Universidad de Huelva

La democracia tiene rostros y biografías

  • El joven historiador Alejandro García Orta desgrana el resurgir del PSOE y la UGT en Huelva en los últimos años del franquismo.

El historiador Alejandro García Orta, autor de la investigación.

El historiador Alejandro García Orta, autor de la investigación. / Josué Correa (Huelva)

La Transición, últimamente tan debatida y cuestionada, llama la atención de los historiadores jóvenes. El graduado en Historia por la Universidad de Huelva (UHU), Alejandro García Orta es buen ejemplo de ello. Tras realizar un máster en la Universidad Autónoma de Madrid, consiguió por su trabajo de investigación, ya en Huelva, el Premio Sapere Aude de la Cátedra Cepsa. El estudio obtuvo matrícula de honor por la universidad madrileña.

El PSOE y la UGT en Huelva durante la Transición (1964-1982) permite realizar una interesante aproximación sobre el resurgir de dos fuerzas que desde el inicio de la democracia han sido predominantes en este lugar de Andalucía. Pese a parecer un enclave de segunda importancia en el panorama político nacional o andaluz, Huelva presenta características especiales que le dan un matiz propio e incluso vaticinador de uno de los fenómenos que se dieron a nivel nacional: la separación de objetivos -en algunos momentos ruptura- entre el PSOE y la UGT.

García Orta ha sondeado en los archivos que tanto PSOE como UGT tienen en Alcalá de Henares (Madrid) aparte de acudir a hemerotecas, bibliografía y entrevistas personales.

El investigador explica que "elegí 1964 porque es la fecha en que se implanta el Polo Químico en Huelva que va a ser el responsable de que surja de nuevo en la provincia, una conciencia social y política tras décadas de dictadura" retomando el activismo de la minería que había sido el más beligerante tiempos atrás. El otro año, 1982, es por estar considerado el fin de la Transición con la arrasadora victoria socialista en las generales.

Como ocurriría en la inmensa mayoría de las provincias, PSOE y UGT van a ir de la mano aunque, como ya ha indicado García Orta, Huelva presenta características muy particulares. Ambas formaciones quedan constituidas formalmente en la provincia, el 1 de febrero de 1971 aún en plena dictadura.

Carlos Navarrete, votando en las primarias socialistas de 1998. Carlos Navarrete, votando en las primarias socialistas de 1998.

Carlos Navarrete, votando en las primarias socialistas de 1998. / Lupe Cejudo

El germen del PSOE será un despacho laboralista que dirige Carlos Navarrete, un funcionario del Ministerio de la Vivienda, expedientado por denunciar los chanchullos que allí se producían aunque oficialmente por ser "contrario a los Principios Generales del Movimiento". Entrará en contacto con el despacho sevillano de Felipe González y el eje Sevilla-Huelva -a través de la mediación de Rafael Escuredo que sería presidente de la Junta de Andalucía- que actuará como detonante de la expansión socialista en Andalucía que acabará por tomar forma nacional en el Congreso de Suresnes que el PSOE celebra en 1974.

Hay que tener en cuenta el predominio, prácticamente único en el país, que tanto PSOE como UGT han tenido en Huelva sobre todo a partir de 1979 en sus respectivos comicios. En el segundo de los casos, los ugetistas barrieron en las elecciones de 1980 cuando en el resto de Andalucía la victoria fue para Comisiones. El partido se afianza, por su parte, en 1982 de manera espectacular gracias en buena medida, el investigador entiende, a la labor realizada por los ayuntamientos socialistas surgidos en 1977 donde había formalizado 72 candidaturas del total de 79 municipios.

PSOE y UGT van a ir de la mano aunque Huelva presenta características muy particulares

Alejandro García Orta considera que el fenómeno ugetista onubense tiene como exclusividad el convenio que UGT-Huelva firma con la Fundación Ebert, del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). Con ese acuerdo, en 1979, el sindicato contará con cuatro liberados que harán una intensa labor de expansión y captación por toda la provincia. El artífice de todo ello será Francisco Orta, un emigrante retornado de Alemania que se incorpora al Polo. Su conocimiento del idioma alemán y su activismo en el movimiento obrero de aquel país fueron fundamentales para gestar ese convenio así como su amistad con quien fuera ministro de Hacienda, Hans Matthöfer.

Cuando UGT empieza a tomar forma en Huelva, en esa última etapa del franquismo, tan solo existen algunos pequeños grupos de Comisiones Obreras y un colectivo formado por las organizaciones católicas más avanzadas como Vanguardia Obrera y Juventud Obrera Católica.

Desde el principio de su renacimiento, PSOE y UGT están fuertemente unidos. El Partido Socialista va ganando nuevos adeptos. Solo José González Gastañaga procede de la militancia de la II República. El trasvase de cargos entre ambas organizaciones será permanente en esos primeros años de clandestinidad y también en el inicio de la democracia. Será el 16 de julio de 1976 cuando el PSOE hará su presentación oficial ante la sociedad onubense.

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