UNIVERSIDAD DE MÁLAGA

Talento andaluz de Harvard a Japón

  • La primera licenciada de la Escuela de Arquitectura de Málaga acaba de ganar, junto a su equipo de la Universidad de Harvard, un concurso internacional para construir una casa en Japón · Un alumno malagueño de la Escuela de Sevilla también forma parte del grupo.

La brillante carrera de Ana García Puyol en la Universidad de Málaga le valió ser la primera licenciada de la joven Escuela de Arquitectura. En 2011 terminó sus estudios en Málaga y gracias a una Beca Talentia cursa el Máster in Design Studies con especialidad en Tecnología en la Universidad de Harvard. Allí ha coincidido con otro malagueño, Carlos Cerezo Dávila, titulado un año antes por la Universidad de Sevilla. Ambos forman parte del equipo ganador de un certamen internacional para construir una casa en Japón, proyecto que se iniciará este verano.

El concurso ha sido la tercera edición de un evento organizado por la empresa constructora japonesa LIXIL, que ofrece la oportunidad a estudiantes de experimentar con conceptos contemporáneos de sostenibilidad en proyectos reales. Participaban 12 universidades de 11 países distintos y en un concurso interno, la propuesta de los malagueños y sus compañeros fue la elegida para representar al prestigioso centro.

“El concurso buscaba el diseño de una casa unifamiliar como retiro en la naturaleza en la zona rural de Taiki-cho, en Hokkaido (Japón)”, explica Ana García Puyol. La arquitecta agrega que “exigían que estuviera construida en madera” y que su propuesta “tiene como punto de partida la incorporación de materiales reciclados para reducir el impacto ambiental del edificio, hasta el punto de plantear que la cimentación del edificio usará traviesas de ferrocarril en lugar del convencional hormigón armado”.

En cuanto al espacio interior de la casa, según comentan los arquitectos malagueños, está organizado en torno al concepto de "horizonte" (por ello se llama Horizon House) y todas las actividades se llevan a cabo en el plano del suelo y en relación con un ventanal continuo que rodea el espacio y ofrece vistas al exterior. Además, la casa incorpora modernas tecnologías de calefacción por energía geotérmica y el uso de la nieve como material aislante sobre la cubierta inclinada.

El prestigioso arquitecto japonés Kengo Kuma y presidente del jurado, destacó los aspectos experimentales en la construcción de la casa y su fuerte relación con el entorno tanto a nivel social y económico como paisajístico. Fue en la entrega del premio que recibieron orgullosos los jóvenes arquitectos. Ya que el proyecto pretende “tomar todos los materiales de fuentes locales”, como aseguran los premiados, el primer paso fue realizar una investigación de la zona. “Por ejemplo, supimos que hay varios colegios de madera abandonados de los que querríamos reutilizar las fachadas para el acabado de la nuestra”, dicen Ana y Carlos.

Tras enviar la propuesta a Japón a finales de marzo, fueron seleccionados como finalistas junto a la Universidad Nacional de Singapur y la Universidad Técnica de Delft. Los tres equipos enviaron a algunos de sus miembros a presentar en público a Tokyo en abril. A Japón vuelven en unos días la mitad del equipo.

“La mitad del equipo pasará mayo, junio y julio en Tokio desarrollando los documentos para la construcción del edificio, que estará terminado en noviembre de este año. Para ellos, vamos a contar con la asistencia del equipo de la oficina de Kengo Kuma. La semana del 20 de mayo, vamos a ir a Hokkaido a reunirnos con proveedores locales de materiales y seleccionar los que mejor se ajusten al concepto sostenible de la casa”, dicen los arquitectos.

Ganar este concurso ha sido un importante paso en una trayectoria que aún está en construcción. Carlos Cerezo se gradúa este mes en Harvard y comenzará un programa de doctorado en la Escuela de Arquitectura del  Massachusetts Institute of Technology (MIT) en agosto. “Mi plan es continuar investigando conceptos de tecnología y sostenibilidad de edificios en los próximo años para después volver al mundo profesional”, confiesa.

Ana Garcia Puyol, aún disfrutará de Harvard hasta 2014. “Me gustaría seguir ligada al mundo de la investigación y la tecnología, además del proyecto de Japón, este verano voy a pasar tres semanas realizando un proyecto de investigación para un estudio de arquitectura e ingeniería en Nueva York”, agrega. Aún les esperan muchos retos que superar a estos jóvenes talentos.

 

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