Investigación

Las musarañas existen en las marismas de Huelva

  • La Universidad onubense y la Estación Biológica de Doñana estudian la excepcionalidad del entorno de este pequeño mamífero que vive en un completo aislamiento

Ejemplar de la musaraña marismeña en Marismas del Odiel

Ejemplar de la musaraña marismeña en Marismas del Odiel / Archivo (Huelva)

Quizá sea uno de los mamíferos más pequeños del mundo pues pesa entre 6 y 7 gramos y seguro uno de los más desconocidos de nuestro país. Se trata de la musaraña campesina, Crocidura suaveolens, que, pese a la primera impresión, sí existe y que en la provincia de Huelva tiene peculiaridades singulares. Se trata de un insectívoro depredador que puede comer diariamente su propio peso en alimento. Ese carácter, común al resto de musarañas, los convierte en grandes depredadores de insectos y por ello, y al contrario que los roedores, no son considerados dañinos para los cultivos sino todo lo contrario.

La musaraña campesina es una especie que se extiende por gran parte de Europa y Asia llegando hasta Mongolia. En la Península Ibérica se distribuye por el norte y Sistema Central y, curiosamente, en las marismas de Huelva. De hecho, la población más cercana a las musarañas onubenses se encuentra a 300 kilómetros de distancia. ¿Por qué están tan aisladas estas poblaciones y por qué se han especializado en vivir en las marismas, un entorno nada habitual para estos mamíferos?

La musaraña campesina ha logrado adaptarse en Huelva al hábitat de naturaleza mareal de la zona de Marisma del Odiel.

En el Departamento de Ciencias Integradas de la Universidad de Huelva (UHU) hace cuatro años que lo vienen estudiando. El profesor titular de Zoología, Javier Calzada, explica que “estamos buscando la explicación acerca de las numerosas excepcionalidades que presenta la musaraña campesina de las marismas de Huelva que, para más peculiaridad, solo están en ese entorno onubense y no en el resto de marismas del Golfo de Cádiz”. Incluso dentro de la limitada geografía en la que vive “hay dos grupos genéticamente diferenciados: el que habita al este en las marismas del Guadalquivir, y el que lo hace en el resto de las marismas de Huelva: Estero de Domingo Rubio, Odiel-Tinto, Piedras y Guadiana”. A un nivel peninsular , las musarañas onubenses están relacionadas con las del País Vasco, mientras que las gallegas y las del Sistema Central están genéticamente relacionadas entre sí.

Javier Calzada, profesor titular de zoología Javier Calzada, profesor titular de zoología

Javier Calzada, profesor titular de zoología / Archivo (Huelva)

Calzada trabaja con dos científicos de la Estación Biológica de Doñana: José Antonio Godoy y Jacinto Román, y completa el equipo el doctorando Luis Biedma.

El profesor de la Onubense insiste en la dificultad de explicar que este mamífero, que vive en todos los hábitats -siente especial predilección por los bosques- , se haya especializado en la habitar marismas de naturaleza mareal.

La hipótesis que barajan los científicos onubenses se remonta nada menos que 120.000 años atrás, época en la que el retroceso de los mares por la glaciación facilitó la emigración de la musaraña común, Crocidura russula, desde África hasta Europa. La idea es que la campesina, que ya se encontraba aquí, se enfrentó a una nueva especie que le plantó cara: la musaraña común. La nueva especie fue avanzando y ganando terreno a la campesina; en términos científicos a este fenómeno se le conoce como exclusión competitiva. Ante el empuje de la musaraña común, la campesina se fue quedando relegada a a los entornos más inhóspitos para la común donde pudo sentirse a salvo. De ahí su presencia en las marismas, un lugar que parece que cumplió con las expectativas de estos pequeños mamíferos ya que muchos miles de años después continúan habitando en la costa onubense en un enclave aislado del resto del continente. Lo que no han conseguido ambas especies de musarañas en todo este tiempo, es convivir, es decir no son capaces de compartir espacio. Al menos en Huelva, generalmente donde hay campesinas no hay comunes y viceversa. En este caso, la común no ha logrado ocupar las marismas lo que sí ha hecho la campesina que, por lo tanto, le ha permitido sobrevivir en Huelva.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios