INVESTIGAR EN SEVILLA

El gozo de la lectura no está vedado a los autistas

  • Una investigación de María José Tirado, dirigida por David Saldaña, demuestra la capacidad de los escolares con síndrome de Asperger para comprender los textos leídos · El obstáculo reside en el manejo posterior de la información · El estudio pone de manifiesto la necesidad de revisar los sistemas para evaluar la capacidad lectora en sujetos con trastornos del espetro autista y las estrategias de intervención.

María José Tirado. Al fondo del escritorio el premio concedido por los profesionales especializados en autismo.

El trastorno del espectro autista popularmente conocido como Asperger no afecta tanto a la capacidad para comprender una lectura, como al procesamiento posterior de la información que se extrae. Esta es la principal conclusión a la que ha llegado la psicóloga María José Tirado, en el Laboratorio de Diversidad, Cognición y Lenguaje de la Universidad de Sevilla.

El estudio se ha desarrollado con niños y adolescentes con trastorno del espectro autista que ofrecían un buen nivel cognitivo general y una mecánica lectora adecuada a su edad. Estos chavales se han sometido a una serie de pruebas en las que se evaluado, por una parte, su reacción durante la lectura de un texto en el que deliberadamente se introducían incoherencias, y, por otra, la manera que tenían posteriormente de procesar e interpretar esa información. Los datos obtenidos se han contrastado con los que ofrecían en las mismas circunstancias niños y adolescentes sin estas dificultades, así como con los de otro grupo que aún sin síndrome de Asperger sufrían problemas de comprensión lectora.

“El resultado es que los niños con trastornos del espectro autista entienden y disfrutan perfectamente lo que leen. Si por ejemplo se enfrentan a un texto con instrucciones son capaces de seguirlas. El problema es la dificultad que tienen para después responder cuestiones relacionadas con esa información. Es la dificultad para manejar después esa información”, resume María José Tirado.

Las conclusiones, obtenidas durante el desarrollo de la tesis doctoral de María José Tirado, aconsejan replantear las estrategias que se utilizan en la actualidad para intervenir y evaluar la capacidad lectora de los estudiantes con síndrome de Asperger, un término, por otra parte, de uso popular pero ya desechado en el ámbito científico. “Este tipo de pruebas están muy estandarizadas. Consisten en un texto y una serie de preguntas que pueden enmascarar el resultado porque las respuestas pueden indicar dificultades en la comprensión que realmente no existan”. Por tanto, la experta sugiere la necesidad de modificar tanto los métodos de evaluación lectora como las intervenciones que se desarrollan posteriormente.

La tesis, leída en 2013, acaba de recibir el premio Ángel Rivière a la mejor investigación que concede la Asociación Española de Profesionales del Autismo. Su punto de partida era una investigación realizada por David Saldaña, profesor del Laboratorio de Diversidad, Cognición y Lenguaje de la Universidad de Sevilla y director de la investigación realizada por María José tirado. En ese trabajo llevado a cabo por Saldaña y la investigadora de la University College London Uta Frith. Hasta ese momento se había puesto de relieve en varios estudios las dificultades de los niños y menores con trastorno de espectro autista para realizar deducciones a partir de un texto. Saldaña y Frith comprobaron por primera vez que la capacidad comprensiva de la lectura no se veía alterada. Sin embargo, quedaba la duda de si ese resultado se alcanzaba solo con textos cortos.

La tesis doctoral de María José Tirado abordó este planteamiento enfrentando a los chavales no solo a lecturas más largas, sino también a textos en las que se introducía algún elemento incoherente para comprobar cómo influye en el procesamiento de la información. 

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