La Voz Invitada

Recuperemos la importancia del pan

  • La industria española de la panadería elabora panes cada vez más saludables

Imagen de archivo de una de las celebraciones del Día Mundial del Pan.

Imagen de archivo de una de las celebraciones del Día Mundial del Pan.

Inmersos en una preocupante tendencia inflacionista al alza a lo largo de los últimos meses, la actual situación que vive el sector de la alimentación en España no es el escenario más estimulante para que un representante de la industria salga a la palestra pública.

Sin embargo, la conmemoración del Día Mundial del Pan, que celebramos el pasado día 16 de octubre, es motivo más que suficiente como para aprovechar la onomástica recordando el importante papel que juega este alimento en nuestra alimentación y nuestra salud.

El pan es, junto con otros alimentos que proceden de los cereales, uno de los pilares de la valiosa herencia cultura que supone la Dieta Mediterránea. Indispensable para tener una dieta rica en carbohidratos, el pan nos da la energía necesaria para nuestras actividades diarias, aportándonos fibra, minerales y vitaminas, caracterizándose a su vez por un bajo contenido en grasa y en grasa saturada.

En estos días seguimos comprobando cómo el consumo de pan en el hogar continúa descendiendo. En 2021 se consumieron un total de 1.391 millones de kilos de pan, lo que supuso en torno a los 30 kilos por persona y año. Las cifras de lo que llevamos de 2022 no son precisamente optimistas. Y es que durante los 7 primeros meses del año se ha consumido un 11,5% menos de pan que en el mismo periodo de 2021. Teniendo en cuenta estas cifras, no está de más recordar que los especialistas en nutrición, aquellos a los que debemos escuchar con muy especial atención en toda aquello que tiene que ver con nuestra alimentación, aconsejan tomar entre cuatro y seis raciones al día de los alimentos incluidos en el grupo de cereales y derivados, entre ellos el pan.

Perfiles nutricionales más saludables

En ese sentido, es importante recordar el compromiso de la industria española de la panadería con la elaboración y formulación de panes con perfiles nutricionales cada vez más saludables, respondiendo en todo momento a la demanda de los consumidores. Recientemente recordamos además cómo nuestras empresas habían venido anticipándose al nuevo límite de sal en el pan común promovido por la Norma de Calidad del Pan y que entró en pleno vigor el pasado 1 de abril. Concretamente de 1,31 gramos por 100 gramos de pan (13,1 g de sal por kilogramo de pan o el correspondiente 0,52 g de sodio por 100 g de pan) si se analiza mediante determinación de cloruros o de 1,66 gramos de sal por 100 gramos de pan (16,6 g de sal por kilogramo de pan o el correspondiente 0,66 g de sodio por 100 g de pan), si se analiza mediante determinación de sodio total.

Sobre este particular, es bueno recordar que nuestro sector panadero llevaba años abordando de manera voluntaria la reducción de los contenidos de sal y azúcar en sus productos, convencidos de la necesidad de hacerlos más saludables para los consumidores. Muestra de ese compromiso es la adhesión y cumplimiento, por parte de las empresas de nuestra organización, al Plan de Colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas, promovido por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición en el marco de la Estrategia NAOS.

En el caso del pan envasado, se ha visto traducido en una reducción del 5% del contenido mediano de azúcar añadido en pan de molde blanco, pan del molde integral, pan tostado y pan tostado integral, además de una reducción de ácidos grasos saturados en los nuevos lanzamientos y el incremento del uso de cereales completos (integrales) tanto en los nuevos lanzamientos como en los productos ya presentes en el mercado que así lo han permitido, así como la reducción del tamaño de las rebanadas de pan envasado, reduciendo así el tamaño de las porciones en la medida de lo posible.

Consumo

Sirvan también estas líneas para poner en valor el papel que juega la industria de la panadería en España, cuya aportación es esencial para que, cada año, puedan llegar a consumirse ese aproximado millón y medio de toneladas de pan en los hogares españoles. Los fuertes incrementos de los costes energéticos y de las materias primas han hecho que nuestras empresas apuesten, cada vez más, por herramientas que abunden en una mayor productividad, con el fin de tratar de que esta situación afecte lo menos posible al consumidor final.

A ello se suman distintos avances en materia de sostenibilidad e innovación, a través del lanzamiento de nuevas referencias, un aumento en el consumo de energías renovables, tanto en las fábricas como en la distribución de productos, o la apuesta por el suministro de materias primas de proximidad.

Por otro lado, hemos mantenido intacta nuestra apuesta por la promoción del pan y los hábitos de consumo saludable mediante la campaña “Buenos días con pan de Europa” a través de Organización Interprofesional de Cereales Panificables y Derivados (Incerhpan) a la que pertenecemos. Apostamos por el trabajo conjunto de toda la cadena de valor del pan, como una de las vías para tratar de revertir el descenso en el consumo de este producto emblemático que debe recuperar la importancia que siempre ha tenido en nuestra sociedad.

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