Desde las primeras elecciones generales que ganó Mariano Rajoy, en 2011, España no vive una legislatura normal, hasta el punto de que los españoles votarán por cuarta vez en menos de cuatro años para elegir el Congreso y el Senado. Y la desazón se ha instalado en la opinión pública. El 53% de los encuestados por Ipsos cree probable que se tengan que celebrar otras generales para romper un empate que los partidos no saben como resolver.

España ya celebró elecciones en abril. A pesar de que había varias fórmulas para investir a un presidente del Gobierno (PSOE con la izquierda y los independentistas; PSOE con Ciudadanos y PSOE con PP), las Cortes quedaron disueltas al agotarse el plazo constitucional para elegirlo. Más de la mitad de los sondeado se teme que esto volverá a ocurrir.

Repetición electoral y debate del 4-N

A ello contribuye que todas las encuestas, a excepción de la del CIS, dan una situación de bloqueo. Ni suman los tres partidos de la derecha ni los de la izquierda. Además, a ello se une que los líderes del PSOE y de Unidas Podemos mantienen sus desencuentros, los que hicieron imposible un Gobierno de coalición, a pesar de que Sánchez llegó a someterse a una sesión de investidura.

Tal como recoge la Constitución, las Cortes tienen un plazo de dos meses para elegir a un presidente, una vez que se constituye el Congreso y el Senado. Otros modelos, como el de Portugal o el de la Cámara autonómica vasca, señalan como presidente al candidato más votado en el caso de que no se forme una mayoría en su contra. Esto impide la repetición. En la última sesión de investidura fallida, Pedro Sánchez propuso una reforma constitucional para asegurar esta elección.

La campaña electoral llega hoy, con el debate de televisión, a uno de sus hitos. Algo más de la mitad de los encuestados por Ipsos muestra interés por el programa.