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Elecciones Andalucía Huelva: La movilización como camino para evitar el ‘sorpasso’

  • La campaña empieza casi una semana tarde en la provincia por la romería de El Rocío

  • La atención sanitaria y las infraestructuras buscan su protagonismo en los programas

El entonces secretario general, Ignacio Caraballo, valora los resultados electorales de hace cuatro años.

El entonces secretario general, Ignacio Caraballo, valora los resultados electorales de hace cuatro años. / Josué Correa (Huelva)

La foto fija de las elecciones de hace cuatro años, con toda probabilidad, fijará una nueva imagen a partir del cierre de los colegios electorales. Las encuestas han hecho lo suyo, pero lo que cuentan los votos será otro cantar. Una de las provincias más abstencionistas de la comunidad autónoma en dura pugna con Cádiz, tiene en esa participación una de las claves. Fue la tendencia que se rompió hace cuatro años, en los que se pasó de poco más de 235.000 sufragios en 2015 a casi 397.000, la que le permitió al PSOE seguir tiñiendo de rojo en un mapa que adorna las últimas citas electorales en la provincia. Y eso que la irrupción de las nuevas formaciones, ha alterado el reparto y es más que previsible que su alteración provoque nuevos desajustes.

En cualquier caso, la campaña en Huelva está a la espera de su comienzo. La coincidencia del inicio de la misma con la romería del Rocío, ralentizó la presencia en pueblos y ciudades donde casi no había nadie, de los líderes de los partidos que apenas se han dejado ver como escala previa para acudir a la aldea almonteña que se convirtió, por más esfuerzos hechos en aclarar que se trataba de actos privados, en el escenario casi único de esos actos electorales tradicionales.

En la amarga victoria de Javier Arenas en los comicios de 2012, el PP estuvo a punto de conseguirlo, pero le faltaron 11.000 votos que no impidieron que lograra los mismos escaños que el PSOE, en un tiempo que no regresará y que dejó el único escaño que quedaba libre para la diluida en otras formaciones, Izquierda Unida. Unas listas que repiten lo ya conocido –Loles López y Manuel Andrés González– y con un perfil político consolidado ahonda el mensaje de Juanma Moreno de campaña sin estridencias y con el nombre de su líder como mensaje, incluido el del propio partido.

Frente a ellos, el PSOE se presenta renovado, con el principal apoyo del (todavía) poco conocido JuanEspadas en la provincia, María Márquez, como cabeza de una lista que vivió su convulsión interna por la imposición del candidato a la Junta de colocar en puesto de salida a otro de sus apoyos, Mario Jiménez, que encabezó la plancha hace cuatro años. Vox repite con RafaelSegovia, lejos de las estridencias de los líderes de la formación que está llamada a protagonizar el mayor ascenso en apoyo popular. En el otro plato de la balanza, Ciudadanos parece condenado a dejarse en su particular purgatorio, buena parte de los más de 34.000 votos recibidos hace cuatro años.

Infraestructuras

Si Bill Clinton se presentara por Huelva, la frase con la que pasó a la historia electoral de Estados Unidos hubiera sido “son las infraestructuras, estúpido”. La lista de las todavía pendientes en la provincia daría para un listado casi infinito. Algunas se recuperan esta campaña –como casi siempre– y con la convicción de que lo serán también el año que viene cuando se convoquen las municipales y las generales.

Manuel Andrés González en la celebración en la noche electoral en la antigua sede del PP en la plaza Niña. Manuel Andrés González en la celebración en la noche electoral en la antigua sede del PP en la plaza Niña.

Manuel Andrés González en la celebración en la noche electoral en la antigua sede del PP en la plaza Niña. / Alberto Domínguez (Huelva)

En esta ocasión, por aquello de las competencias autonómicas, las sanitarias y educativas centran buena parte de los trastos elegidos por unos y otros para atacar o defenderse según los casos. El hospital materno-infantil es una de sus estrellas y protagonizó la única referencia onubense en el primer debate televisado que tiene su continuidad hoy y del que se espera alguna referencia más. Es un asunto mal gestionado desde el comienzo y del que el Ejecutivo de la Junta tiene pocas posibilidades de escaparse. De un centro propio a un ala del Juan Ramón ahora paralizada y que ha de comenzar de nuevo, la posibilidad de que Huelva cuente con un centro de estas características, se aleja tantos años como los que precisarán los chares de distintas localidades para ser terminados.

El agua, o cómo gestionar sus recursos, es la otra. El Plan de la Corona Norte, una de las polémicas del final de la legislatura, vuelve a la casilla de salida. La disolución del Parlamento obliga a comenzar el proceso como si nunca lo hubiera hecho. Si atendemos a las manifestaciones de los candidatos, sólo Ciudadanos parece dispuesto a recuperar un proyecto que ha traído poco más que polémica. Habrá que esperar hasta conocer la fuerza de la representación de cada uno de los partidos políticos para valorar las opciones de volver a rescatarlo.

No están sobre la mesa de las competencias regionales, pero las conexiones ferroviarias de altas prestaciones o que simplemente no sean tan deficitarias como las de ahora, la autovía con Extremadura, el aeropuerto, el túnel de San Silvestre que sigue siendo igual de básico que cuando se planteó su desdoble hace años, serán las se exijan al Gobierno central por parte de unos y las que se defiendan los pasos dados para poder llevarlas a cabo, por parte del otros.

En la participación puede estar la clave del resultado electoral, aunque eso no parece valer para todos de la misma manera. El PSOE está convencido de que si moviliza buena parte de su electorado tradicional, pueden volver a presumir de invictos; el PP navega en el rumbo que le marcan los sondeos propios y ajenos; Vox se centra en las redes convencido de que así hay menos posibilidades de equivocarse; Ciudadanos trata de salvar los muebles y la izquierda trata de sobreponerse a su división interna para conseguir afianzar el último de los escaños en juego y no lamentar que la misma les haya impedido conseguir mejores resultados.

Hace cuatro años, la participación fue del 55%, la segunda más baja de toda la comunidad autónoma. La capacidad que tengan los partidos y sus líderes de movilizar a un porcentaje mayor, deberá ponerse a prueba en una campaña que en Huelva le ha costado ponerse en marcha.

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