toda la provincia de Córdoba se encuentra declarada en emergencia por esta especie, de ahí la importancia, y la necesidad de cazarla para reducir adecuadamente sus poblaciones.

Por último, Asaja destaca la importancia de la seguridad en las cacerías para prevenir accidentes, por lo que hace “un llamamiento a la responsabilidad en este sentido, dado que son muchas las personas que intervienen en las cacerías”. Y es que, además de los cazadores, hay que tener en cuenta al resto de participantes en este tipo de eventos, como pueden ser el personal de catering, secretarios, pastores, perreros, carniceros, arrieros, veterinarios, taxidermistas, etc.

Por otro lado, el sector está bastante preocupado por la Ley de Protección del lobo que establece “unas medidas difíciles de entender y que van en contra del sector primario de Andalucía”, según afirman. El vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía, Francisco Moscoso, y el presidente de la Federación Andaluza de Caza, José María Mancheño, han mostrado su perplejidad ante lo que consideran la “cruzada ecologista” en la que se han instalado tanto el Gobierno central como la Junta de Andalucía, “que pretenden legislar sin tener en cuenta a los agricultores, a los ganaderos y a los cazadores”. “Unas normativas que -afirman- de ser aprobadas tal y como están planteadas causarían un daño irreparable al campo andaluz”.

Reunión con Juan Espadas

Ambas partes han transmitido estos temores al secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, en una reunión donde expresaron el rechazo rotundo de organización y federación a la orden sobre tenencia de perros que quiere aprobar el Gobierno.

“Ya estamos comprobando cómo se ha aprobado una Ley de protección del lobo que perjudica notablemente a los ganaderos, porque nos deja indefensos por completo ante los ataques de este animal salvaje. Se ha hecho sin tenernos en cuenta en absoluto, lo que ya demuestra una falta de interés por nuestra profesión. Pero, encima, el anteproyecto de Ley de Derechos de los Animales es un ataque completo al control de especies que se realiza mediante la caza. En este caso, obligaría a esterilizar a todos los perros de caza, además de obligarnos, por el simple hecho de ser titular o responsable del animal, a realizar un curso de formación acreditado para su tenencia”, explica Francisco Moscoso.

Otra de las cuestiones de la Orden con la que UPA Andalucía y la Federación Andaluza de Caza muestran su desacuerdo es el tema de las infracciones. Al respecto, Francisco Moscoso explica que “sufriríamos sanciones muy graves por matar a un animal, sin que la normativa especifique qué tipo de animal. ¿También las especies cinegéticas para su control? El texto no lo aclara, solo se refiere a infracciones muy graves, y esto es algo inaudito. Tampoco vemos con lógica la prohibición expresa de ‘toda muerte inducida por cuestiones de sobrepoblación’, porque esto pone en serio riesgo el control poblacional de una especie cuando causa problemas y cuantiosos daños a las explotaciones agrícolas y ganaderas”.

Técnica regulada

UPA Málaga asegura que, en esa línea transita la decisión de la Junta de Andalucía de prohibir la caza del jabalí con una determinada técnica regulada en el Reglamento de Ordenación de la Caza de Andalucía. El vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía esgrime que el control de las poblaciones de animales es una medida fundamental para evitar daños mayores en la agricultura y la ganadería.

Al respecto, Moscoso defiende la utilidad de la caza: “Es una herramienta eficaz, además de un deporte. Bien regulada, la caza previene daños en infraestructuras, en cultivos y en ganado. Nosotros somos los primeros que defendemos un ecologismo bien entendido, no un ecologismo extremista en el que prevalecen los derechos de unos animales frente a otros o frente a nuestra labor en el campo. Conejos, jabalíes y lobo, por poner tres ejemplos muy significativos, nos han causado y nos causan daños irreparables en el campo, y eso que hasta ahora sus poblaciones estaban controladas. A partir de ahora, con la normativa que prepara el Gobierno y la decisión acordada por la Junta de Andalucía, nos tenemos que echar a temblar porque las pérdidas que sufriremos serán irreparables”.

Por su parte, el presidente de la Federación Andaluza de Caza, José María Mancheño, ha agradecido la pregunta del grupo parlamentario socialista a la consejera de Agricultura en relación a la prohibición de la caza del jabalí, especialmente perjudicial en las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas y Sierra Mágina, en la provincia de Jaén.

Caza y bienestar animal

Mancheño hace un llamamiento a la “cordura administrativa” para evitar “la desaparición definitiva de la caza como deporte y de los cazadores por completo”. “Caza y bienestar animal son perfectamente compatibles. Los cazadores, al igual que los agricultores y los ganaderos, somos los primeros ecologistas, pero estamos cansados de que los gobiernos elaboren leyes que afectan directamente al sector cinegético sin contar con él ni buscar un consenso a la hora de debatirlas y analizarlas. Nos preocupa sobre todo el anteproyecto que ha presentado la Dirección General de Derechos de los Animales, que contempla ni más ni menos la prohibición de la caza”.

El presidente de la Federación Andaluza de Caza añade que “en Andalucía somos más de 200.000 cazadores y estamos totalmente comprometidos con la conservación y el bienestar animal. No estamos dispuestos a que se nos criminalice o prohíba a través de un proyecto de Ley que busca imponer al mundo rural un modo de vida desde las ciudades”.

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