Elecciones Andalucía

Elecciones Andalucía: El PP le aprieta el cinturón al PSOE en Huelva

Una votante deposita su voto en un colegio electoral de la capital onubense.

Una votante deposita su voto en un colegio electoral de la capital onubense. / Rafa del Barrio (Huelva)

El mapa monocolor de la provincia de Huelva es historia. Esas ruedas de prensa postelectorales en las que los dirigentes provinciales del PSOE presumían del rojo intenso en atril primero y pantalla después de la mayor parte de los 80 municipios onubenses quedan en la hemeroteca. Por la evolución del votante, el efecto Juanma Moreno o la consideración de la gestión del primer gobierno no socialista en la historia de la Junta de Andalucía, la realidad es que Huelva amaneció con una mayoría azul PP desconocida.

Los populares le aprietan el cinturón a los socialistas en territorios donde jamás habían logrado imponerse. 43 pueblos le dieron su confianza. Pero más allá de la cuestión numérica es revelador la dimensión de los triunfos, con la mayor parte de los grandes municipios a su favor. El PP capitalizó la desintegración de Ciudadanos más allá de captar a descontentos socialistas que compraron el mensaje del voto útil ante el riesgo de la ultraderecha. La concentración del voto premia siempre a las listas más votadas.

Del Guadiana al Guadalquivir, la costa es un dominio de la lista encabezada por Loles López. Por el camino, el PSOE se dejó Ayamonte, Punta Umbría, Gibraleón, Cartaya, Moguer y Almonte. Aumentó su renta bastiones clásicos como Lepe, La Palma o Palos y mantuvo el control en Isla Cristina y Lucena. Se trata de la zona más poblada y con mayor peso en la economía provincial.

Pero si la Costa es un territorio disputado y en el que los populares siempre obtuvieron sus mejores resultados, el Condado se tiñó de azul por primera vez salvo Chucena y Escacena. Y lo hizo al completo. Localidades como Bonares, Moguer, Bollullos, Rociana, Hinojos, Lucena, Manzanilla, Trigueros, Villalba, Villarrasa y en general todos los pueblos dependientes del sector agroalimentario respaldaron al PP. En Almonte la victoria fue aplastante. Los populares Pasaron de los 1.600 votos de 2018 a más de 3.400.

Ciudadanos en su descalabro se dejó Aljaraque, la plaza fuerte naranja en la provincia y punto de salida de la consejera Rocío Ruiz pasó a manos populares. El partido de Juan Marín pasó a ser la quinta fuerza.

Los resultados en la capital fueron contundentes. En Huelva el triunfo popular fue incuestionable con Vox como tercera fuerza política. El PP absorbió a Ciudadanos. Las cuentas salen solas. Los 11.500 votos de 2018 y los 12.800 de la formación naranja dan como saldo los 24.200 de la victoria popular. Los socialistas se dejaron 1.000 votos en el camino. Vox añadió más de 2.000 a sus cuentas.

El PSOE mantuvo su primer puesto en la Cuenca Minera y parte del Andévalo central y occidental. Un cinturón rojo que cruza la provincia, pero que aprieta más de lo que le gustaría a los socialistas. Ganó en Nerva, Riotinto, El Campillo, Zalamea, El Cerro, Puebla de Guzmán o San Bartolomé. Perdió Valverde, que es clave por su peso demográfico. No obstante, el crecimiento popular también se dejó sentir en todos esos municipios y le valió para imponerse en Calañas, Rosal de la Frontera, Sanlúcar de Guadiana

La Sierra en cambio mudó de color de forma mayoritaria. Fue sorprendente por histórico el resultado de Aracena. Primer triunfo popular con más de 10 puntos de ventaja. Curiosamente el PSOE creció en más de un centenar de votos, pero el vencedor triplicó sus respaldos de 2018. También Cortegana mudó el rojo por el azul, mientras que Jabugo y Almonaster se mantuvieron. Cumbres de Enmedio y su pequeño censo aventuró el cambio al negar la confianza al PSOE por primera vez desde 1978. Fuenteheridos, Encinasola, Galaroza, Higuera de la Sierra, Santa Olalla...

Hay resultados inéditos. El PP nunca había ganado unas elecciones en Almonte en ninguna convocatoria nacional, local o autonómica. No solo lo hizo, sino que arrasó con más de 3.000 votos y casi duplicando al PSOE. Vox que barajaba el sorpasso se quedó como tercera fuerza política en territorio almonteño y como segunda en Cartaya y Lepe, lo que además evidencia que más allá del triunfo incontestable del PP la aritmética de bloques debilita más si cabe la posición de la izquierda tras los comicios del 19 de junio.

Es una obviedad que los comicios autonómicos no son extrapolables a los municipales, próxima cita del calendario justo dentro de un año. No lo son porque las candidaturas personalistas a las alcaldías generan efectos muy diferentes en el votante cercano y porque concurren formaciones propias diferentes en puntos clave como Isla Cristina o Almonte. Pero sin serlo, avisan. La tendencia favorable a la marca PP en la provincia es un hecho. La campaña para las municipales comenzó el 19-J.

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