María Jesús Ariza (izda.) y María José García, con los investigadores Antonio José Fernández, Antonio Manuel Puertas.

La estructura básica de la inmensa mayoría de los paneles solares utilizados en la actualidad para captar la energía del sol y transformarla en luz están construidos a base de silicio, un metal fundamental para la conducción electrónica. La búsqueda de alternativas a este material es, en la actualidad, una carrera de fondo que parece apuntar en dirección al grafeno, pero este no es el único camino. El grupo de investigación Física de Fluidos Complejos de la Universidad de Almería ha dado con una solución que, por el momento, permite albergar esperanzas. Su propuesta pasa por sustituir el silicio por dióxido de titanio, que facilita la circulación de la corriente eléctrica igual que hace el silicio, pero a un coste inferior. 

El dióxido de titanio se utiliza en la industria, por ejemplo, como pigmento blanqueador en dentífricos, plásticos y protectores solares, entre otras muchas aplicaciones. Las placas solares conseguidas a partir de este material logran captar la luz e iniciar el proceso de producción de energía gracias a la colaboración de un tinte elaborado por este equipo científico a partir de de residuos vegetales. Las placas al ser teñidas por el colorante absorben la luz cediendo un electrón excitado hacia el semiconductor. La función del colorante es la de ampliar el rango de longitud de onda de luz absorbida por el dióxido de titanio y de esta forma generar la absorción fotónica para después ceder los electrones excitados a la banda de conducción del semiconductor. Esta combinación, sumada a una nueva estructura de la placa solar ha permitido alcanzar una eficiencia energética similar a la que se obtiene con las placas convencionales de silicio, pero a menor precio y con menos impacto ambiental.

Las placas todavía están en fase experimental, aunque las investigadoras María Jesús Ariza y María José García, responsables de esta línea científica son optimista. 

 Almería tiene una trayectoria respetable en el uso de energía solar. Tabernas fue en 1982 el escenario de la mayor construcción de una instalación para investigar la energía solar términa. La Plataforma Solar de Almería, dependiente del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), es la única en el mundo que cuenta con todas las tecnologías, desarrollando componentes ya no sólo para la generación de energía eléctrica sino también para la generación de combustibles solares como son el hidrógeno o la revalorización de combustibles mediante su transformación en otros más limpios y ricos energéticamente.