INVESTIGAR EN HUELVA

Un laboratorio de ideas para solucionar problemas reales

  • Simple Lab se convierte en un foco de promoción de la economía social · Su primera iniciativa está volcada en Marruecos · La iniciativa involucra a expertos en informática, ciencias económicas y empresariales, agricultura o electrónica de la universidad onubense · Un taller de confección para mujeres es el primer proyecto, junto a un ciclo de conferencias.

“Nos une un sentido pragmático de la investigación y un interés por dar solución a problemas reales”; “nos mueve un espíritu de servicio público y de colaboración con aquellos que están más desfavorecidos, al mismo tiempo queremos dotar de seriedad y profesionalidad el desarrollo de nuestros proyectos”. Estas son algunas de las cartas de presentación de Simple Lab, un proyecto surgido en la Universidad de Huelva (UHU) que tiene como principal objetivo promover la economía social.

La innovadora idea ha surgido de la mano de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aacid) y en este primer estadio, tiene como objetivo promover la economía social en el norte de Marruecos. De ahí la colaboración que se ha establecido para ello, con la Universidad de Tánger.

Juan Diego Borrero es el principal responsable de Simple Lab (SL). Es profesor de Organización de Empresas y está adscrito al Departamento de Dirección de Empresas y Marketing. Comenta que la elección de Tánger como destino de esta iniciativa, se enmarca dentro de las prioridades de la Aacid que se dirigen especialmente a Latinoamérica y el norte de África. SL está compuesto principalmente, por investigadores de áreas diversas como informática, ciencias económicas y empresariales, agricultura o electrónica.

Borrero es consciente de dos realidades que surgen desde el primer momento en que se habla de economía social. La primera es la dificultad de concienciar a los recién egresados de que se involucren en un proyecto de estas características. La segunda realidad es más positiva: “La economía social siempre parte de una idea y esa en la mayoría de los casos, surge de una experiencia vital”. De este modo, el emprendedor social es consciente de un problema y tiene como objetivo encontrar una solución a aquél a través del mercado. “Creo que la universidad es un buen marco para impulsar este tipo de emprendimiento”, sostiene Borrero. La ausencia de lucro en estas empresas es un punto de vital importancia ya que “los beneficios revierten en la propia empresa. La idea es que el emprendedor viva de su trabajo pero evitando ese objetivo del lucro”.

La economía social va más allá de la actividad de una ONG que se suministra preferentemente de subvenciones y donaciones o del mundo de las cooperativas. Este tipo de economía sigue más de cerca las reglas del mercado pero no tiene como fin el lucro sino el beneficio de un grupo social concreto y dar respuesta a un problema específico. Para poner en marcha el proyecto en el que actualmente está involucrada la Universidad de Huelva, “establecemos en cada universidad un laboratorio de emprendimiento social. En la Universidad de Huelva contamos con un espacio que también permite darnos visibilidad de cara a los estudiantes interesados”.

El proyecto en el que Simple Lab de Huelva está inmerso es el de un taller de confección “que dará trabajo a las mujeres, un colectivo que tiene más difícil su incorporación al mercado laboral en Marruecos que en nuestro país”. El objetivo es la venta de prendas en Europa y si las cosas van bien, se extendería el comercio de artesanía; para ello “contaremos con una plataforma on line”. Simple Lab quiere que los equipos que se formen sean multidisciplinares. De hecho, Juan Diego Borrero indica que “no son solo los alumnos de Empresariales quienes tienen interés en tener alguna experiencia de economía social”. Uno de los grupos con los que SL quiere contactar es el de “aquellos estudiantes de la Universidad de Huelva que, siendo ya españoles, son hijos de marroquíes” y que pueden tener mayor motivación para involucrarse en este tipo de emprendimiento y en concreto con el que se está llevando a cabo en la nación de donde proceden sus familias.

La labor divulgativa del Simple Lab incluye además una serie de conferencias que toman como nombre Los Jueves al Sol. Comparten la filosofía de “debatir experiencias, generar redes e iniciativas de emprendimiento”. Para ello se cuenta con la presencia de expertos en este campo del que aún queda mucho por avanzar en este país y de ahí el valor que tiene SL como un foco incentivador que, en principio, mantendrá su proyecto con la Universidad de Tánger, hasta el próximo verano aunque se confía en que Simple Lab se mantenga como foco impulsor.

Borrero puso como ejemplo iniciativas surgidas en otras universidades europeas: “En el Reino Unido se han impulsado proyectos como el de la incubadora portátil que tiene unos efectos muy positivos a la hora de evitar casos de mortalidad infantil en países donde el acceso a los recursos sanitarios es muy complicado”. Una vez más aparece el principio de percibir un problema social e intentar darle una respuesta. El creador de la economía social es el bengalí Muhammad Yunus que recibió el Premio Nobel de la Paz. Yunus es el impulsor de los microcréditos. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios