Investigar en Córdoba

La base de datos global de los olivos

  • El Campus de Rabanales de la Universidad de Córdoba acoge el Centro Internacional de Recursos Genéticos del Olivo

Lourdes Chaparro

En el mundo existen alrededor de 1.200 variedades cultivadas de olivo. Su catalogación genética y agronómica resulta fundamental si se quiere mejorar un cultivo del que depende buena parte del sector agrícola de la cuenca mediterránea. El potencial de cada variedad se desarrollará mejor cuanto más  se conozca. Con esa premisa ha trabajado durante los últimos 40 años el grupo de investigación de Pomología de la Universidad de Córdoba, ahora integrado en el campus agroalimentario Ceia3, y responsable de la puesta en marcha del nuevo Centro Internacional de Recursos Genéticos del Olivo (Cirgo). Se trata de un centro creado con el objetivo de ofrecer, tanto a la comunidad científica como al sector productivo, una base de datos de las diferentes variedades de olivo, preservar la biodiversidad de la especie y permitir que se conserven, identifiquen morfológica y molecularmente y se evalúen agronómicamente todas las variedades. El Cirgo cuenta actualmente con 16 hectáreas de cultivo, en las que están presentes ejemplares de más de 500 variedades.

Su director es el catedrático de Producción Vegetal de la Universidad de Córdoba (UCO), Diego Barranco, quien explica que este centro "pretende ser la aportación de la UCO para el conocimiento y la innovación en el ámbito de los recursos genéticos del olivo". Con él, continúa, "se pretende preservar la biodiversidad existente en la especie y permitir que se conserven, identifiquen morfológica y molecularmente, cataloguen y evalúen agronómicamente todas las variedades de olivo del mundo y se promueva además la conservación de poblaciones de olivo silvestre".

A pesar de su juventud, el centro ya cuenta con una colección de campo con cerca de 500 variedades de olivo que actualmente ocupa ocho hectáreas, pero con posibilidad de ampliarse a la treintena. Según explica Barranco, el Cirgo dispone además de repositorios de aislamiento, uno para las variedades comerciales y otro para el resto de variedades, invernaderos de propagación y cuarentena y laboratorios de elaiografia, marcadores moleculares y olivicultura. Barranco lo tiene claro y reconoce que la idea que maneja es la de "animar a todos los grupos de investigación del Ceia3 que están interesados en el olivar o el aceite de oliva a que evalúen la diversidad varietal que existe en olivo". El centro está abierto a grupos de patología, entomología, fisiología, genética y química, en el que según Barranco, "van a encontrar total colaboración para facilitarles sus investigaciones".

Uno de los aspectos más destacados del Cirgo es que, además, es el centro de examen para el registro de nuevas variedades de olivo de la Oficina Comunitaria de Variedades Vegetales gracias a un convenio suscrito con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Además, indica el catedrático, gracias a otro convenio con la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta "proporciona material inicial sano y auténtico para que los viveros puedan establecer la producción de plantas certificadas".

Desde su puesta en marcha ya han sido evaluadas o están en evaluación 14 variedades. Una de ellas ha sido precisamente, Sikitita, la primera variedad registrada en España fruto del trabajo de mejora conjunto entre la UCO y el Ifapa "que se ha seleccionado por sus buenas características para las nuevas plantaciones de olivar en seto", destaca.

Barranco asegura también que hay varios centros en España que ya estudian las variedades de olivo, pero "es en Córdoba donde, por tradición e importancia de los recursos, se concentra el mayor potencial". De hecho, avanza, "actualmente se está preparando un convenio para sumar los recursos existentes en este ámbito en el Ifapa, la UCO y la Consejería de Agricultura". Este convenio, subraya, hará posible que el Banco de Germoplasma Mundial de Olivo sea referente internacional.

Barranco reconoce también que el mayor problema al que enfrentan en el centro es asegurar la continuidad de las personas que han iniciado el trabajo. No obstante, el catedrático de la UCO tiene una visión optimista y no tiene reparos en asegurar que está convencido de que esto "va a ocurrir porque va a permitir al ceiA3 liderar internacionalmente el conocimiento y la innovación en el ámbito de los recursos genéticos del olivo y va a ser un elemento integrador de numerosos grupos de excelencia docente e investigadora del mismo, de captación de recursos externos y de ampliación de su proyección nacional e internacional".

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