INVESTIGAR EN GRANADA

Las lagunas de Sierra Nevada confirman la velocidad del cambio climático

  • Un equipo internacional e interdisciplinar coordinado por Gonzalo Jiménez Moreno constata a partir de los depósitos de fósiles y pólenes de las lagunas la evolución de la sierra desde la última glaciación.

Muestreo de la laguna de Peñón Negro para recoger sedimentos para realizar el estudio paleoclimático.

Demostrar el impacto del cambio climático y de la acción humana en el medio ambiente, así como llamar la atención sobre sus peligros es el objetivo del proyecto Paleodul, dirigido por el profesor de la Universidad de Granada Gonzalo Jiménez Moreno, en el que participan especialistas de 10 universidades y centros de investigación. El equipo ha analizado los sedimentos depositados en las lagunas de Sierra Nevada. "Acumulan materiales año tras año y siglo tras siglo procedentes del deshielo y los ríos. El objeto de estudio es obtener muestras de estos sedimentos y datarlas con la técnica del Carbono 14”.

El coordinador del proyecto explica que “en Sierra Nevada existen 50 lagunas más o menos permanentes que se formaron después de la última glaciación. En ellas hay sedimentos en los que analizamos tanto los fósiles como el polen, que nos indican cómo era la vegetación en el pasado y a partir de ahí podemos estimar cómo era el clima. Hemos comprobado que hay una serie de cambios climáticos importantes y estamos observando que nos encontramos en un proceso de aridez. Hace más de 7.000 años en Sierra Nevada había un bosque muy denso pero desde entonces poco a poco se ha ido perdiendo y ganando más presencia plantas que indican aridez, lo que implica que el clima se está haciendo cada vez más árido”.

Gracias a todos estos análisis, el equipo de investigación ha visto cómo ha ido cambiando el clima y cómo existen cambios climáticos de ciclos más cortos. Así, en los registros de Sierra Nevada “podemos comprobar cómo en la época romana el clima era muy húmedo y en la Edad Media era árido. De forma que la señal climática coincide muy bien con la señal histórica”, añade Gonzalo Jiménez Moreno.

Pero es el cambio climático y sus consecuencias uno de las aspectos en los que más quieren incidir. Gonzalo Jiménez considera que “la gente y los políticos tienden a relativizar el cambio climático y lo que estamos observando es que se está produciendo de manera muy rápida. A veces en decenas de años pasamos de periodos muy cálidos a épocas muy frías. El problema es que predecir estos cambios no es fácil porque hay muchos factores que condicionan el clima como el sol, la atmósfera, los océanos, la cantidad de hielo que hay…Todo eso amplifica las señales de una manera u otra. Así, si hay menos hielo el planeta se calienta más”. Por tanto, la solución que aporta es “intentar poner medidas para paliar este cambio climático”.

El proyecto echó a andar en torno al año 2006 con los primeros muestreos en Sierra Nevada: “Todo empezó como una aventura, improvisando. Estaba estudiando en Estados Unidos y me traje una sonda para probar y vimos que había mucho material. Y a partir de ahí empezamos a pedir subvenciones para los proyectos creando un equipo de investigación que actualmente cuenta con unos 20 investigadores de varios países y la Universidad de Murcia, entre otras”.

Pero para analizar emplean técnicas muy costosas como la del Carbono 14 para lo cual deben enviar los sedimentos a otros países como Estados Unidos, Alemania o Polonia que cuentan en sus laboratorios con esta tecnología “que es muy cara”. Además, llevan a cabo el escáner de las muestras que consiguen que “lo estamos haciendo en Barcelona pues solo hay unos cuantos en el mundo y se trata de un análisis muy costoso”.

El proyecto Paleodul está unido a otro de nombre Cambio climático en el sur de la Península Ibérica a partir de los estudios en las lagunas de Sierra Nevada en el que el profesor del departamento de Estratigrafía y Paleontología de la Universidad de Granada es también coordinador. 

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